¿Microbiota intestinal y espondiloartritis? Reumatóloga explica su conexión

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Publicado: martes, 18 marzo 2025 11:26

MADRID 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

La reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Madrid Raquel Almodóvar ha asegurado que, pese a la importancia de la genética, se ha demostrado que "las infecciones o alteraciones en la microbiota pueden contribuir al desarrollo de las espondiloartritis".

Así lo ha asegurado en el marco de la III Jornada nacional de investigadores del Grupo de Espondiloartritis de la Sociedad Española de Reumatología (GRESSER), que ha tenido lugar en Madrid.

Se estima que medio millón de personas en España, lo que equivale al 1,2 por ciento de la población, podría padecer espondiloartritis, un conjunto de enfermedades reumáticas que engloban patologías como la espondiloartritis axial, la periférica, la artritis psoriásica, las espondiloartritis asociadas a enfermedad inflamatoria intestinal o las artritis reactivas.

"La espondiloartritis axial se ha relacionado claramente con marcadores genéticos, clásicamente con el HLA-B27. Sin embargo, se ha observado que se puede presentar este gen y no desarrollar nunca la enfermedad, demostrando así que hay más genes relacionados con estas patologías", ha detallado la doctora Mireia Moreno, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitari Parc Taulí de Barcelona.

Además, Taulí ha hecho mención del avance de la investigación centrada en todas las "ómicas", incluyendo genómica (estudio del genoma), transcriptómica (estudio de las moléculas ARN de una célula), metabolómica (estudio de los procesos químicos que involucran metabolitos), proteómica (estudio de las proteínas) y sin olvidar el microbioma.

Para las expertas, a pesar de que se ha "avanzado enormemente" en este ámbito, "todavía se presentan diversos desafíos como la detección temprana y el diagnóstico preciso, ya que la sintomatología variable y la falta de conciencia sobre estas enfermedades pueden provocar demoras en el diagnóstico y tratamiento adecuado".

RETRASO ENTRE 7 Y 10 AÑOS DEL DIAGNÓSTICO

En este sentido, Almodóvar ha precisado que "en el caso de la espondiloartritis axial radiográfica puede haber un retraso de entre 7 y 10 años desde el inicio de los síntomas, siendo esta demora en su mayoría en el sexo femenino".

"El dolor lumbar inflamatorio se confunde con lumbalgia mecánica o problemas musculares; además, en las radiografías tempranas no siempre se observan alteraciones (como sacroilitis), retrasando el diagnóstico hasta que aparecen signos estructurales, ya que algunos médicos, que no son especialistas en Reumatología, no reconocen los signos tempranos", ha señalado.

En su opinión, "sería fundamental mejorar el diagnóstico fortaleciendo la formación de médicos de Atención Primaria en la identificación de signos de alerta, como dolor lumbar inflamatorio crónico y antecedentes familiares, que puedan favorecer una derivación rápida a Reumatología ante cualquier sospecha clínica. También sería clave mejorar la coordinación entre especialidades (Oftalmología, Dermatología y Gastroenterología) para detectar pacientes con manifestaciones extramusculoesqueléticas como uveítis, psoriasis y enfermedad inflamatoria intestinal".

El objetivo es reducir el tiempo de diagnóstico a menos de 2-3 años, "permitiendo iniciar tratamiento precoz y evitar daño estructural", apunta Almodóvar.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

Además del retraso en el diagnóstico más marcado en las mujeres, Moreno ha explicado que aparecen otras diferencias relacionadas con el género en el caso de la espondiloartritis axial radiográfica, como sería una peor calidad de vida o peor respuesta a tratamiento en el caso de las mujeres. Sin embargo, "es el sexo masculino el que presenta mayor daño estructural", indica.

En este sentido, ha reconocido que las diferencias se han evidenciado en la espondilaortritis axial, pero también en la artritis psoriásica. "Por ello, -ha añadido- sería importante tener en cuenta estas diferencias para realizar una aproximación más fiel a la realidad y poder individualizar la valoración de las personas afectadas".

Por último, ambas especialistas han recalcado la importancia de transmitir a los pacientes la importancia de "llevar una vida saludable, integrando el ejercicio físico de forma regular, siempre adecuado a las capacidades de cada uno, tal y como recoge el proyecto 'Reumafit' de la Sociedad Española de Reumatología. Seguir una dieta mediterránea, evitar sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol en exceso, gestionar el estrés y, sobre todo, cumplir los controles clínicos y de pruebas complementarias que se requieran es fundamental".

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