MADRID, 25 Sep. (EDIZIONES) -
La neuralgia del trigémino es uno de los dolores más intensos que puede padecer el ser humano. Es una enfermedad muy debilitante que deteriora mucho la calidad de vida. Por ello, es muy importante el diagnóstico precoz: estos pacientes tienen una tasa aumentada de depresión, e incluso de riesgo de suicidio.
Así lo afirma en una entrevista con Infosalus el doctor José Cid Calzada, vocal de la junta directiva de la Sociedad Española del Dolor (SED), quien reconoce que se trata de un dolor que puede aparecer espontáneamente, si bien destaca que con más frecuencia tiene lugar al hablar, masticar, tragar, o incluso con el roce de la piel o del aire frío en esa zona de la cara. "También puede facilitarse por el estrés", advierte este especialista.
En concreto, explica que el nervio trigémino tiene su origen en una parte del encéfalo llamada 'protuberancia', y desemboca en el llamado 'Ganglio de Gasser', y que se sitúa en la base del cerebro.
"De él parten tres ramas, la oftálmica, la maxilar, y la mandibular. Es el nervio más complejo de la cara, y tiene dos funciones: motora y sensitiva. Las dos primeras ramas son sensitivas puras, recogiendo la sensibilidad de los dos tercios superiores de la cara; mientras que la tercera es mixta, sensitiva con el tercio inferior de la cara, lengua, articulación de la mandíbula y parte lateral de la cabeza, y motora, con el objetivo de proporcionar inervación a los músculos de la masticación, y también a los que controlan la ventilación del oído", detalla el también miembro del grupo de trabajo de la SED en Cefaleas y Dolor Orofacial.
Así, señala que la neuralgia del trigémino es el dolor percibido en el territorio inervado por una o varias ramas del nervio trigémino, siempre que cumpla unas determinadas características: "No todos los dolores de la cara son neuralgia del trigémino. A diferencia del resto, la neuralgia implica que lo que está dañado es el propio nervio, y no un tejido periférico como puede ser la piel, músculo o hueso de la cara".
PRINCIPALES SÍNTOMAS
El también secretario de la Sociedad Castellano Manchega del Dolor y coordinador de la Unidad del Dolor del Complejo Hospitalario de Toledo apunta también que la neuralgia del trigémino se caracteriza por episodios breves de dolor intensísimo en la cara, como sacudidas eléctricas que duran segundos y se limitan a la distribución de la rama del trigémino afectada.
Es más, precisa que entre cada descarga puede haber o no dolor continuo de menor intensidad. "Es unilateral, aunque en un 3% de los casos es bilateral, y las ramas afectadas con más frecuencia son la tercera y la segunda. Es más frecuente en las mujeres (2 mujeres por cada hombre) afectando a 4-29 de cada 100.000 habitantes cada año", agrega.
Además, indica que la neuralgia del trigémino se distingue porque suele comenzar por encima de los 40 años, con la máxima incidencia entre los 50 y los 60 años. "Es muy característico de la enfermedad que los paroxismos de dolor puedan desencadenarse tras la mínima estimulación de un área pequeña de la piel o de la mucosa de la boca, lo que llamamos 'puntos gatillo'", agrega.
En concreto, cita que las zonas gatillo se localizan con más frecuencia en: el pliegue naso-labial, labio superior, parte lateral del labio inferior, mejilla, mentón y encías. "Las acciones que suelen provocar la descarga son el roce con la piel, hablar, masticar, lavarse los dientes, lavarse o secarse la cara, beber o afeitarse", aclara el miembro de la SED.
El doctor Cid resalta igualmente que la neuralgia del trigémino se caracteriza por períodos de remisión que pueden durar meses o años, y por fases de recidiva. "En muchos la neuralgia se agrava y responde peor al tratamiento con el tiempo, a pesar de aumentar la terapia farmacológica. Con los tratamientos intervencionistas, quirúrgicos y no quirúrgicos, los pacientes suelen controlarse bastante bien. En algunos casos puede conseguirse remisión efectiva del dolor, pero es difícil hablar de curación completa al 100%", comenta el especialista de HM Hospitales.
Ahora bien, recalca que no todos los dolores faciales intensos son neuralgia del trigémino, habiendo otros tipos de dolor facial que pueden simularla, como los de origen dentario (caries, pulpitis, hipersensibilidad dental, enfermedad periodontal, pericoronitis, rotura dental, osteítis alveolar), los causados por alteraciones en los senos paranasales (sinusitis maxilar), o en las glándulas salivares (cálculos en el conducto que drena la saliva a la boca).
"También los trastornos temporomandibulares (articulación de la mandíbula), varios tipos de cefalea y otras neuralgias como la del herpes zóster. El especialista es el que hará el diagnóstico diferencial de estos trastornos", concluye.
POSIBLES CAUSAS
En este contexto, resalta cuáles pueden ser las causas que provoquen el desarrollo de esta neuralgia y que describirían las tres variantes de la enfermedad:
1. Neuralgia del trigémino clásica, que puede ser causada por compresión de la raíz del nervio trigémino en su entrada en el tallo cerebral por una arteria en su vecindad. Esta compresión produce alteraciones en el nervio dañando su cobertura protectora (mielina). Resalta que el tipo más frecuente (el 75% del total) es la neuralgia clásica, y la compresión neurovascular se puede diagnosticar bien por una Resonancia Magnética Nuclear (RMN) o mediante una cirugía. "Esta compresión produce cambios morfológicos en el nervio, dañando su cobertura protectora de mielina y haciéndolo más vulnerable, de forma que produce descargas eléctricas con mucha mayor facilidad", describe el miembro de la SED.
2. Neuralgia del trigémino secundaria o provocada por otra enfermedad (15% total). Este tipo se suele atribuir, según indica, a enfermedades neurológicas conocidas por producir este trastorno, como por ejemplo los tumores cerebrales, malformaciones arteriovenosas o la Esclerosis Múltiple (el 2% de estos últimos experimenta síntomas de Neuralgia del Trigémino).
3. Neuralgia del trigémino idiopática o de causa desconocida (10%). El experto en Medicina del Dolor subraya que esta clasificación comprende el 10% del total de los casos, y además, puntualiza que los tipos 'idiopático' y 'clásico' se subclasifican en grupo con dolor paroxístico puro y grupo con dolor continuo concomitante (que tienen también dolor continuo entre cada acceso de dolor paroxístico).
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTOS ACTUALES
El diagnóstico es clínico, es decir, se verifica por los síntomas que produce siempre que se cumplan unas condiciones, según prosigue el experto, al tiempo que añade que suelen ser necesarias pruebas de imagen como la RMN, que puede verificar si existe alguna compresión vascular del nervio o bien alguna malformación o tumor en el cerebro.
En cuanto a los tratamientos resalta que el inicial se basa en la toma de fármacos: "El 90% de los pacientes controla el dolor con medicación, al menos inicialmente. Si los efectos secundarios son importantes o la eficacia baja estaría indicada la cirugía de descompresión del nervio trigémino cuando se demuestre que existe una compresión del mismo por una arteria en una RMN".
El miembro de la Sociedad Española del Dolor agrega que en pacientes ancianos con enfermedades asociadas que aumenten el riesgo quirúrgico, así como en los pacientes en los que la neuralgia del trigémino es de causa desconocida y no responden a fármacos, estarían indicados los tratamientos ablativos o destructivos percutáneos sobre el ganglio de Gasser, que no implican cirugía y pueden hacerse de forma ambulatoria.
La compresión con balón y la neurolisis con glicerol también son efectivas, aunque actúan sobre todas las ramas del trigémino y no solo sobre las afectadas, según subraya. Estos tratamientos tienen una alta efectividad con una media de duración de los efectos de 3-4 años, y con frecuencia hay que repetirlos. La complicación más frecuente es la anestesia parcial de la zona de la cara tratada, y no se ha descrito mortalidad, sostiene.