MADRID, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -
Seguir un programa de meditación de 18 meses puede mejorar el bienestar de los adultos mayores, según un nuevo ensayo controlado aleatorio realizado por un equipo internacional codirigido por el University College de Londres (UCL), en Reino Unido. Los resultados, publicados en la revista 'PLOS ONE', muestran que la meditación puede mejorar la conciencia, la conexión con los demás y la percepción de las personas.
Aunque el entrenamiento en meditación no confirió beneficios significativos en dos medidas de uso común del bienestar psicológico y la calidad de vida, los investigadores dicen que sus hallazgos pueden revelar limitaciones en los métodos existentes de seguimiento del bienestar.
Marco Schlosser, de Psiquiatría del UCL y la Universidad de Ginebra (Suiza): y autor del estudio, apunta que, "a medida que la población mundial envejece, es cada vez más crucial comprender cómo podemos ayudar a los adultos mayores a mantener y profundizar su bienestar psicológico. En nuestro estudio, comprobamos si el entrenamiento en meditación a largo plazo puede mejorar importantes dimensiones del bienestar --añade--. Nuestros resultados sugieren que la meditación es un enfoque no farmacológico prometedor para apoyar el florecimiento humano en la tercera edad".
El estudio es el ensayo aleatorizado de entrenamiento en meditación más largo realizado hasta la fecha, y exploró el impacto de un programa de meditación de 18 meses en el bienestar psicológico de más de 130 personas francófonas sanas de entre 65 y 84 años. Dirigido por el investigador principal, el profesor Gal Chételat, tuvo lugar en Caen (Francia). Lo llevó a cabo el grupo de investigación Medit-Ageing (Silver Santé Study), financiado por Horizonte 2020 de la Unión Europea, en el que participan la UCL, el Inserm, la Universidad de Ginebra, la Universidad de Caen Normandía, el Centro de Investigación en Neurociencia de Lyon, la Universidad de Lieja, la Universidad Técnica de Dresde y la Universidad Friedrich Schiller de Jena.
Los investigadores compararon un programa de meditación, que incluía un módulo de atención plena de nueve meses seguido de un módulo de bondad amorosa y compasión de nueve meses, impartido mediante sesiones semanales en grupo (de dos horas de duración), práctica diaria en casa (al menos 20 minutos) y un día de retiro, con un grupo que realizó un curso de inglés (como grupo de comparación) y un grupo de control sin intervención.
El equipo descubrió que la formación en meditación influyó significativamente en una puntuación global que mide las dimensiones de bienestar de la conciencia, la conexión y la percepción. La conciencia describe una atención íntima y sin distracciones a los propios pensamientos, sentimientos y entorno, que puede favorecer una sensación de calma y profunda satisfacción.
La conexión engloba sentimientos como el respeto, la gratitud y el parentesco, que pueden favorecer unas relaciones más positivas con los demás. La introspección se refiere al autoconocimiento y la comprensión de cómo los pensamientos y los sentimientos influyen en nuestra percepción, y cómo transformar los patrones de pensamiento poco útiles relacionados con nosotros mismos y con el mundo.
Los beneficios del entrenamiento en meditación para una medida establecida de calidad de vida psicológica no fueron superiores a los del entrenamiento en inglés, mientras que ninguna de las dos intervenciones tuvo un impacto significativo en otra medida ampliamente utilizada de bienestar psicológico. Los investigadores sugieren que esto puede deberse a que estas dos medidas establecidas no cubren las cualidades y la profundidad del florecimiento humano que potencialmente puede cultivar el entrenamiento en meditación a largo plazo, por lo que se pasan por alto los beneficios para la conciencia, la conexión y la comprensión.
El programa no benefició a todos por igual, ya que los participantes que presentaban niveles más bajos de bienestar psicológico al inicio del ensayo mostraron mayores mejoras que los que ya tenían niveles más altos de bienestar.
La coautora del estudio, la doctora Natalie Marchant, de Psiquiatría del UCL, comenta que esperan que nuevas investigaciones aclaren qué personas tienen más probabilidades de beneficiarse del entrenamiento en meditación, "ya que puede conferir mayores beneficios a algunos grupos específicos. Ahora que tenemos pruebas de que el entrenamiento en meditación puede ayudar a los adultos mayores, esperamos que nuevos perfeccionamientos en colaboración con colegas de otras disciplinas de investigación puedan hacer que los programas de meditación sean aún más beneficiosos", prosigue.
Por su parte, el autor principal, el doctor Antoine Lutz, del Centro de Investigación en Neurociencias de Lyon (Francia), señala que "al mostrar el potencial de los programas de meditación, nuestros hallazgos allanan el camino para programas más específicos y eficaces que puedan ayudar a los adultos mayores a prosperar, ya que buscamos ir más allá de la simple prevención de enfermedades o mala salud, y en su lugar adoptar un enfoque holístico para ayudar a las personas en todo el espectro del bienestar humano".
