MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
La obesidad infantil puede contribuir al desarrollo de enfermedades dermatológicas inmunomediadas (IMSD, por sus siglas en inglés) comunes, como la alopecia areata, la dermatitis atópica y la psoriasis, según un estudio realizado en Corea del Sur, cuyos hallazgos se han publicado en 'Journal of Investigative Dermatology'.
El estudio reveló que los niños obesos tenían más probabilidades de desarrollar enfermedades dermatológicas inmunomediadas comunes, en especial, dermatitis atópica, en comparación con los niños con un peso normal. Los niños que aumentaron de peso (de normal a sobrepeso) tuvieron un mayor riesgo de desarrollar dermatitis atópica que los niños que mantuvieron su peso normal, y los niños que perdieron peso (de sobrepeso a normal) tuvieron un menor riesgo de desarrollar dermatitis atópica que los niños que mantuvieron su sobrepeso.
El equipo de investigación llevó a cabo el estudio a gran escala utilizando datos de 2.161.900 niños coreanos entre 2009 y 2020 de una base de datos nacional en Corea del Sur, con el objetivo de ver cómo el peso de un niño y los cambios en el mismo están relacionados con el desarrollo de alopecia areata, dermatitis atópica y psoriasis.
Los trastornos de la piel relacionados con la edad perjudican la calidad de vida, incluido el bienestar emocional, físico, social y funcional, de los niños y sus familias. Aunque varios productos biológicos han demostrado ser eficaces para el tratamiento de niños con dermatitis atópica o psoriasis, las opciones limitadas y la falta de ensayos clínicos presentan desafíos.
Además, las tasas de obesidad infantil han aumentado en los últimos años, lo que la ha convertido en una crisis de salud pública, agravada por los efectos de la pandemia. Sin embargo, los mecanismos responsables de la participación de la obesidad en el desarrollo de enfermedades inflamatorias crónicas de la piel, como la psoriasis, la dermatitis atópica y las neoplasias malignas de la piel, siguen siendo inciertos.
"Creemos que varios factores, incluida la dieta, la obesidad u otros estilos de vida pueden afectar el entorno intestinal y contribuir al desarrollo de IMSD. Estamos tratando de encontrar las piezas del rompecabezas para demostrar cómo están conectados, y nuestra investigación actual es un paso hacia esa comprensión", ha explicado uno de los coinvestigadores principales del estudio, Hyunsun Park, de la Universidad Nacional de Seúl.
Otro de los coinvestigadores principales, Seong-Joon Koh, ha destacado que los hallazgos obtenidos respaldan la importancia de promover el mantenimiento del peso entre los niños que ya están dentro del rango de peso normal, así como fomentar la prevención del aumento excesivo de peso y la pérdida de peso intencionada a través de estrategias nutricionales cuando sea necesario, con el objetivo de reducir el riesgo de desarrollar IMSD en niños.