MADRID, 25 Nov. (INFOSALUS) -
Es uno de los ligamentos junto al posterior que sirve para mantener el equilibrio y la estabilidad de la rodilla en cualquier actividad o situación física que requiera un esfuerzo considerable. La rotura del ligamento cruzado anterior es la lesión más común entre los futbolistas, profesionales y aficionados, de todas las edades.
Según explica a Infosalus el doctor Antonio Ojeda, especialista de Traumatología de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Victoria Eugenia de Sevilla de Cruz Roja Española, cuando este ligamento se rompe la indicación es quirúrgica sin embargo la decisión de pasar por el quirófano depende de seguir con determinadas profesiones, practicar ciertos deportes de contacto o el factor de la edad, ya que es posible hacer vida normal a pesar de que el ligamento esté roto siempre que no exista dolor asociado.
Las lesiones del ligamento cruzado anterior se producen debido a la elongación que sufre el ligamento que da lugar a pequeñas roturas en las fibras recuperables con rehabilitación pero que un movimiento brusco de rotación puede conducir a una rotura total.
Los síntomas de esta fractura del ligamento son un ruido, similar a un crujido o chasquido apreciable por la persona, dolor e inflamación de sangre. "En los casos agudos el diagnóstico diferencial es claro con la sola observación y la entrevista clínica en la que el paciente refiere los síntomas y la actividad que estaba realizando", explica Ojeda.
En otros casos la rotura es progresiva, aparecen y desaparecen las molestias y con el tiempo se produce una irritación inflamatoria que se repite y que lleva a acudir a la consulta del médico.
Estas lesiones son muy comunes en los deportes de contacto en los que la rodilla tiene una importancia decisiva en movimientos bruscos como sucede en el fútbol, baloncesto, rugby, tenis o pádel. La existencia de muchos jugadores aficionados al fútbol y el desarrollo de instalaciones deportivas municipales y de barrio con terrenos más adecuados para el juego ha reducido el número de lesiones, sin embargo, aún existen condicionantes de este tipo que pueden aumentar su incidencia.
"Los últimos datos de un estudio realizado por la Federación Madrileña de Medicina del Deporte indican que el uso de campos de césped artificial ha aumentado el número de lesiones agudas del ligamento cruzado anterior", añade Ojeda.
LOS NIÑOS, UNOS PACIENTES MUY ESPECIALES
La extensión del deporte en la infancia también ocasiona que los niños que juegan al fútbol, el deporte más extendido, también sufran estas lesiones. El especialista apunta que se ven roturas del ligamento cruzado anterior ya en niños de 8 y 10 años. Una lesión de este tipo en niños es de difícil tratamiento debido a la etapa de crecimiento en la que se encuentran, por lo que Ojeda recomienda el uso de una rodillera hasta que se realice la intervención quirúrgica al finalizar el crecimiento esquelético.
"Hasta entonces lo más indicado es mucha rehabilitación y practicar otro deporte que no implique de forma tan importante a la rodilla como el ciclismo o la natación", indica Ojeda, que aunque señala que existen cirujanos que operan a niños, los riesgos de complicaciones y que se altere en el menor la articulación de la rodilla son elevados.
El doctor señala que hay que tener especial cuidado en la práctica deportiva en lo que se refiere a niños con pies zambos o planos, sobrepeso y obesidad, hiperlaxitud o poca musculatura ya que pueden estar más predispuestos a este tipo de lesiones.
"Es posible si no evitar sí prevenir este tipo de lesiones si se utiliza calzado especial y adecuado al firme, se realizan estudios de la marcha y ejercicios dirigidos a fortalecer la musculatura como los propioceptivos", apunta Ojeda.
Para el especialista, la actual legislación sobre Medicina Deportiva debería poner especial hincapié en los aspectos preventivos de la salud de los deportistas y en especial de los menores, en los que no sólo se podrían evitar lesiones graves sino también futuros problemas de la articulación como la artrosis de rodilla.
UNA OPERACIÓN COMPLEJA
"La principal dificultad de la operación del ligamento cruzado anterior es su recolocación dentro de la rodilla, más viable en las lesiones agudas, ya que aún la técnica médica no ha logrado imitar por completo la morfología de este elemento anatómico, aunque los resultados de la intervención son buenos", explica el doctor Ojeda.
Una técnica quirúrgica que aún se emplea pero que tiene ya décadas es la que utiliza para la reconstrucción del ligamento un injerto del tendón rotuliano, es la que se denomina técnica 'Kenneth Jones' por su creador. Pero la técnica más utilizada en la actualidad es la que emplea un injerto de los tendones isquiotibiales que se encuentran en la parte interna de la pantorrilla.
El doctor Ojeda pone en práctica otro método quirúrgico que emplea el tendón del cuadriceps para un injerto de menor riesgo que las dos técnicas anteriores y que deja una pequeña cicatriz en la rótula.
Además, la última tendencia en la intervención sobre las estructuras óseas supone realizar túneles óseos y no atravesar el hueso para reinsertar y acomodar los ligamentos reconstruidos, la técnica TLS (del inglés 'Tape Locking Screw'), de un grupo belga de cirujanos ortopedistas deportivos. Ambos aspectos aportan más seguridad en los resultados que las técnicas anteriores.
Sin embargo, el doctor Ojeda advierte que son intervenciones que requieren seis meses de una minusvalía mínima que impide practicar deporte durante este periodo de tiempo y que es común su recurrencia y la necesidad de cirugías posteriores.