MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
El equilibrio de los microbios en el intestino humano varía sustancialmente de la mañana a la noche y aún más según la estación, con profundas fluctuaciones que transforman por completo el microbioma de verano a invierno, según un estudio se presentado en la Digestive Disease Week (DDW) 2023.
El microbioma, es decir, las bacterias que viven dentro y fuera del cuerpo, representa aproximadamente la mitad de las células que componen un ser humano, y las fluctuaciones en la composición del microbioma podrían tener implicaciones de gran alcance para la salud y la medicina.
"Las variaciones estacionales que observamos en afecciones como las alergias o la gripe se producen en el contexto de microbiomas completamente diferentes", afirma la doctora Carolina Dantas Machado, autora principal del estudio e investigadora del laboratorio del doctor Amir Zarrinpar, de la Universidad de California en San Diego (Estados Unidos).
"Es posible que tengamos que poner nuestra comprensión de cómo las estaciones afectan a la salud y la enfermedad en el contexto de un microbioma que es mucho más variable y dinámico de lo que hemos pensado previamente", añade.
Para este estudio, los investigadores revisaron los datos de alrededor de 20.000 muestras de heces recogidas por el American Gut Project, el mayor proyecto de microbioma de ciencia ciudadana del mundo, de países de todo el mundo entre 2013 y 2019.
Analizando la hora, la fecha y la ubicación de la recolección, los investigadores encontraron que casi el 60% de los phyla --grupos relacionados de bacterias-- tienen un ciclo de 24 horas distinto. Las fluctuaciones estacionales eran aún más pronunciadas, y ciertos tipos de bacterias seguían uno de dos patrones distintos a lo largo de un año.
Dos ejemplos ilustran algunas de las numerosas tendencias diarias y estacionales identificadas: El número de organismos conocidos como Actinobacteriota fluctuaba a lo largo del día, con niveles más bajos en las muestras tomadas por la mañana y niveles mucho más altos hacia el final del día.
A lo largo de un año, las Proteobacterias descienden sistemáticamente a niveles bajos en invierno y aumentan de forma constante hasta alcanzar su máximo en verano.
El doctor Zarrinpar y sus colegas creen que la dieta y el sueño son probablemente factores importantes en las fluctuaciones diarias. "Se puede imaginar que el entorno intestinal es radicalmente distinto en cuanto a disponibilidad de nutrientes y agua y pH cuando la persona duerme que justo después de desayunar", explica.
La variación estacional es más difícil de explicar, pero los investigadores están estudiando los datos por latitud y clima, lo que podría indicar si la luz y la temperatura influyen. El polen y la humedad son otras posibles influencias.
Los resultados son importantes no sólo para otros investigadores que estudian el microbioma, sino también para aquellos cuya investigación podría verse afectada por la variación del microbioma, como los estudios sobre medicación, en los que el microbioma puede desempeñar un papel en el metabolismo de los medicamentos.
Apuntan que los investigadores deben ser conscientes de que el momento de la recogida de las muestras de heces podría influir en los resultados de la investigación de forma inesperada, especialmente en los estudios más pequeños.