MADRID, 12 Jul. (EDIZIONES) -
Las neuralgias son dolores fuertes y agudos, que siguen la ruta de un nervio y que tienen lugar por la irritación o daño del mismo. El término 'neuralgia' proviene de 'neural', o sea 'de origen nervioso', y 'algia' significa 'dolor'. La persona que experimenta una neuralgia nota abruptamente una 'deflagración eléctrica' en alguna parte de su cuerpo.
Además, las neuralgias se acompañan a menudo de percepciones anómalas en el funcionamiento de dicho nervio, tales como: hormigueo, falta de sensibilidad, ardor, cambios en la coloración de la piel e hinchazón, según explica en una entrevista con Infosalus el fundador de la Sociedad Catalana del Dolor, y actual coordinador de la Unidad del Dolor del Hospital General Universitario de Granollers (Barcelona), el doctor José Luis de Córdoba.
Una de las causas más habituales de las neuralgias son los atrapamientos nerviosos cuando un nervio queda comprimido por un ligamento o un músculo, según explica el también miembro del Comité Científico de la Fundación España Salud: "Los ejemplos más corrientes son la compresión del nervio mediano por el ligamento anular del carpo en la muñeca (túnel carpiano) y la de los nervios cubital y radial en el codo".
Desgraciadamente, otro de los motivos que provocan neuralgias en clínica humana son las operaciones quirúrgicas, las más habituales son las derivadas de las hernias inguinales y de la cirugía maxilofacial, según prosigue este experto en neuralgias.
El también responsable del Grupo de Trabajo-Intervencionismo-SEMDOR (Sociedad Multidisciplinar de Tratamiento del Dolor) recuerda que a medida que la columna envejece, los orificios internos de ésta se reducen por la artrosis, de tal manera que el nervio puede quedar cizallado a su salida del raquis, a través del agujero de conjunción, y provocar también una neuralgia.
A su vez, este experto apunta que existen neuralgias idiopáticas, cuya causa y mecanismo no se conoce con exactitud: "Quedan todavía muchos interrogantes por resolver". Así, y aunque hay muchos tipos de neuralgias, el doctor De Córdoba, a modo de ejemplo, se centra en dos neuralgias "emblemáticas y relativamente frecuentes":
1) MERALGIA PARESTÉSICA (MP): este "curioso nombre" se aplica a la neuralgia del nervio cutáneo lateral del fémur, un "nervio sensitivo puro ya que no inerva ningún músculo", que sale por debajo de la ingle y se distribuye por la cara externa del muslo. El paciente con MP nota en esa zona un hormigueo y quemazón constante. Los afectados lo definen como "fuego, picor, gruesa capa de piel acartonada, lombrices en constante movimiento", entre otras maneras de expresar dichas sensaciones neuropáticas.
En ocasiones se conoce la causa: llevar cinturones muy apretados que estrangulen el nervio contra el hueso de la cadera (cresta ilíaca). "Recuerdo un deportista de competición que después de colgarse en el arnés-trapecio de su catamarán tenía violentas crisis neurálgicas de MP, o como los que sufría un policía con el golpeteo diario del arma reglamentaria al caminar durante la ronda de vigilancia. No obstante, otras veces el mecanismo de la MP no está claro y hablamos de MP idiopática (causa desconocida)", aclara.
2) NEURALGIA DEL TRIGÉMINO (NT), "EL PEOR DOLOR DEL MUNDO": se conoce desde la Antigüedad y los pacientes que la padecen experimentan bruscamente un gran dolor en una zona de la cara. Se ha dicho con justicia que el dolor de la NT es el 'peor dolor del mundo', se describe como si un rayo eléctrico o un taladro perforasen la cara, e incluso peor.
El dolor se desencadena explosivamente ante estímulos cotidianos, como hablar, comer, o lavarse los dientes y, en general, cede a los pocos minutos de iniciarse el ataque. Desgraciadamente con el tiempo las crisis de NT se hacen cada vez más fuertes y frecuentes. A pesar de los avances actuales en imagen (Resonancia Magnética), el diagnóstico de la NT se basa fundamentalmente en las preguntas que le hace el médico al paciente. Sin embargo, dos de cada tres pacientes sufrirán la extracción de varias piezas dentales sanas antes de que algún médico avezado les aclare que el problema no está en sus dientes sino en el nervio trigémino.
Numerosos autores consideran que en la gran mayoría de los casos la NT se debe a que una arteria irrita, dentro del cráneo, al nervio trigémino. En el 2% la NT se debe a la esclerosis múltiple, una enfermedad caracterizada por placas de desmielinización en el cerebro y la médula espinal, y excepcionalmente a tumores cercanos al nervio auditivo y al cerebelo.
¿SE PUEDEN PREVENIR LAS NEURALGIAS?
En este contexto, el especialista subraya que es "difícil" prevenir, quizás evitando los movimientos repetitivos de las extremidades y favoreciendo posiciones ergonómicas; si bien reconoce que, a pesar de todo, la vida laboral no ayuda en ese sentido en muchos de los casos.
Entre los tratamientos más empleados para las neuralgias se encuentran los fármacos que atemperan la descarga neuronal, y entre ellos los que se usan para la epilepsia y la depresión, indica el doctor. "En contraposición, los 'intervencionistas del dolor' intentamos mitigar y/o solventar la causa que provoca la neuralgia", sostiene.
Volviendo a los ejemplos anteriores, De Córdoba señala que para tratar la MP se localiza ecográficamente el nervio femorocutáneo y se realiza una 'hidrodisección' con anestesia y antiinflamatorios. "El túnel carpiano lo tratamos de un modo parecido, mediante la hidrodisección eco-guiada del nervio mediano lo 'liberamos' de las adherencias circundantes que lo oprimen", apostilla.
Sobre el nervio trigémino, que nace del tronco cerebral y, antes de salir del cráneo, se 'apelotona' en una bola de nervios llamada ganglio de Gasser: "Para curar la NT insertamos dentro del cráneo un catéter especial, que lleva un pequeño balón en su punta, y comprimimos el ganglio de Gasser durante unos minutos. El balón se hincha con un contraste que permite ver su forma radiológica y monitorizar la compresión percutánea. Otra de las técnicas que practicamos es la inyección dirigida de toxina botulínica en ciertos músculos que, debido a su contractura crónica, alteran el funcionamiento de los nervios y provocan neuralgia".
En última instancia, y sobre el pronóstico de las neuralgias, el miembro de la Sociedad Catalana del Dolor y de la SEMDOR recalca que todo depende mucho del tipo de neuralgia y de la duración del problema, dado que "cuanto más tiempo de evolución (cronicidad) peor pronóstico habrá".
A su juicio, y en estos casos, debido a que el pronóstico empeora a medida que se prolonga la neuralgia, es conveniente consultar con el especialista en dolor en una fase temprana de la enfermedad.