MADRID, 28 Oct. (EDIZIONES) -
Hay personas que se empeñan en ir al baño todos los días a costa de mucho esfuerzo defecatorio, de hacerse daño, de sangrado, de tener más riesgo de desarrollar hemorroides, y esto no tiene ningún sentido. Tenemos que conocer nuestro cuerpo, y si no es satisfactoria la forma en la que tenemos de ir al baño, hay que intentar mejorarla.
Así lo defiende en una entrevista con Europa Press Infosalus la cirujana colorrectal y del suelo pélvico Karina Cuiñas, quien ha publicado 'Tripas en acción' (Vergara), preguntada por cuántas veces es lo idóneo a la hora de defecar, y a la que cuestionamos más adelante sobre cuál es la mejor forma de ir al baño.
Insiste varias veces a lo largo de nuestra conversación telefónica de que el mejor momento para ir al baño depende de cada uno, y "no hay por qué ir todos los días al baño": "Depende de cada persona el momento de ir al baño, de su dieta, de sus hábitos, de su estilo de vida, de muchas cosas. Hay que tener primero más expectativas realistas a la hora de ir al baño. El mito extendido de que hay que ir todos los días, a la misma hora, y con la misma consistencia es un unicornio. Es difícil de llegar a eso y no todo el mundo tiene que aspirar a ello".
Por eso, esta experta destaca que a lo que debemos aspirar es a tener deposiciones satisfactorias, y además sin dañar el suelo pélvico. "No hay que ir todos los días al baño. Me da igual si vas una vez cada tres días, siempre que las heces tengan una buena consistencia, tengas una buena técnica, y ésta sea satisfactoria para ir al baño es perfectamente aceptable", remarca la doctora Kuiñas.
POR QUÉ ES MÁS DIFÍCIL DE LO QUE PENSAMOS EL IR AL BAÑO
Mantiene esta doctora de origen venezolano que "es más complejo de lo que pensamos defecar" porque hay que tener en cuenta que se tienen que juntar una serie de mecanismos, como el cerebro, el sistema nervioso autónomo, y nuestro suelo pélvico para poder ir al baño a expulsar heces.
Se necesita, por una parte tal y como apunta, que se dé una consistencia adecuada en el colon, que éste propulse la masa hacia el recto. Ya en el recto dice que se manda una señal al cerebro para indicarnos que están ahí las heces esperando para la evacuación. "Cuando creemos que es conveniente ir al baño, nuestro cerebro activa el modo de relajación de nuestro suelo pélvico. En ese momento, adoptando la postura y la técnica adecuadas podemos defecar. Es complejo pero no es difícil. Los niños lo hacen sin que les digamos nada, el problema es que cuando somos adultos desaprendemos y cogemos malas costumbres a la hora de defecar".
Aquí resalta esta cirujana colorrectal y del suelo pélvico que hay personas que ven más fácil hacerlo por la mañana porque cuando nos despertamos "también lo hace nuestro colon", y aumentan sus movimientos. "Por eso es más fácil defecar por la mañana porque nuestro colon está más activo. Pero para ir hay que hacerlo cuando tienes ganas y la necesidad. Es el momento en el que puedes tener una evacuación más efectiva. No hay que empeñarse en ir a una hora determinada, si no en escuchar a nuestro cuerpo", apostilla Kuiñas.
Luego se pueden adaptar las rutinas al día a día, e intentar acostumbrar al cuerpo a hacerlo a un determinado momento, tal y como aclara esta doctora. En este sentido, considera que suele ser más efectivo por la mañana, pero no pasa nada si se va al baño a defecar por la noche, o en cualquier otro sitio que no sea nuestra casa. "Siempre que tengas ganas es el momento ideal de hacerlo", reitera esta experta.
CUANDO HAY PROBLEMAS PARA IR AL BAÑO
Sobre por qué muchas veces tenemos ganas de ir al baño y no podemos, Kuiñas señala que habría que ver qué pasa en estos casos, y estudiar si tenemos deseo defecatorio: "Cuando nos sentamos a hacer una deposición y no logramos hacer nada podemos sospechar de que hay un problema a nivel de suelo pélvico, que nos impide esa defecación".
Pero sostiene esta especialista que también muchas veces se asocia el estreñimiento con un movimiento de colon normal y una consistencia de heces igualmente normal, si bien el problema se encuentra a nivel de suelo pélvico, que no lo podemos relajar del todo bien a la hora de hacer deposiciones. "Esto habría que estudiarlo y tratarlo específicamente; y por eso es importante saber cuál es el origen del estreñimiento para tratar la causa. No tiene sentido en este caso, por ejemplo, dar laxantes cuando el problema está en tu suelo pélvico", subraya la doctora.
CÓMO DEBEMOS DEFECAR: EL EJEMPLO SON LOS NIÑOS PEQUEÑOS
En último lugar, charlamos con esta especialista sobre cómo debemos defecar, cuál es la mejor manera, y destaca que para saber cómo hacerlo de la mejor manera posible siempre debemos tomar como ejemplo a los niños pequeños: "Los niños van al baño cuando tienen ganas, sin importarles dónde se esté. Lo hacen en la posición de cuclillas. En esta posición es cuando las rodillas están por encima de la cadera, de manera que se relaja mejor el suelo pélvico y es más fácil defecar; y luego lo que suelen hacer los niños es defecar sin esfuerzo abdominal, sin quedarse rojos por el esfuerzo, sino que suelen hacer respiraciones diafragmáticas".
En cuanto al empleo y consulta del móvil mientras defecamos, algo habitual en nuestra sociedad actual, esta experta rechaza la práctica, "hay que desecharlo a la hora de ir al baño" porque argumenta que suele facilitar la 'dificultad defecatoria' al usarse como distracción. "De esta manera no se relaja bien el suelo pélvico a la hora de defecar. El móvil está prohibido a la hora de ir al baño porque inconscientemente tardamos más tiempo en ir baño, y aunque hayamos terminado de defecar, sí tenemos más riesgo de debilitar el suelo pélvico y de tener por ejemplo problemas como hemorroides por la presión que se hace sentándonos en el váter de esa forma", continúa.
Sobre el tiempo de ir al baño, lo ideal, a su juicio, es hacerlo en el menor tiempo posible, porque cuando tenemos que pasar mucho tiempo haciendo el esfuerzo hay que ver el porqué, si es un problema porque no vamos cuando tenemos ganas, o bien porque padecemos algún tipo problema de suelo pélvico o problema anatómico, y que nos bloquea la salida de las heces.
"Entonces, tendríamos que pedir ayuda para poder solucionar el problema. Lo normal no es estar media hora en el baño, y esto nos da papeletas para tener hemorroides futuras", concluye la cirujana colorrectal y de suelo pélvico.