MADRID 22 Abr. (EUROPA PRESS) -
En España, aproximadamente la mitad de los pacientes con Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII), participantes en el estudio internacional y multicéntrico 'IBD PODCAST' impulsado por AbbVie, no alcanza el control completo de esta patología, caracterizada por la inflamación crónica del tracto gastrointestinal y que a su vez comprende la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
En concreto, el estudio, que cuenta con la participación de 196 pacientes españoles con enfermedad de Crohn (EC) y 200 pacientes con colitis ulcerosa (CU), revela que hasta un 53,1 por ciento de los pacientes del primer grupo no alcanza el control de la enfermedad; y un 41,5 por ciento de los pacientes del segundo grupo tampoco lo hace.
Además, los pacientes con EC y CU que no alcanzan el control completo de la enfermedad muestran una menor calidad de vida; un mayor consumo de recursos sanitarios y costes directos; y una pérdida de productividad laboral, en comparación con aquellos que sí lo alcanzan.
En palabras de la jefa de sección de la Unidad de EII en el Servicio de Gastroenterología y Hepatología del Hospital Universitario Puerta de Hierro (Madrid), la doctora Maribel Vera, "los resultados del estudio son muy interesantes dado que reflejan un control inadecuado de la enfermedad en aproximadamente la mitad de los pacientes tratados a pesar del uso de terapias avanzadas en un porcentaje elevado de los casos".
"Esto nos llevaría a replantear cambios en nuestra práctica clínica, tales como una mayor aplicación de técnicas objetivas en la valoración de la respuesta al tratamiento, como la endoscopia o la ecografía intestinal", añade la experta.
Una percepción compartida por la miembro del Servicio de Digestivo del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid), la doctora Rocío Plaza, quien asegura que se debe "mejorar, monitorizar de forma más estrecha y adoptar los cambios necesarios en los pacientes que no están bien controlados, ya que esto tiene un gran impacto en la calidad de vida de los pacientes a largo plazo".
"Cada vez disponemos de más herramientas de monitorización como la ecografía intestinal o la calprotectina fecal que facilitan el seguimiento de la enfermedad de forma no invasiva. A pesar de ello, las utilizamos menos de lo que deberíamos, por lo que en algunos pacientes no somos capaces de detectar ese control subóptimo", añade la experta.
INNOVACIÓN Y OBJETIVOS TERAPÉUTICOS
"Los resultados de este estudio son significativos, ya que una gran proporción de los pacientes incluidos en el estudio 'IBD PODCAST' son tratados con terapias avanzadas", destaca el profesor de Medicina en la Universidad de Zaragoza y jefe de Sección de Enfermedad Inflamatoria Intestinal en el Hospital Clínico Universitario de Zaragoza, y coordinador de este estudio en España, el doctor Fernando Gomollón.
Más concretamente, el 72,7 por ciento de los pacientes con EC y el 40,9 por ciento de los pacientes con CU que participaron en el estudio estaban siendo tratados con terapias avanzadas.
"Actualmente intentamos seguir estrategias cada más personalizadas, con ayuda de biomarcadores en sangre, en heces, factores genéticos del paciente, hallazgos endoscópicos o ecográficos, que nos permiten elegir el mejor tratamiento para cada paciente en cada momento de su enfermedad", precisa la doctora Plaza.
Junto a la innovación, la doctora Vera subraya que "la ventana de oportunidad es un concepto que implica la realización de un diagnóstico y un tratamiento precoces en los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal con el objeto de detener la progresión de la enfermedad".
USO EXCESIVO Y DEPENDENCIA DE CORTICOIDES
El estudio, además, demuestra un uso excesivo de corticoides, un resultado que se confirma con la reciente publicación de la cohorte española de otro estudio internacional, 'DICE CAPTURE', entre cuyos autores también se encuentra el doctor Gomollón, donde se concluye que, en España, el 31 por ciento de los pacientes que reciben corticoides acaban siendo corticodependientes.
Dentro de este porcentaje, el 86 por ciento tienen una actividad de la enfermedad de moderada a grave. Como señala el doctor Gomollón, "eso significa que el uso a largo plazo de corticoides sigue siendo común en la práctica, lo que podría resultar en efectos secundarios evitables y en una falsa sensación de control de la enfermedad".
CURACIÓN MUCOSA
Por otro lado, el estudio 'IBD PODCAST' también refleja que un porcentaje de pacientes no logran la curación mucosa, objetivo terapéutico clave a largo plazo al asociarse con mejores resultados prolongados en el tiempo y reducción del daño intestinal.
Tal y como explica el doctor Gomollón, "a pesar de estar siendo tratados, el hecho de que no alcancen el control de la enfermedad resalta la necesidad de hacer una monitorización más estrecha y seguir contando con opciones terapéuticas", que permitan alcanzar "objetivos más exigentes como la curación mucosa para mejorar la calidad de vida de los pacientes".
Un aspecto relevante, ya que no alcanzar la curación mucosa se asocia a un mayor riesgo de complicaciones debido a la progresión de la enfermedad, ya sea pérdida en su calidad de vida, progresión de la enfermedad o aparición de manifestaciones extraintestinales (MEIs).
De hecho, 1 de cada 3 personas con EC y 1 de 4 con CU que no alcanzaron el control de la enfermedad presentaban lesiones o alteraciones fuera del tracto gastrointestinal, MEIs, siendo las más comunes psoriasis, artritis periférica y artritis axial.
UNA AFECTACIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA
El estudio también aborda aspectos relacionados con la calidad de vida, lo que se utilizaron diferentes cuestionarios que permitieron evaluar items relacionados con la carga de la enfermedad, el dolor (tanto articular como abdominal) o la urgencia fecal, entre otros.
En lo que respecta a cómo afecta en la calidad de vida, los pacientes con EC y CU que no alcanzan un control de su enfermedad muestran una menor calidad de vida, más acentuada en los pacientes de colitis ulcerosa, donde además la evaluación de la urgencia fecal revela el 33,2 por ciento no podían contener las heces durante al menos 15 minutos.
A su vez, estos pacientes muestran una afectación en las actividades diarias además de en aspectos como el cansancio o fatiga, el dolor, el sueño o el estado emocional.
Finalmente, el estudio también demuestra un mayor consumo de recursos sanitarios y costes directos, especialmente en el caso de CU, así como una pérdida de productividad laboral en aquellos pacientes que no alcanzan el control de su enfermedad en comparación con aquellos con aquellos que sí lo alcanzaron.
En cuanto a la productividad laboral, las diferencias en las puntuaciones medias de absentismo, presentismo e impedimento de actividad en pacientes con EII fueron significativamente mayores en pacientes que no alcanzan un control adecuado de su enfermedad en comparación con aquellos que sí lo alcanzaron.