MADRID 25 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc) ha destacado la importancia de que las personas mayores, pacientes crónicos, embarazadas, aquellas que pueden transmitir la gripe a personas con alto riesgo y los trabajadores en servicios públicos esenciales se vacunen contra la gripe.
Se trata de una enfermedad producida por un virus del tipo ARN, el cual se transmite vía aérea por los aerosoles o gotitas que se expulsan al hablar, toser o estornudar, o por contacto con las mucosas en superficies contaminadas o al compartir utensilios de comida.
Puede contagiar desde un día antes hasta una semana después del inicio de los síntomas, siendo el periodo de incubación de 1 a 4 días. Además de a las personas, también pueden afectar a aves, cerdos o caballos. No obstante, los expertos han avisado de que el virus tiende a cambiar continuamente, y así evita la inmunidad adquirida por el huésped, por lo que han recordado que "no es una enfermedad erradicable" y que hay que fabricar una vacuna distinta anualmente.
Generalmente hay una epidemia estacional invernal anual, y cada 20 o 30 años ocurre un cambio genético mayor en el virus produciendo una pandemia, que produce un alto índice de morbilidad y mortalidad, ya que las personas no tuvieron contacto con virus similares anteriormente como pasa en el caso de las variaciones menores de las epidemias anuales. Del 5 al 20 por ciento de la población puede enfermar en una epidemia invernal normal, y hasta el 50 por ciento en caso de pandemia.
"En una temporada invernal, no todos los síndromes gripales son gripes. Sin embargo, disponemos de una vacuna para este virus, y no para otros que nos producen enfermedades respiratorias invernales. La gripe epidémica suele tener un curso leve, y la infección natural confiere protección duradera, de décadas", han apostillado.
En este sentido, los expertos de Semfyc han asegurado que la vacuna no puede producir gripe por elaborarse con virus muertos, siendo esta una creencia "falsa muy común" entre la población. De hecho, prosigue, tienen "muy buen" perfil de seguridad, con efectos secundarios frecuentes a nivel local de la inyección y poco frecuentes generales. La respuesta inmunitaria a la vacuna aparece a las 2-3 semanas, y permanece 6-12 meses, siendo menor en ancianos.
Finalmente, han desaconsejado vacunarse a las personas con alergia al huevo o que hayan tenido una reacción alérgica severa a una vacunación antigripal anteriormente; y los niños menores de 6 meses. En caso de padecer fiebre alta por una enfermedad aguda, debe retrasarse la vacunación.