MADRID, 9 Nov. (EDIZIONES) -
Normalmente no necesitamos orinar por la noche porque nuestro organismo produce una hormona, llamada vasopresina, que hace que se origine menos orina. Ahora bien, sí hay situaciones, o patologías, que nos obligan a ir más al baño a pesar del sueño. Vamos a conocerlas, y en la medida de lo posible conocer cómo prevenirlas para evitar interrumpir nuestras horas de descanso.
"No es normal en edades tempranas que nos tengamos que levantar al baño para orinar durante la noche pero, con el envejecimiento, y en especial en la mujer con la menopausia, sí que es habitual el levantarse al menos una vez a orinar por la noche", afirma en una entrevista con Infosalus la coordinadora nacional del Grupo de Urología Funcional Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología, la doctora Blanca Madurga Patuel.
Así, esta especialista destaca que la 'nocturna' o 'nocturia' tiene lugar cuando nos levantamos dos o mas veces a orinar por la noche, siempre que las ganas aparezcan cuando estamos durmiendo, es decir, siempre precedidas de sueño.
"Si una persona sufre algún tipo de insomnio, o está en estado de vigilia y orina varias veces no es una nocturna. Se diagnostica fácilmente a través de un diario miccional", aclara la experta. Según subraya, es más frecuente en hombres a partir de la quinta década de la vida; en cambio, precisa que cuando sucede en sujetos jóvenes, es más frecuente en mujeres.
En concreto, la miembro de la AEU establece que la causa más habitual de nocturna son los malos hábitos higiénico-dietéticos, tales como beber antes de acostarse o las cenas tardías propias de nuestro país, que hacen que segreguemos, obligatoriamente, más orina al acostarnos.
"Por supuesto, el envejecimiento también hace que nuestros mayores se tengan que levantar a orinar con más frecuencia por la noche. Podemos hablar de la 'vejiga hiperactiva', que es una enfermedad que sufren el 70% aproximadamente de las personas mayores de 70 años, y que tiene como uno de los síntomas la nocturna", agrega.
La doctora Madurga apunta también en este caso que son frecuentes las visitas al baño por la noche en los varones con Hiperplasia benigna de próstata (HBP), en los pacientes que toman diuréticos por la noche para el control de su hipertensión, en los cardiópatas que retienen líquidos durante el día, en los diabéticos, en el caso de las mujeres embarazadas, así como en un largo etcétera de pacientes.
Para el tratamiento, según prosigue la uróloga, hay que investigar las enfermedades que tiene el paciente, los medicamentos que toma y sobre todo sus hábitos: "En la mitad de los casos si modificamos malas costumbres arreglaremos el problema".
CUÁNDO CONSULTAR CON UN ESPECIALISTA
Con todo ello, la coordinadora nacional del Grupo de Urología Funcional Femenina y Urodinámica de la Asociación Española de Urología insiste en que debemos consultar con el especialista cuando la nocturna suponga un "deterioro importante" en la calidad de vida de cualquier persona. "Normalmente, si no hay una enfermedad de base, con unas simples indicaciones será suficiente para que puedan obtener un sueño reparador sin interrupciones", remarca.
A su vez, la miembro de la Unidad de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz hace hincapié en que, en ausencia de patología, puede ser conveniente para evitar la necesidad de orinar por la noche el realizar cenas tempranas, o bien el no beber ningún líquido al menos 3 horas antes de acostarse.
"Si es un diurético la causa, sencillamente cambiar su toma al desayuno. En caso de paciente cardiópatas se deben acostar una pequeña siesta con las piernas ligeramente elevadas, y de esta forma se 'vaciarán sus piernas' del líquido retenido y tendrá menos volumen por la noche", sentencia la también profesora asociada de la Universidad de Cádiz.