MADRID 9 Abr. (EUROPA PRESS) -
Las mutaciones en el ADN de las "fábricas" de energía de las células aumentan las posibilidades de supervivencia de los enfermos de cáncer de intestino, según un estudio publicado en la revista 'Nature Metabolism'.
Científicos financiados por Cancer Research UK han descubierto que los pacientes con cáncer colorrectal, una forma común de cáncer de intestino, tenían un riesgo de muerte entre el 57 y el 93%, dependiendo de la presencia y el tipo de mutaciones del ADN mitocondrial en sus tumores.
Los investigadores esperan que, en el futuro, los médicos puedan utilizar esta información para identificar a los pacientes con formas más agresivas de cáncer de intestino, de modo que puedan recibir los tratamientos más eficaces.
Mientras que la mayor parte de nuestro ADN se encuentra en el centro de nuestras células, en el núcleo, también tenemos una parte en las mitocondrias, que son pequeñas estructuras que se encuentran en nuestras células y que nos ayudan a convertir los combustibles de carbono, como el azúcar, en energía. Al igual que nuestro ADN nuclear principal puede tener errores al azar, o "mutaciones", lo mismo puede ocurrir con el ADN de nuestras mitocondrias.
Se sabe que las mutaciones mitocondriales pueden encontrarse en las células cancerosas, pero se ha investigado poco sobre lo que hacen o si tienen algún efecto sobre la respuesta al tratamiento o la evolución del cáncer.
Para responder a estas preguntas, los investigadores del Cancer Research UK Beatson Institute de Glasgow colaboraron con el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York para cotejar y analizar los datos del mayor conjunto de datos publicados de muestras tumorales que incluyen datos del genoma mitocondrial y los correspondientes resultados clínicos de los pacientes.
Al analizar estos datos de 344 pacientes con una forma común de cáncer de intestino conocida como cáncer colorrectal, los investigadores pudieron relacionar grupos de mutaciones con la probabilidad de supervivencia. Descubrieron que, tras controlar otras variables que afectan al riesgo de cáncer, como la edad, la presencia de mutaciones mitocondriales se asociaba a una disminución del 57 al 93% del riesgo de muerte por cáncer colorrectal, dependiendo del tipo de mutación del ADN mitocondrial.
El equipo también quería saber la frecuencia de las mutaciones mitocondriales en el cáncer en general. Utilizaron técnicas genéticas de vanguardia para examinar los datos existentes de más de 10.000 muestras de tumores de 23 tipos de cáncer y buscar mutaciones mitocondriales que se repitieran con frecuencia.
Descubrieron que las mutaciones mitocondriales estaban presentes en casi 6 de cada 10 muestras de tumores, y que 25 de los 30 genes con más mutaciones en los cánceres estaban presentes en el genoma mitocondrial.
Estos resultados indican que las mutaciones mitocondriales podrían desempeñar un papel en la supervivencia más allá del cáncer de intestino. Es necesario seguir investigando para comprender las implicaciones más amplias de las mutaciones mitocondriales en los distintos tipos de cáncer y profundizar en los fundamentos biológicos que las sustentan.
El doctor Payam Gammage, coautor y jefe de grupo en el Instituto Beatson de Investigación del Cáncer del Reino Unido, señala que "este nuevo estudio arroja luz sobre el impacto de las mutaciones del ADN mitocondrial en el cáncer, que se han pasado por alto durante décadas".
"Este descubrimiento podría tener una enorme repercusión en la atención a los pacientes, con la posibilidad de modificar los tratamientos sugeridos y las perspectivas de los pacientes en función del estado del ADN mitocondrial de su cáncer --prosigue--. Sin embargo, será necesario seguir investigando para trasladar estos descubrimientos del laboratorio a la clínica".
Por su parte, el doctor Ed Reznik, coautor principal del Centro Oncológico Memorial Sloan Kettering, explica que, "utilizando datos ocultos a la vista, hemos demostrado que una pieza crítica de la maquinaria celular para producir energía se rompe con bastante frecuencia en los cánceres. Ahora se plantea la cuestión de cómo estas mutaciones en el ADN mitocondrial podrían explotarse como objetivos farmacológicos".
Finalmente, Michelle Mitchell, directora ejecutiva de Cancer Research UK, destaca que "este trabajo pone de manifiesto lo mucho que queda por descubrir sobre el funcionamiento interno del cáncer, y todos los avances para las personas con cáncer que aún tenemos que desvelar".
A su juicio, "se pueden conseguir cosas increíbles a través de la investigación, y los beneficios son aún mayores cuando colaboramos con institutos de categoría mundial como el Memorial Sloan Kettering Cancer Center. Estamos deseando ver adónde nos lleva esta área de investigación relativamente inexplorada, que podría tener un potencial fantástico para los enfermos de cáncer", reconoce.