MADRID 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
A pesar de que los síntomas más frecuentes de la narcolpesia son muy identificativos, la Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que un 60 por ciento de la población española y hasta un 85 por ciento de la población mundial está sin diagnosticar.
Tanto esta patología como el síndrome de las piernas inquietas son dos enfermedades neurológicas altamente infradiagnosticadas. Esto en parte se debe a que la narcolepsia se desarrolla de manera gradual y hasta que no se producen síntomas más graves, como la cataplejía, no se suele acudir al médico. En ocasiones, los síntomas se asocian a factores hormonales o cambios en el estilo de vida debido ya que generalmente, el inicio de esta patología coincide con la adolescencia o comienzo de la vida adulta.
"A menudo, las personas que lo sufren pueden 'haber normalizado' y adaptado su actividad a esa somnolencia excesiva y mal descanso nocturno. Por eso es tan importante su entorno, ya que a menudo se achacan esos síntomas a 'ser un dormilón' o 'ser vago', sin pensar que puede tratarse de un cuadro neurológico perfectamente reconocible", comenta la coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología, la doctora Ana Fernández Arcos.
Asimismo, la experta asegura que otro de los errores más comunes es que los pacientes de narcolepsia ocasionalmente son diagnosticados de depresión por psiquiatras. Al tratar a estos pacientes con fármacos antidepresivos, los síntomas disminuyen provocando así que el diagnóstico se retrase todavía más.
Estos son algunos de los motivos por los que se han visto retrasos en el diagnóstico de hasta 10 años en España. "Es importante que los pacientes obtengan un diagnóstico adecuado. Se trata de una enfermedad que puede limitar mucho la vida de quien la padece pero para la que existen tratamientos que pueden ayudar a manejar los síntomas y mejorar su a calidad de vida", recuerda la doctora.
90% CON PIERNAS INQUIETAS, SIN DIAGNOSTICAR
Hasta un 90 por ciento de españoles con síndrome de las piernas inquietas podrían estar sin diagnosticar. La SEN calcula que hasta un 10 por ciento de la población adulta y un 4 por ciento de los niños y adolescentes padecen esta patología en España, es decir, más de 2 millones de personas, de las cuales menos de 200.000 están diagnosticadas.
Además, "al igual que ocurre con la narcolepsia, en el inicio de la enfermedad, los síntomas se suelen manifestar de forma muy discreta y esporádica, lo que hace que muchas personas no consulten sus síntomas hasta que la enfermedad ya ha evolucionado", asegura la Vocal del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la Sociedad Española de Neurología, la doctora Celia García Malo.
Para concluir, la doctora Fernández Arcos recuerda que "ante la sospecha de que se pueda estar experimentando síntomas de alguna de estas dos enfermedades o de cualquier otra que curse con trastornos del sueño" se debe buscar atención médica "para obtener un diagnóstico preciso y poder recibir el tratamiento adecuado".