Miguel Ángel Martínez-González, experto de salud pública, señala las medidas drásticas que tomar contra los móviles

Archivo - Adolescentes mirando el movil.
Archivo - Adolescentes mirando el movil. - GOLERO/ ISTOCK - Archivo
Publicado: lunes, 3 marzo 2025 8:23

   MADRID, 3 Mar. (EDIZIONES) -

   No hay padre o madre que no esté asustado por cómo está su hijo de abducido por las pantallas. Por eso, el catedrático de Salud Pública por la Universidad de Navarra y catedrático visitante de la Universidad de Harvard Miguel Ángel Martínez-González acaba de lanzar un manual '12 Soluciones para superar los retos de las pantallas' (Planeta) que sirva de guía para los padres.

   Defiende en una entrevista con Europa Press Infosalus que el problema de las pantallas y de los menores no se resolverá hasta que "los gobiernos no tomen medidas drásticas", si bien afirma que "la buena noticia" de todo esto es que "hay solución".

   Por un lado, preguntamos a este experto cómo afecta el abuso de las pantallas a los adultos, apuntando principalmente a la distracción y a la pérdida de tiempo: "Vivimos en una generación de adultos muy distraídos. Nos es difícil concentrarnos en un mundo con un exceso de interrupciones, y días llenos de vacío dedicados a contestar whatsapps y mails. Nos falta profundidad en el trabajo, sobre todo en el trabajo intelectual, y perdemos tiempo y horas de sueño. Pero los adultos tenemos la corteza prefrontal desarrollada, esa parte del cerebro que controla esas pulsiones instintivas de buscar gratificaciones instantáneas y podemos tener más autocontrol al respecto".

   Ahora bien, sí advierte sobre el grave impacto que las pantallas pueden tener en los menores de edad, en quienes la corteza prefrontal no está desarrollada, porque deja de hacerlo a los 25 años. "Los menores hoy en día que son expuestos a pantallas no tienen capacidad de autocontrol. Los algoritmos de IA de las redes sociales están diseñados para que fácilmente dediquen los menores hasta 7 horas al día a las pantallas, y estén inmersos en un estado de fascinación pasiva, en lugar de ocupar su inteligencia en tareas de actividad física, algo que deteriora, y mucho, su capacidad intelectual y su salud mental", lamenta este catedrático de Salud Pública.

   En este sentido, el doctor Martínez-González avisa de las cautelas que hay que seguir sobre el empleo de Internet en los menores, con la pornografía al alcance de cualquiera y de manera accesible, sin restricciones. "La visualización de estos contenidos incrusta en los cerebros en desarrollo de los menores conductas que nada tienen que ver con la verdad. Conductas de abuso y de vejaciones hacia la mujer, malas conductas e incluso de violencia hacia la mujer, lejos de una sexualidad sana; algo que en el largo plazo deteriora la capacidad de relacionarse, de desarrollar vínculos afectivos", sostiene.

   Aquí sostiene que "nunca" la sociedad había padecido la epidemia actual de problemas de salud mental entre los menores como en la actualidad. "Yo conozco psiquiatras que están asustados".

EL MAYOR ERROR DESDE CASA

   Por ello, insiste este catedrático de la Universidad de Navarra y de Harvard en la importancia del ejemplo de los padres con el uso de los dispositivos y de las pantallas. "Los padres deben dar a sus hijos un buen ejemplo, y ganarse su autoridad moral. Es la primera solución, tener bajo control la pantalla, tener unos horarios, saber separar y no dar la impresión de que los padres son adictos a las pantallas, porque todo lo que pasa en los pequeños es porque sucede previamente en los padres", agrega.

   A su juicio, "lo peor que puede hacer un padre mientras le habla su hijo es mirar a la pantalla del móvil". En este punto, recuerda que hay mucha investigación sobre el daño que produce a la salud mental de los menores esta actitud de los padres, "porque también las pantallas enganchan a los padres y nunca pueden dar la impresión a sus hijos de que han perdido la libertad y el control".

   Recomienda así no usar el móvil por la calle, no poner el móvil en la mesa mientras se está comiendo, "hay que tenerlo en el bolso o en el bolsillo, fuera de la vista, con las notificaciones apagadas cuando estemos con los menores, y que los hijos se den cuenta de cómo los padres tienen una lucha continua por el móvil y no pierden el tiempo con las redes sociales y las actividades de ocio del móvil". Vamos, que si lo usan es por temas de trabajo, porque "es una herramienta muy buena de trabajo", pero sólo para eso.

EL MÓVIL PROHIBIDO HASTA LOS 18

   Igualmente, cuestionamos a este experto sobre otro de sus principales consejos, y es que el móvil no se le dé a los menores hasta los 18 años. "Pienso que dentro de unos años es parecerá absurdo el haberle dado el móvil a un menor antes de los 18 años. Hay argumentos científicos para ver esto. El 'todos lo tienen' no es verdad porque hay padres que esperan a los 18 años para darles el móvil a sus hijos", considera Martínez-González.

   Es sorprendente, en su opinión, el que actualmente se esté vendiendo de forma frecuente los "zapatófonos" o primeros móviles sin conexión a internet. Defiende que el hecho de que un menor de 18 años tenga un dispositivo con acceso a Internet es peligroso.

   "Cuando tú escribes con un dedo en un cemento semilíquido se queda nada grabado, pero cuando está seco y duro no se queda nada. Esto le pasa a un adolescente si le das un móvil antes de los 18, en pleno proceso de formación de su cerebro. Todos los códigos de conducta perversa en redes sociales de por qué suicidarse, tomar pastillas, drogarse, entre otros, para un chaval de esas edades son códigos que se le quedan incrustados para siempre, como tratar a las mujeres como un objeto de placer, para usar y tirar, todo esto se traslada continuamente por esas redes sociales y pasan horas metidos ahí, es un daño irreversible muchas veces", insiste este experto.

EL MENOR NO SE QUEDA AISLADO

   Y es que, en contra del argumento de que el menor se va a quedar aislado del resto porque no tiene móvil con el que comunicarse con ellos, Miguel Ángel Martínez-González rechaza esta idea indicando que siempre se le puede llamar al móvil de la madre para decirle a ésta dónde han quedado los amigos.

   "No hay ningún estudio que haya demostrado que no tener móvil hasta los 18 haga daño a la salud mental, o a los valores, y al comportamiento futuro de los menores; y, sin embargo, hay multitud de estudios científicos que sí contrastan el daño que los móviles hacen sobre los menores. Lo mismo que no se puede conducir hasta los 18 tampoco se podrá tener móvil con conexión a internet hasta los 18", remarca.

   A su vez, se muestra profundamente preocupado por la falta de sueño de sus alumnos y cómo el empleo de las pantallas influye en todo esto dado que los dispositivos electrónicos "roban horas de sueño", por lo que otro de sus consejos también es dejar de usarlos por la noche antes de irnos a la cama, dejar de utilizarlos a determinada hora del día.

Contador