Muerte cerebral, estado vegetativo y coma: ¿es posible despertar?

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Publicado: sábado, 15 julio 2023 8:59

MADRID 15 Jul. (EDIZIONES) -

¿Es posible despertar de una muerte cerebral? ¿Y de un coma? La pérdida de actividad cerebral se puede producir por diferentes causas y, dependiendo del estado en el que quede la persona y sus umbral de reacción ante estímulos, esta situación se clasifica en muerte cerebral, estado del que está científicamente demostrado que es imposible despertar; estado vegetativo y coma, estados de los que es difícil pero no imposible despertar.

"El coma y la muerte cerebral no son sinónimos. En un estado de coma, el cerebro está funcionando al mínimo, pero en una muerte cerebral no hay ninguna función cerebral en absoluto y no se puede revivir, no es posible vivir sin cerebro", asegura el coordinador del Grupo de Trabajo e Intensivista del Hospital Universitario Donostia, el doctor Iker García Sáez.

Recientemente ha sido conocido el caso de un joven británico de 28 años que ha despertado tras "ser diagnosticado con muerte cerebral", pero la realidad es que el joven se encontraba en un estado de coma del que sí que es posible despertar aunque su situación era crítica y se mantenía con vida gracias a un soporte vital, tal y como adelantó el medio británico 'Daily Mail'.

Ante este hecho, el doctor García asegura que "no se puede revivir de un estado de muerte cerebral" porque este significa "a todos los efectos clínicos, y también legales, el fallecimiento". En cambio, en el caso del coma el doctor señala que "es cierto que hay veces en las que, con el tiempo, una persona se puede llegar a recuperar de un estado de coma, pero depende mucho del tipo de causa".

"La muerte encefálica se define como el cese completo, definitivo e irreversible de todas las funciones cerebrales. Es decir, es absolutamente irreversible. Pocas cosas hay en Medicina tan patentes e inequívocas como esta. Un hecho no solo respaldado por la Ciencia, sino también por la Ley", insiste el doctor García.

Sin embargo, el coma es "una disminución del nivel de conciencia hasta el punto de perder la respuesta a los estímulos". "Una persona que está dormida reacciona a los estímulos, pero una persona que está en coma, no", asegura el experto.

No obstante, existen diferentes estados de coma dependiendo de la parte cerebral afectada existiendo unos "estados intermedios" en los que los pacientes "reaccionan poco o solo a estímulos vigorosos" que, "en el caso del coma apenas reaccionan a nada y, en un coma profundo, a nada".

Entre las causas principales que pueden ocasionar un estado comatoso o de muerte cerebral se encuentran los traumatismos cráneo encefálicos (TCE). "Dependiendo de la magnitud y/o localización del
'daño' infligido por el traumatismo, los pacientes pueden caer en un estado comatoso, más o menos profundo. Dicho de otra manera, si un TCE ha provocado un estado de coma profundo, es porque el traumatismo ha sido grave o el daño se encuentra en una zona crítica y vital del cerebro", asevera el especialista.

Por otro lado, es frecuente confundir la muerte cerebral con el término "estado vegetativo" pero la realidad es que no son lo mismo. El término vegetativo se refiere a las "funciones corporales vegetativas, es decir, a la respiración, regulación de temperatura, digestión, etc".

"Es por esto por lo que se entiende como estado vegetativo la situación en la que el cerebro está funcionando lo mínimo como para mantener y regular dichas funciones. Sin embargo, no hay consciencia, esto es, los pacientes no son conscientes de sí mismos ni de lo que les rodea. Pueden llegar a reaccionar a ciertos estímulos, de forma automática e inespecífica, pero son absolutamente incapaces de comunicarse con su entorno", detalla el doctor García.

Por otro lado, en un estado de mínima consciencia, "los pacientes pueden tener algo de conciencia de su entorno, pero mínima, como bien señala el término. Son pacientes que han sufrido un
considerable daño cerebral, con importantes limitaciones y secuelas, y que, aunque muestran cierta capacidad de relacionarse con su entorno, esta es muy limitada", añade.

DIFERENCIAS ENTRE EL COMA INDUCIDO Y NO INDUCIDO

Dentro de la clasificación de "estado de coma" existen también dos tipos: el coma inducido, es decir "provocado" por los especialistas sanitarios para preservar la actividad cerebral y no causar mayores daños, y el coma no inducido, que se produce tras el traumatismo.

Según explican desde Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC), el coma inducido o coma farmacológico es un estado de inconsciencia controlado y provocado con fármacos sedantes que deprimen el nivel de consciencia del paciente hasta llevarlos a una situación de sedación profunda, en la que el paciente no responde a la voz ni a estímulos físicos.

"Hay casos en los que la causa no llega a provocar un coma profundo, pero en la UCI sí que tenemos que profundizarlo aún más. Y eso es lo que se conoce como 'coma inducido'. El motivo de que hagamos esto es que aquello que ha provocado el coma puede dañar aún más al cerebro si no lo evitamos, incluso a zonas que no han sido
dañadas inicialmente, y tenemos que proteger tanto lo ya dañado (para que no se dañe más) como la parte no dañada", explica el doctor García.

Si se induce el coma, se puede proteger el cerebro controlando una serie de parámetros como la presión intracraneal y la presión de perfusión cerebral, según asegura el especialista.

El coma se induce en pacientes que presentan patologías muy graves tales como un Síndrome de Distress Respiratorio Severo, Hipertensión Intracraneal, Estatus Epiléptico o una parada cardiorrespiratoria.

No obstante, este coma se mantiene solo durante la fase más grave de la enfermedad, mientras el paciente continúa muy inestable, controlándose este nivel de coma con diferentes sistemas clínicos de monitorización y reduciéndose en cuanto mejora su situación clínica mediante una disminución progresiva de los fármacos sedantes utilizados para provocarlo.

En cambio, en el coma no inducido, "despertar o no de él depende mucho de la causa y de la irreversibilidad del daño sufrido. Además,
pueden quedar secuelas leves, moderadas, graves o, directamente, incapacitantes y/o irreversibles", asegura el doctor García.

"Evidentemente, si el daño es severo, la parte dañada es extensa, o el daño se encuentra en una zona crítica y vital del cerebro, las probabilidades de salir del coma son remotas. Sobre todo, de salir bien y sin ningún tipo de secuela", puntualiza.

Con respecto a la posibilidad de desconectar a una persona del estado de coma no inducido, el experto apunta que se realiza en "aquellos casos en los que se ha constatado que no hay posibilidad de recuperación, es decir, en los casos en los que el daño es establecido, irreparable, irreversible y que conlleva secuelas muy graves, incapacitantes y que imposibilitan la más mínima calidad de vida".

Por último, desde la SEMICYUC aseguran que la idea de que una persona que ha estado muchos años en coma despierta "como si nada" no es real ya que la recuperación es gradual y depende mucho del daño que se haya producido.