MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -
Los niños y jóvenes con enfermedades reumáticas y musculoesqueléticas (ERYMES) pierden de media 25,6 días de clase al año debido a su enfermedad, lo que afecta significativamente su progreso académico y su integración social, según se desprenden de un estudio de la Liga Reumatológica Española (LIRE) que alerta sobre la grave situación que enfrentan en el ámbito escolar
Además el estudio, publicado en el marco del Día Internacional de la Educación, que se celebrará este viernes 24 de enero, muestra que el 44 por ciento de las familias encuestadas señala que los centros educativos desconocen las implicaciones de estas patologías, lo que agrava las dificultades para ofrecer una educación inclusiva y adaptada. Y un 8,7% de estos alumnos se ve obligado a repetir curso por las consecuencias directas de su enfermedad.
"La educación es un derecho fundamental y los niños con enfermedades crónicas no deberían enfrentarse a barreras adicionales para acceder a ella. En este Día Internacional de la Educación, recordamos que garantizar la igualdad de oportunidades comienza con reconocer y atender las necesidades de los más vulnerables", destaca Ana Vázquez, presidenta de LIRE, que subraya la importancia de que los colegios adopten medidas que garanticen el bienestar académico y social de estos alumnos.
El estudio se basó en una encuesta dirigida a familias con pacientes menores de 17 años, pertenecientes a las 35 entidades de pacientes adscritas a LIRE en toda España, que en conjunto suman alrededor de 12.000 pacientes. El ámbito de análisis se centró en la enseñanza obligatoria en primaria y secundaria, de la cual el 68,2% de los estudiantes cursaban sus estudios en centros públicos, privados y concertados.
El informe también reveló que cerca del 80% de las familias encuestadas manifestaron un alto grado de insatisfacción respecto al nivel de implantación e información sobre la escuela inclusiva en sus centros educativos.
Estiman que el 1 por ciento de la población infantil menor de dieciséis años puede tener algún tipo de enfermedad reumática, siendo la más prevalente la artritis idiopática juvenil. Además, hay infancia con otras patologías menos frecuentes como la dermatomiositis infantil, la fiebre mediterránea, la espondilitis anquilosante o incluso fibromialgia.
No se trata solo de un conjunto de enfermedades que afectan a las articulaciones; también pueden impactar cualquier órgano o estructura corporal, con más del 95 % de asociación con el dolor. Esto conlleva implicaciones cognitivas y atencionales, así como otras comorbilidades como sordera, disfonía, limitación y dolor en la articulación temporomandibular (ATM), disfagia o dificultad para tragar, alteraciones en la atención, concentración, memoria y disfluencia del lenguaje, entre otras.