MADRID, 31 Jul. (EDIZIONES) -
El informe de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica (RENAVE), se han notificado 139 casos de meningitis este 2024, lo que implica un aumento del 13 por ciento con respecto a la misma fecha en 2023, cuando se registraron 123 casos.
En abril el Ministerio de Sanidad notificó 14 fallecimientos por meningitis en lo que va de año, la misma cifra que el año pasado. ¿Debemos preocuparnos? ¿Es frecuente que fallezcan tantas personas por esta enfermedad sobre la que supuestamente estamos vacunados? Para lanzar un mensaje de tranquilidad a la población charlamos en Europa Press Salud Infosalus con el doctor Antonio Iofrío, especialista del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.
Nos cuenta que la meningitis es una enfermedad poco frecuente, que se produce por la inflamación de las membranas que recubren al cerebro y a la medula espinal, llamadas ‘meninges’. “Es una infección que suele ser causada por virus o por bacterias”, apostilla.
Recuerda este pediatra que las víricas son mucho más frecuentes que las bacterianas, y suelen ser de curso benigno, con una recuperación total y sin secuelas; sin embargo, sí resalta que las meningitis bacterianas, que son menos frecuentes, suelen ser más graves que las víricas, y además pueden dejar complicaciones y secuelas.
“Las bacterias o los virus responsables de las meningitis habitualmente se contagian de persona a persona. Hay personas, sobre todo adolescentes, que tienen en la garganta estos microorganismos, que a ellos nos les produce ninguna enfermedad o alteración, pero que las pueden traspasar a otros por las gotas que salen de la boca al hablar o al toser, y éstas se transmiten a otros que también las pueden tener en su garganta”, detalla el miembro del CAV de la AEP.
Pero, afortunadamente, celebra que, en la gran mayoría de casos, esas bacterias o virus no producen enfermedad; “salvo en contados casos que ese virus o bacteria progresan hacia la zona de las meninges, causando la infección”.
PRINCIPALES SÍNTOMAS DE MENINGITIS
Sobre los síntomas, el doctor Iofrío mantiene que estos dependen de la edad, y de si es bacteriana o vírica la infección. Apunta en primer lugar que los lactantes pequeños suelen presentar síntomas no específicos de meningitis y que pueden tener lugar en otras infecciones como la irritabilidad, la fiebre, o el rechazo de tomas, así como el decaimiento, y los vómitos.
“En niños más mayores pueden dar manifestaciones típicas de meningitis, como pueden ser el dolor de cabeza, los vómitos, estar somnolientos, les molesta la luz, presentan fiebre, y se suele encontrar rigidez en el cuello cuando se les explora”, añade.
En algunos tipos de meningitis dice que también se producen unas manchas en la piel, o ‘petequias’, unos puntos pequeños de color rojos en la piel que cuando se presionan con el dedo y se pasa por encima y se suelta, estos siguen estando.
CÓMO SE REALIZA EL DIAGNÓSTICO DE LA MENINGITIS
Al diagnóstico de la meningitis primero se llega por sospecha de cuadro clínico, y después se suele realizar una muestra sanguínea, así como una punción lumbar en la zona baja de la espalda, donde se saca una muestra del líquido cefalorraquídeo, que se analiza en el laboratorio, para confirmar o no que existe una inflamación de las meninges, y su posible causa, si es una infección vírica o bacteriana.
En el caso de las infecciones víricas, el miembro de la Asociación Española de Pediatría resalta que no se precisa de antibióticos, sino que el proceso se resuelve de forma espontánea; si bien, en los casos de infección de origen bacteriano, sí será preciso un tratamiento precoz, y bastante agresivo mediante antibióticos y algunos otros fármacos.
PRONÓSTICO DE LAS MENINGITIS
En cuanto al pronóstico de esta patología, apunta que en el caso de las víricas “es muy bueno y sin secuelas”, de haberlas éstas son “excepcionales”. Mientras, si la infección es bacteriana es más grave, tal y como reconoce este experto, y entre un 20-30% de casos pueden causar secuelas, e incluso en un 10% el fallecimiento. “Entre las secuelas más importantes está la sordera y también se pueden producir convulsiones, trastornos del aprendizaje, daño cerebral, o incluso problemas psicológicos que arrastran estas personas tras la enfermedad”, indica.
En aquellas otras personas que han mantenido un contacto estrecho con una persona que ha tenido una meningitis vírica no hace falta tomar ninguna medida preventiva especial; si bien asegura que en el caso de las meningitis bacteriana, estos contactos más íntimos tomarán un medicamento preventivo, un antibiótico, durante unos días, y se encarga habitualmente salud pública de rastrear los contactos estrechos de meningitis bacteriana para saber a quién indicarle la profilaxis con antibiótico.
A juicio del especialista del Comité Asesor de Vacunas de la AEP, la mejor manera de prevenir las meningitis bacterias es mediante la vacunación, y hoy en día estas inyecciones mantiene que están incluidas en el calendario vacunal de todas las comunidades autónomas, y frente a varios tipos de meningococo (D,C,W,Y), y también vacunas frente a otras causas como el neumococo y el ‘haemophilus influenzae’.
QUIENES TIENEN MÁS RIESGO
En último lugar, este especialista recuerda que la mayor parte de casos afecta a personas sin patología o condición de riesgo de base, pero advierte de que sí tienen más riesgo aquellos menores, especialmente de un año, y luego quienes están inmunodeprimidos o con tratamientos que afectan a las defensas.
En cuanto a la frecuencia de meningitis, los menores de 4 años, y especialmente los de menos de 1 año, son los que más incidencia tienen de meningitis, y luego hay un segundo pico de incidencia en la adolescencia, aclara el doctor Iofrío.
¿HAN AUMENTADO LOS CASOS?
Como ha sucedido con otras enfermedades de transmisión respiratoria, durante la pandemia éstas desaparecieron, según argumenta el doctor, y después de quitar las medidas de prevención en época pandémica muchas de estas enfermedades han experimentado un aumento o una subida debido a que mucha población estuvo durante esos prácticamente dos años apenas en contacto con ningún tipo de microorganismo.
“En estos, ahora su sistema inmunológico se había desacostumbrado a enfrentarse a estos virus y bacterias. Es una de las posibles causas de por qué están aumentando las infecciones bacterianas o víricas en este sentido”, añade.
Aunque se ha incrementado el número de casos de meningitis, mantiene el doctor, sigue siendo la meningitis una enfermedad rara, muy poco frecuente en población. Por eso, ve importante lanzar un mensaje de tranquilidad, y sobre todo animar a que todo el mundo lleve cumplimentado su calendario vacunal, que incluye las vacunas frente a la meningitis, y que consulten con su médico de familia por si hubiere alguna no incluida en calendario y que pueda mejorar la protección frente a la meningitis si se la pueden prescribir.