MADRID, 15 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) ha recomendado a la población que utilice mascarilla y evite hacer deporte en exteriores ante el paso de la borrasca Celia por la península ibérica, que ha traído consigo la calima, con un manto rojizo de polvo y barro, a la vez que ha teñido el cielo de color naranja.
La calima es una nube de polvo proveniente del Sahara africano, según explica en su web la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). Los fuertes vientos que se producen en el desierto sahariano son arrastrados hacia la península ibérica. Es un fenómeno más frecuente en las islas Canarias.
La nube de polvo contiene partículas no acuosas, opacas, que tiñen el cielo de un color amarillento o naranja. La calima, además, produce un aumento considerable de las temperaturas.
La calima desaparece cuando se produce un cambio en las masas de aire. Según la AEMET, la masa de aire proveniente del Sahara durará hasta el miércoles, cuando se desplace hacia el este y sea sustituida por un frente húmedo que provocará precipitaciones en la península y Baleares.
La irritación de las mucosas, la tos, el picor en los ojos o la dificultad para respirar son algunos de los efectos más severos que puede acarrear el polvo en suspensión.
"La calima trae consigo material particulado, las famosas PM, que son contaminantes. Aparte de que también pueden llevar incluso polen u hongos procedentes del norte de África", explica la secretaria general de SEPAR, Carmen Diego, en declaraciones a Europa Press.
Tal y como detalla la experta, estas PM son "contaminación al fin y al cabo". "Afecta sobre todo a pacientes con enfermedades respiratorias crónicas y gente que pueda estar en los extremos de la vida, como niños y mayores", argumenta.
Por ello, los neumólogos aconsejan que en estos días "se evite hacer deporte en ambiente exterior, ya que aumenta la frecuencia respiratoria y la probabilidad de inhalar este aire contaminado". Igualmente, recomiendan a los más vulnerables "intentar no salir de casa salvo lo estrictamente necesario".
De la misma forma, también ven aconsejable el uso de mascarilla. Dentro de sus tipos, la FFP2 puede ser la más indicada, ya que tienen "mayor capacidad de filtro". "Tienen una capacidad de filtración diferente y más exigente que las quirúrgicas", ha detallado Carmen Diego.
¿TIENE TAMBIÉN IMPACTO SOBRE LOS OJOS?
Por otra parte, especialistas de oftalmología Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico aconsejan hacer lavados oculares con suero fisiológico, usar con mayor frecuencia las lágrimas artificiales y evitar rascarnos los ojos a pesar del picor para evitar lesiones en la superficie ocular.
"En Canarias, la presencia del polvo en suspensión, que llega desde territorio sahariano, afecta con frecuencia a la población, teniendo efectos muy diversos sobre su salud y bienestar", explica el doctor Ángel García, oftalmólogo de Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico.
Las consecuencias más habituales de la calima en la salud están relacionadas con problemas respiratorios e irritación de las mucosas (obstrucción nasal, tos, etc.). Sin embargo, si esta calima densa se mantiene en el tiempo comienzan a aparecer cuadros de broncoespasmos, dolor torácico y asma.
Además, el oftalmólogo recuerda que "el picor e irritación en los ojos también es frecuente cuando vivimos episodios de calima densa y persistente".
De hecho, insiste en que "estos síntomas son aún más persistentes en personas que deben trabajar a diario en la calle o están mucho tiempo expuestas al polvo en suspensión", detalla el especialista. Por eso, para reducir la irritación o mejorar los síntomas oculares, el oftalmólogo de Vithas Eurocanarias Instituto Oftalmológico recomienda "realizar lavados oculares con suero fisiológico, usar frecuentemente lubricantes/lágrimas artificiales, evitar rascar los ojos en caso de picor ya que se puede dañar la superficie ocular".
En esta misma línea, el especialista asegura que "si los síntomas no remiten es aconsejable acudir a la consulta de urgencias oftalmológicas". "Estas recomendaciones son aún más importantes ante pacientes ya diagnosticados de enfermedades de la superficie ocular, como la queratitis, queratocono, úlceras, etc. o aquellos que han sido recién operados", apostilla.