No, hermafroditismo e intersexualidad no son lo mismo (aunque se usen como sinónimos)

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Actualizado: martes, 10 septiembre 2019 10:26

MADRID 9 Sep. (EDIZIONES) -

Los términos hermafroditismo e intersexualidad se usan indistintamente y como sinónimos para describir una condición que se basa en la presencia simultánea de rasgos femeninos y masculinos en un mismo individuo. Pero son conceptos diferentes.

Así lo confirma la miembro del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología (IASP), Marina Cabello, en una entrevista con Infosalus, en la que diferencia, en primer lugar, que la condición de hermafroditismo hace referencia a animales o plantas mientras que la intersexualidad sí es aplicable a humanos.

Así, hermafrodita se refiere a organismos "que tienen órganos reproductivos usualmente asociados a los dos sexos, macho y hembra. Es decir, a aquellos seres vivos que tienen un aparato mixto capaz de producir gametos masculinos o espermatozoides, y femeninos u óvulos", indica Cabello.

Por su parte, la intersexualidad constituye "una variación biológica de las características sexuales que no se ajustan a las categorías típicas, masculina o femenina", matiza la experta. "Se da en humanos que presentan una discrepancia entre su sexo y sus genitales", agrega Cabello.

Es decir, estas personas "nacen con características sexuales internas, órganos, hormonas y cromosomas, y externas o genitales que difieren con las características médicas o sociales culturalmente establecidas para cuerpos femeninos o masculinos", explica la experta.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) resume que "las personas intersexuales nacen con caracteres sexuales, como los genitales, las gónadas y los patrones cromosómicos, que no se corresponden con las típicas nociones binarias sobre los cuerpos masculinos y femeninos".

Pero intersexualidad no sólo define una variación, sino que describe una amplia gama de ellas, según la ONU, que matiza que estas variaciones son "naturales". "En algunos casos los rasgos intersexuales son visibles al nacer, mientras que en otros no se manifiestan hasta la pubertad. Algunas variaciones cromosómicas de las personas intersexuales pueden no ser físicamente visibles en absoluto", apunta la entidad. La Organización Mundial de la Salud cifra en un 1 por ciento el porcentaje de personas intersexuales a nivel mundial.

Además de la diferenciación en el concepto, hay otra circunstancia, la reproducción, que separa irremediablemente hermafroditismo e intersexualidad. "Mientras que los hermafroditas pueden producir óvulos y espermatozoides al mismo tiempo, esto no es posible en humanos. Además, los intersexuales pueden no ser fértiles y, por el contrario, los hermafroditas siempre son capaces de reproducirse", asegura Cabello.

TIPOS DE INTERSEXUALES

"Hay una gran variabilidad de formas en las que se expresa la intersexualidad, según las variaciones en el genotipo y fenotipo", continúa Cabello, que habla de cuatro categorías diferentes. En primer lugar, la intersexualidad 46. XX "se da en personas que presentan genotipo femenino (XX) y, aunque tienen útero, los genitales externos son masculinos, mientras que la intersexualidad 46. XY presenta un genotipo masculino (XY) y genitales femeninos o ambiguos", expone la experta.

Por otra parte, "en la intersexualidad gonadal verdadera se observa una presentación simultánea de ovarios y testículos y unos genitales externos masculinos, femeninos o intermedios", afirma Cabello. El último tipo, la intersexualidad compleja o indeterminada, comporta la no existencia de "incongruencia entre genotipo y fenotipo y se da una variación hormonal o del número de cromosomas", diferencia la miembro del Instituto Andaluz de Sexología y Psicología.

APOYO PSICOLÓGICO EN LA INTERSEXUALIDAD

Las variaciones en la diferenciación sexual no generan dolor o malestar y, como hay casos en las que ni siquiera son perceptibles externamente, la mayoría de los casos de intersexualidad lo que sí precisan es tratamiento y apoyo psicológico para la persona y sus familiares y no médico o quirúrgico.

A este respecto, Cabello subraya que la razón es que "nos encontramos en una sociedad marcada por el binarismo de género en la que todo lo que se diferencia de las características establecidas para la mujer o el hombre genera confusión e incluso rechazo".

La experta añade que "cada persona nace con unas características sexuales determinadas y se siente de una forma u otra independientemente de dichas características. Si esto estuviera socialmente bien aceptado no habría problemas ni daños psicológicos. Sin embargo, culturalmente queda bien establecido cómo se ha de sentir una persona en función de estas características".

Hay que matizar que la identidad de género no sólo no puede coincidir en las personas intersexuales, sino que en las que no lo son también puede hacerlo. "Generalmente coincide la identidad de género con la manifestación fenotípica, pero no siempre es así y habría que profundizar más acerca de cuanto de esta identificación se debe a lo que socialmente nos han inculcado en función de nuestros genitales externos", detalla Cabello.

Además, de que la intersexualidad no tiene nada que ver identidad de género, tampoco se relaciona con orientación sexual. La ONU establece que "ser intersexual está relacionado con las características biológicas del sexo y no tiene que ver con la orientación sexual o la identidad de género de las personas. Una persona intersexual puede ser heterosexual, gay, lesbiana, bisexual o asexual y puede identificarse como mujer, hombre, ambos o ninguna de las cosas".

Precisamente el enorme peso de lo social decanta la balanza hacia la elección del sexo por parte de familiares o profesionales médicos. En este caso, se lleva a cabo una cirugía. "Estas intervenciones, invasivas e irreversibles generalmente, son arriesgadas y polémicas debido a que en muchos casos se llevan a cabo en menores o incluso en recién nacidos, sin darle la opción de elegir libremente cuando se encuentren preparados para ello", lamenta la experta.

En otras ocasiones, la persona se siente como perteneciente a un género u otros, pero puede 'elegir', según Cabello, "en base a presiones familiares o sociales, aunque realmente haya una discrepancia entre lo que siento y lo que elijo".

Los procedimientos quirúrgicos pueden producir "esterilidad, dolor, incontinencia, pérdida de sensibilidad sexual y depresión, entre otros", afirma la miembro del IASP, que considera que "debiera ser una opción para quien así lo solicite expresamente, con consentimiento pleno, libre e informado".