MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los niveles urinarios de adenina, un metabolito producido en el riñón, son predictivos y un biomarcador causal de la inminente insuficiencia renal progresiva en pacientes con diabetes, un hallazgo que podría conducir a un diagnóstico e intervención más tempranos con hasta 10 años de antelación, según publican investigadores del Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas en San Antonio (Estados Unidos) en el 'Journal of Clinical Investigation'.
La adenina elevada también se asoció con la mortalidad por cualquier causa. Los resultados del estudio son significativos porque, hasta ahora, el marcador más importante de la enfermedad renal era la proteína (o albúmina) en la orina.
Hasta la mitad de los pacientes diabéticos que desarrollan insuficiencia renal nunca presentan muchas proteínas en la orina. Dado que el 90% de los pacientes con diabetes siguen presentando un riesgo elevado a pesar de los bajos niveles de albúmina en la orina, este estudio tiene amplias consecuencias. Es el primer estudio que identifica a estos pacientes en una fase temprana midiendo este nuevo marcador causal en la orina.
El hallazgo allana el camino para que las pruebas clínicas determinen --entre cinco y diez años antes de la insuficiencia renal-- que un paciente está en situación de riesgo, ha declarado el autor principal del estudio, el doctor Kumar Sharma, catedrático y jefe de nefrología de la UT Health San Antonio, donde es director fundador del Centro de Medicina de Precisión.
El equipo de investigación identificó además una pequeña molécula que bloquea la principal vía de producción endógena de adenina en el organismo. Este fármaco terapéutico redujo los niveles de adenina renal en ratones con diabetes de tipo 2.
"El fármaco protegía contra los principales aspectos de la enfermedad renal diabética sin afectar a la glucemia --afirma Sharma--. El estudio es notable, ya que podría allanar el camino a la medicina de precisión para la enfermedad renal diabética en una fase temprana de la enfermedad".
Los investigadores estudiaron a más de 1.200 pacientes diabéticos de tres cohortes internacionales de investigación. El estudio Cohorte de Insuficiencia Renal Crónica (CRIC) incluyó a participantes afroamericanos, hispanos y caucásicos de Estados Unidos. Otro estudio se realizó en población indígena americana. El equipo también evaluó una cohorte asiática de población mayoritariamente china, india asiática y malaya en un estudio con sede en Singapur.
"En todos los estudios se observó el mismo patrón: un nivel elevado de adenina en la orina se asociaba a un mayor riesgo de insuficiencia renal --destaca Sharma--. Estamos realmente agradecidos a todos los participantes en este estudio mundial, y me gustaría dar las gracias a todos los investigadores y equipos de investigación que formaron parte de este esfuerzo de colaboración".
UT Health San Antonio está perfeccionando una técnica denominada metabolómica espacial en biopsias renales de pacientes humanos, que permite a los investigadores determinar la ubicación de la adenina y otras moléculas pequeñas en los tejidos renales.
"Es una técnica muy difícil, y nos llevó varios años desarrollar un método en el que combinamos la alta resolución de la geografía del riñón con el análisis por espectrometría de masas para observar los metabolitos", explica Sharma.
Los metabolitos son pequeñas moléculas que el cuerpo produce en función del metabolismo, que hacen que las células funcionen de forma sana o enferma.
El equipo encontró adenina endógena alrededor de los vasos sanguíneos cicatrizados del riñón y alrededor de las células renales de forma tubular que se estaban destruyendo. Las sustancias endógenas son las que se producen de forma natural en el organismo.
El hallazgo de que los niveles elevados de adenina también estaban asociados con la mortalidad por cualquier causa en los participantes del estudio sugiere que el metabolito también está afectando a otras partes del cuerpo, subraya Sharma.
Muchos pacientes diabéticos saben que corren el riesgo de sufrir una enfermedad renal, pero si no tienen proteínas en la orina, creen que están protegidos, añade.
"Pueden tener la falsa sensación de seguridad de que su organismo no padece ninguna enfermedad renal --advierte--, pero, de hecho, en muchos casos está progresando, y a menudo no se enteran hasta que la enfermedad renal está bastante avanzada. Y en ese momento, es mucho más difícil proteger los riñones y evitar la diálisis".
Una vez que el paciente necesita diálisis, hay que colocarle una fístula o catéter y conectarlo a una máquina de diálisis tres veces por semana, cuatro horas cada vez, para limpiar la sangre.
"La tasa de mortalidad es muy alta, sobre todo en pacientes diabéticos --alerta Sharma--. Hay alrededor de un 40% de mortalidad en un plazo de cinco años en pacientes con diabetes e insuficiencia renal".