MADRID 11 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un trabajo reciente de la Universidad de Jyvskyl en Finlandia ha demostrado que correr ayuda a prevenir el aumento de peso o grasa en quienes continúan corriendo, sin embargo todo apunta a que es un mito que correr ayude a perder peso.
Los investigadores señalan que existe evidencia científica convincente de que después de una pérdida inicial de masa grasa debido a un régimen de ejercicio, el cuerpo reduce su gasto energético general para conservar energía y, en última instancia, sus reservas de masa grasa; de modo que se deja de perder peso.
"Nuestros datos muestran claramente que el ejercicio de carrera durante toda la vida, ya sea carreras de larga distancia o carreras cortas repetidas, mantiene niveles de masa grasa más bajos que un estilo de vida físicamente activo típico y también más que si se participa en deportes de fuerza", afirma el doctor Simon Walker, docente en Fisiología del Ejercicio de la Facultad de Ciencias del Deporte y la Salud.
La masa grasa fue significativamente menor en los atletas de velocidad y de resistencia en comparación con los atletas de fuerza. Realizar entrenamiento de fuerza durante mucho tiempo es mejor para mantener la masa muscular. El mismo estudio demostró que los individuos que participaban en entrenamiento de resistencia de por vida mantenían la masa muscular mejor que aquellos que competían en deportes de velocidad y carreras de larga distancia. Además, los entrenadores de fuerza más mayores tenían una cantidad similar de masa muscular que sus homólogos jóvenes.
El doctor Walker sugiere que un enfoque de entrenamiento combinado puede ser más beneficioso para optimizar la composición corporal a lo largo de la vida. "En términos de mejorar la composición corporal mediante el aumento de la masa muscular y el mantenimiento de una masa grasa que no afecte a la salud, parece que es recomendable un enfoque combinado. Sabemos que ambos tejidos, el adiposo y el muscular, influyen en la salud general y funcionan de manera opuesta. Por tanto, la mejor estrategia sería optimizar ambos", afirma.
Walker sugiere que dos o tres sesiones de ejercicio aeróbico y lo mismo de ejercicio de resistencia (es decir, de 4 a 6 sesiones por semana), dependiendo de su preferencia, estado de ánimo, motivación o teniendo en cuenta la variación estacional, deberían conducir a los mismos tipos de resultados observados en los atletas del estudio.
"La clave tal vez sea, en primer lugar, prevenir un aumento de la masa grasa o una pérdida de masa muscular y mantener el ejercicio durante toda la vida. Por lo tanto, la práctica de ejercicio regular durante toda la vida ayuda a mantener una composición corporal saludable. Eso no es un mito", añade.