Tras la muerte prematura del actor Matthew Perry, expertos alertan del uso de la ketamina

Archivo - La DEA investiga la muerte de Matthew Perry por ketamina - SMG / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTO - ARCHIVO

MADRID 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La ketamina solo debe ser recetado y administrado por profesionales de la salud capacitados para garantizar la seguridad del paciente, según las nuevas pautas publicadas por la Sociedad Estadounidense de Anestesiólogos (ASA); esta recomendación es consecuencia del uso del anestésico ketamina como una terapia innovadora para personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), depresión resistente al tratamiento y otros trastornos del estado de ánimo.

No obstante, los expertos recuerdan que el medicamento tiene efectos secundarios, algunos de los cuales pueden poner en riesgo la vida. "Tras la muerte prematura del actor Matthew Perry, debido a los efectos agudos de la ketamina, ha habido un número creciente de declaraciones y opiniones falsas o engañosas en la prensa sobre su uso", expone Donald E. Arnold, presidente de la ASA.

"La ketamina se introdujo originalmente y tiene su principal uso como anestésico. Como anestesiólogos, sentimos que es importante aumentar la conciencia sobre cómo usarla adecuadamente. Las personas que han luchado con problemas de salud mental y están comprensiblemente entusiasmadas con un nuevo tratamiento pueden no darse cuenta de que están arriesgando sus vidas al recibir tratamiento sin supervisión médica en clínicas no acreditadas o consultorios sin estándares de seguridad establecidos".

La ketamina, valorada desde hace tiempo por su papel en la sedación y anestesia durante los procedimientos médicos, también ha demostrado proporcionar alivio de los síntomas de depresión en minutos u horas, mientras que los medicamentos antidepresivos tradicionales pueden tardar semanas en mostrar beneficios. Aunque la ketamina no está aprobada actualmente por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para usos no anestésicos, cada vez se prescribe más fuera de indicación, lo que impulsa el rápido crecimiento de las clínicas de ketamina presenciales y virtuales en todo el país. La ketamina generalmente se administra por infusión o inyección y algunas clínicas de Estados Unidos la proporcionan por correo, indicando a los pacientes que se traten en casa.

Los pacientes que reciben ketamina en el hogar o en clínicas ambulatorias no acreditadas pueden no tener acceso al personal adecuado o a los equipos de reanimación de emergencia necesarios cuando se utilizan agentes anestésicos. Así lo pone de manifiesto la Guía de la ASA sobre el uso seguro de ketamina fuera del manejo del dolor agudo y la sedación para procedimientos. Igualmente, se recuerda que la ketamina puede causar una variedad de efectos secundarios, incluida la presión arterial alta y la respiración lenta, y administrarla de manera inapropiada puede provocar consecuencias potencialmente mortales, como insuficiencia respiratoria, problemas cardíacos y convulsiones.

De esta forma, la nueva guía, que está destinada a todos los usos no anestésicos de la ketamina, recomienda que la administración de ketamina para fines no anestésicos se adhiera a las mismas normas que otros anestésicos. Igualmente, se pide que siga los mismos principios de prescripción que otros medicamentos sedantes. Los pacientes solo deben recibir la prescripción del medicamento por una indicación médica como parte de un plan de tratamiento integral, por un profesional médico debidamente capacitado y autorizado que controle al paciente con visitas periódicas en persona. La ketamina intravenosa e intramuscular solo debe administrarse en un entorno supervisado bajo el cuidado de un profesional de la salud autorizado donde se disponga inmediatamente de equipo de rescate adecuado, señala la guía.

Otras cuestiones que también señala la guía son algunas como que el tratamiento con ketamina debe tener un resultado terapéutico y un curso de tratamiento definido. Asimismo, os profesionales médicos deben tomar medidas para garantizar que la terapia con ketamina lse utilice según lo prescrito. También deben estar atentos a las desviaciones hacia fines no médicos.

En otro orden de cosas, los expertos de ASA escriben que la ketamina debe prescribirse en la dosis mínima necesaria para lograr el efecto clínico deseado. Además, se debe educar a los pacientes sobre los posibles efectos adversos del uso de ketamina. Finalmente, se insiste en que la ketamina no debe administrarse en dosis que produzcan sedación excesiva, pérdida de conocimiento o falta de respuesta, excepto cuando se utilice como anestésico de procedimiento administrado por un profesional de la salud autorizado en un entorno adecuadamente equipado.

"Los anestesiólogos están trabajando con psiquiatras a través de investigaciones conjuntas, programas de capacitación y otras iniciativas para avanzar en el tratamiento de la salud mental con estos medicamentos. Las personas que creen que la ketamina podría ser útil para abordar sus problemas de salud mental deberían hablar con su médico de atención primaria o con un profesional de la salud mental", finaliza el doctor Arnold.