MADRID, 19 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los niños nacidos de madres con síndrome de ovario poliquístico (SOP) tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones, alergias y otras enfermedades infantiles a los 13 años, según el mayor estudio realizado para investigarlo.
El trabajo, que se publica en 'Human Reproduction', una de las principales revistas de medicina reproductiva del mundo, analizó a 1.038.375 niños nacidos en Quebec (Canadá) entre 2006 y 2020. De ellos, 7.160 niños nacieron de madres con SOP.
Los investigadores descubrieron que los hijos de madres con SOP tenían un 32% más de probabilidades de ser ingresados en el hospital con diversos problemas de salud que los hijos de madres sin SOP. Tenían un 31% más de probabilidades de ser ingresados por enfermedades infecciosas y un 47% más de probabilidades de ser ingresados por problemas relacionados con las alergias, como el asma.
El riesgo de hospitalización aumentaba por problemas relacionados con el metabolismo (un 59% más), el intestino (72%), el sistema nervioso central (74%) y los oídos (34%); también aumentaba por problemas respiratorios, como la neumonía (32%), y mentales y de comportamiento (68%). No hubo relación con el cáncer, y hubo poca diferencia entre niños y niñas en la asociación del SOP con la hospitalización.
El síndrome de ovario poliquístico es un trastorno común de los ovarios que puede afectar hasta al 10% de las mujeres en edad reproductiva. Las principales características son periodos irregulares, niveles elevados de la hormona masculina andrógeno, que puede causar un exceso de vello facial o corporal, y los ovarios pueden agrandarse y contener sacos llenos de líquido (folículos) que rodean los óvulos.
El síndrome de ovario poliquístico puede dificultar el embarazo y provocar aumento de peso, adelgazamiento del cabello y piel grasa o acné. Además, las mujeres con SOP corren el riesgo de padecer obesidad, diabetes de tipo 2 y enfermedades del corazón y los vasos sanguíneos.
Varios estudios han demostrado su relación con problemas en el embarazo y el parto, como la diabetes gestacional, la preeclampsia y el parto prematuro. Sin embargo, el efecto a largo plazo del síndrome de ovario poliquístico en la descendencia es poco conocido y ha recibido poca atención.
La doctora Nathalie Auger, catedrática de epidemiología de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Montreal (Canadá), que dirigió el estudio, afirma que "estos resultados llenan un gran vacío en lo que sabemos sobre la salud a largo plazo de los niños cuyas madres tienen SOP".
"Los médicos de atención primaria y los obstetras deberían considerar la posibilidad de identificar a las mujeres con síndrome de ovario poliquístico antes de la concepción y ofrecerles intervenciones tempranas, como el control del peso y estrategias para ayudar a prevenir problemas como la diabetes y las enfermedades cardíacas y vasculares --recomienda--. Los médicos de familia y los pediatras deberían considerar la posibilidad de realizar un seguimiento más estrecho de los niños después del nacimiento para minimizar la morbilidad. Una mayor concienciación de los padres puede ayudar a mejorar los resultados en los niños", añade.
Al tratarse de un estudio observacional, no puede demostrar que el síndrome de ovario poliquístico cause problemas de salud en los niños, sino sólo que está asociado a ellos, y tampoco puede mostrar qué mecanismos pueden estar implicados.
Sin embargo, la doctora Auger recuerda que "las mujeres con síndrome de ovario poliquístico pueden tener niveles elevados de andrógenos y resistencia a la insulina, lo que se ha relacionado con problemas en la placenta, como la inflamación de la membrana que rodea al feto, daños en los tejidos y deterioro de la función de la placenta. Todo ello crea un entorno subóptimo en el útero para los bebés que podría dar lugar a un deterioro de la función inmunitaria y a una inflamación sistémica de bajo grado", explica.
Según la investigadora, los factores genéticos también podrían influir, ya que el entorno en el útero provoca modificaciones en el funcionamiento de algunos genes en la descendencia.
Los investigadores ajustaron sus conclusiones para tener en cuenta factores que podrían afectar a los resultados, como otros problemas de salud de las madres, la edad, la paridad, el consumo de alcohol y tabaco y las privaciones socioeconómicas. Comprobaron que las asociaciones entre el síndrome de ovario poliquístico de la madre y la salud de los hijos no se explicaban por los tratamientos de fertilidad, los partos múltiples, los partos prematuros o los demás problemas de salud de las madres.
"Creemos que es necesario seguir investigando para ver si un tratamiento eficaz del SOP materno puede reducir el riesgo de problemas de salud en la descendencia y mejorar la salud a largo plazo. Necesitamos saber si el ejercicio, los cambios en la dieta y los medicamentos pueden marcar la diferencia", apunta Auger.
"En futuros trabajos, pretendemos examinar los resultados del embarazo, así como los resultados futuros de las mujeres con SOP --adelanta--. Estas mujeres pueden correr el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares u otros problemas de salud, y se necesita una investigación epidemiológica que documente esta posibilidad para ayudar a mejorar el tratamiento de estas pacientes".