¿Es lo mismo mindfulness que meditación?

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    MADRID, 4 (EDIZIONES)

   El mindfulness está de moda, aunque es a partir de los 70 cuando se produce un acercamiento de las prácticas de la meditación a la psicología. Concretamente, se define como la 'conciencia plena o atención plena al momento presente sin emitir juicios'.

   "La conciencia plena se refiere a la facultad psicológica presente en los seres humanos que implica la capacidad de dirigir toda la atención a la experiencia del presente, momento a momento, sin entrar a valorar lo percibido o experimentado", destaca Marta Isabel Díaz García, doctora en Psicología, especialista en Psicología clínica, y profesora de la UNED, además de experta en esta técnica.

   TODOS LOS SERES HUMANOS NACEMOS CON ESTA CAPACIDAD

   Dicho de otro modo, según prosigue la también autora de 'Descubrir el mindfulness' (Shackleton Books), es una especie de proceso de observación, pero sin realizar un juicio sobre si lo que ocurre dentro o fuera de nosotros es bueno o malo: "Se trata de percibir lo que acontece tal y cómo surge y dónde surge; una experiencia que nos permite estar en contacto con nosotros mismos, una estrategia mental que nos permite anclar la atención en el aquí y en el ahora, haciéndonos conscientes a cada instante de lo que estamos sintiendo y pensando".

   La atención plena es algo innato y consustancial al ser humano, afirma esta doctora en Psicología, y que se puede lograr con un entrenamiento perseverante, sin necesidad de cambiar nuestra esencia, porque ya forma parte de ella.

   "Todos los seres humanos nacemos con una capacidad de conciencia plena. Se trata, por tanto, de una experiencia al alcance de todos, y en la medida en la que ésta se desarrolla, contribuye a poder obtener lo mejor de nosotros, y puede ayudarnos a conseguir nuestra mejor opción", destaca esta experta, quien concreta igualmente que el mindfulness es un procedimiento que se ha incorporado a la práctica de la psicología clínica.

   Pero, ¿es lo mismo mindfulness que meditación? Marta Isabel Gíaz García sostiene que son diferentes: "Mindfulness es un tipo de meditación, pero no toda la meditación es atención plena, y no toda práctica de atención plena es meditación formal. Además, el mindfulness también se considera como el primer paso para entrar en cualquier tipo de meditación porque implica calmar la mente. En mindfulness se busca entrar en contacto conscientemente con los eventos internos y externos para, a partir de ahí, discernir bien qué es lo que está ocurriendo. Es parar y prestar atención consciente".

   LA MEDITACIÓN CULTIVA LA MENTE

    Recuerda que "el mindfulness es una facultad psicológica presenten en todos los seres humanos, y que implica una capacidad para dirigir nuestra atención a la experiencia del presente, y sin valorar lo percibido, sino siendo conscientes de lo que está sucediendo".

   Mientras, subraya que el término meditación se refiere a "cultivar la mente y la autorregulación del cuerpo", y por tanto abarca un conjunto de prácticas que pretenden incrementar el equilibrio biológico y las diferentes facultades mentales.

   Además, resalta esta psicóloga clínica que la meditación utiliza de la mente su capacidad de reflexión, de concentración, de tomar consciencia de lo que ocurre, de discernimiento, es decir, que la utilizamos para mejorarnos a nosotros mismos, para mejorar nuestro equilibrio interior, y "por supuesto para tomar las mejores decisiones de cara al exterior".

   POR QUÉ ESTÁ TAN DE MODA AHORA EL MINDFULNESS

   Considera esta doctora en Psicología que el mindfulness está de moda ahora porque "se ha hecho una excelente promoción" de esta práctica y, enseguida, cualquier persona que lo practica identifica sus beneficios; "por eso también se ha extendido tan rápido".

   Ahora bien, sí advierte esta especialista que "también con el mindfulness se prometen cosas que no son ciertas", subrayando que "no es la panacea", sino una herramienta psicológica que tiene gran impacto. "También es verdad que si uno no entiende bien qué es la mente y no usa otras estrategias que se usan en psicología, el papel del mindfulness puede ser bastante limitado, incluso si no entendemos qué es y cómo usarlo podemos ser susceptibles de la manipulación", remarca.

   Desde su punto de vista "es un producto que se vende con unos efectos generalizados y con unos beneficios que no se derivan estrictamente de la práctica de la meditación". Igual que el ejercicio es excelente, tal y como precisa, hay que saber utilizarlo y hay que saber qué tipo de ejercicio es idóneo para cada uno de nosotros, así como el momento en el que usarlo.

"Si no puede ser contraproducente y para algunas personas puede estar contraindicado, más en manos de personas que no sean expertos en estas prácticas", alerta la doctora en Psicología.

   QUÉ BENEFICIOS APORTA A NUESTRA SALUD

   En último lugar, Marta Isabel Díaz García destaca que la práctica del mindfulness, entre otros beneficios, nos permite ser mucho más conscientes de lo que es la vida, la conexión con el momento presente, aunque sí cree que "no todo es presente": "En la mente conectamos con el pasado y aprendemos de él, y hay que reflexionar y anticipar lo que pueda ser el futuro para poder prepararnos; pero es un error estar sólo en nuestros pensamientos sobre el futuro y el pasado porque perdemos el único momento, el presente, la única parte de la vida sobre la que podemos operar, y los datos sobre éste me permiten planificar mínimamente el futuro".

   A su vez, cree esta experta en mindfulness que el hecho de ser conscientes que ofrece su práctica nos permite tomar mejores decisiones, vivir más nuestra vida como la queremos vivir; y no responder de modo automático a nuestros impulsos y pensamientos. "Nos permite calmar nuestra mente, porque ésta nos va planteando pensamientos, impulsos, deseos, y cuanto más respondemos a ellos, más nos representan, cuando tomamos consciencia de estos pensamientos, de estas emociones, y no respondemos la mente nos representa menos", agrega.

   Esto, en definitiva, tal y como indica, se traduce en "beneficios psicológicos importantes", especialmente entre las personas que son muy obsesivas, en los que tienen problemas para gestionar la cantidad de problemas que tienen, en quienes presentan malestares crónicos, y para quienes la medicina tradicional no puede hacer nada.

   "Si yo me desespero con un dolor lo que hago es amplificarlo. Sin embargo, el contacto con el dolor y aceptarlo produce un estado de modulación, no de retroalimento de esa sensación dolorosa, y aunque no lo elimina, sí puedo convivir mejor con él gracias al mindfulness; e incluso en algunas ocasiones logra reducirlo", concluye Marta Isabel Díaz García, doctora en Psicología y especialista en Psicología clínica.