MADRID 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El mosquito de la fiebre amarilla ('Aedes aegypti') propaga múltiples virus intratables en los seres humanos y se controla principalmente con un pesticida llamado permetrina. Sin embargo, muchos mosquitos están desarrollando resistencia al pesticida.
Un nuevo estudio de Karla Saavedra-Rodríguez, de la Universidad Estatal de Colorado, en Estados Unidos, y sus colegas, publicado en la revista 'PLOS Genetics', identifica mutaciones relacionadas con diferentes estrategias de resistencia a la permetrina, que amenazan nuestra capacidad de controlar los brotes de la enfermedad.
Cuando los mosquitos tratados se encuentran con la permetrina en la naturaleza, hacen una de las siguientes cosas: mueren inmediatamente, son eliminados pero se recuperan, o no se ven afectados.
Saavedra-Rodríguez y sus colegas decidieron investigar las variaciones genéticas que conducen a estas tres respuestas al pesticida. El equipo recogió mosquitos de una colonia resistente a la permetrina en Tapachula (México), los expuso al pesticida en el laboratorio y luego secuenció los genomas de cada grupo.
Cuando compararon los genomas de los tres tipos de mosquitos, descubrieron que los mosquitos no afectados tenían principalmente mutaciones en el VGSC, un gen de un canal de sodio celular que se sabe que está implicado en la resistencia a los pesticidas.
En menor medida, estos mosquitos también presentaban mutaciones en los genes de desintoxicación y en los genes de la proteína de la cutícula. La cutícula constituye el duro caparazón de los insectos y puede frenar la entrada del pesticida en el organismo.
Los insectos que se recuperaron de la exposición presentaban mutaciones en los genes de la proteína de la cutícula y en otro grupo de genes de desintoxicación. Los resultados muestran que hay cambios genéticos distintos detrás de estos dos tipos de resistencia a la permetrina.
Los resultados del nuevo estudio ayudarán a los científicos a rastrear las mutaciones relacionadas con la resistencia en las poblaciones del mosquito de la fiebre amarilla del sureste de México.
Este conocimiento puede ayudar a los científicos a entender cómo han evolucionado los mosquitos a la resistencia y cuándo una población ya no puede ser controlada con permetrina. Esta comprensión será necesaria para desarrollar herramientas que apoyen futuras estrategias de gestión de insecticidas.