Una nueva plataforma de anticuerpos aborda las mutaciones virales de rápida evolución
MADRID 5 Nov. (EUROPA PRESS) -
Científicos de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (Estados Unidos), en colaboración con colegas en el campo, han desarrollado una innovadora plataforma de anticuerpos destinada a abordar uno de los mayores desafíos en el tratamiento de virus de rápida evolución como el SARS-CoV-2: su capacidad para mutar y evadir las vacunas y terapias existentes.
Los resultados, que se publican en 'Cell', que incluyen estudios preclínicos en ratones, se presentan en la Plataforma de Nanocuerpos Adaptativos Multi-Epitope Targeting and Avidity-Enhanced (AMETA), un nuevo enfoque de anticuerpos para abordar cómo los virus como el SARS-CoV-2, que causa la COVID-19, evolucionan para evadir las vacunas y los tratamientos.
Desde el inicio de la pandemia de COVID-19, el SARS-CoV-2 ha mutado rápidamente, lo que ha hecho que muchas vacunas y tratamientos sean menos eficaces. Para combatirlo, el doctor Yi Shi y su equipo en el Icahn Mount Sinai crearon AMETA, una plataforma versátil que utiliza nanocuerpos diseñados para atacar simultáneamente múltiples regiones estables del virus que tienen menos probabilidades de mutar. Esta estrategia de objetivos múltiples, combinada con un aumento significativo de la fuerza de unión, proporciona una defensa más duradera y resistente contra los virus en evolución, dicen los investigadores.
"El escape mutacional del SARS-CoV-2 ha sido un desafío constante, y las vacunas y los tratamientos actuales tienen dificultades para seguir el ritmo de la rápida evolución del virus", apunta el doctor Shi, autor principal correspondiente y profesor asociado de Ciencias Farmacológicas en Icahn Mount Sinai. "La mayoría de los anticuerpos terapéuticos se dirigen a un solo sitio viral y pierden eficacia en el plazo de un año a medida que aparecen nuevas variantes. Sin embargo, AMETA está diseñado para unirse a múltiples regiones conservadas del virus a la vez, lo que dificulta mucho el desarrollo de resistencia. Esta plataforma puede adaptarse potencialmente a otros patógenos de mutación rápida, lo que ofrece un enfoque duradero y adaptable para el manejo de enfermedades infecciosas a nivel mundial".
AMETA está diseñado mediante la unión de nanocuerpos especializados a un armazón de IgM humana, que es parte de la estructura de defensa natural del sistema inmunológico que ayuda a combatir las infecciones. Esto permite que AMETA muestre más de 20 nanocuerpos a la vez, lo que aumenta significativamente su capacidad de unirse al virus al dirigirse a múltiples regiones estables en su superficie, dicen los investigadores. Como resultado, AMETA es mucho más eficaz contra variantes avanzadas, ofreciendo hasta un millón de veces más potencia en comparación con los anticuerpos tradicionales que se centran en un solo objetivo.
Tanto las pruebas de laboratorio como los experimentos en ratones han demostrado que las construcciones de AMETA son altamente efectivas contra una variedad de variantes del SARS-CoV-2, incluidas las sublinajes Ómicron altamente mutadas e incluso el virus SARS-CoV estrechamente relacionado, según los investigadores.
El equipo utilizó herramientas de imagen avanzadas como la criomicroscopía electrónica y la criotomografía para revelar que AMETA neutraliza el virus a través de varios mecanismos inesperados. Estos incluyen la agrupación de partículas virales, la unión a regiones clave de la proteína de la espícula y la alteración de la estructura de la espícula de formas no observadas en otros tratamientos antivirales, impidiendo que el virus infecte las células.
"Nuestro objetivo con AMETA es crear una plataforma duradera que supere las propiedades de rápida evolución de los patógenos virales", afirma Adolfo García-Sastre , coautor principal del estudio y director del Instituto de Salud Global y Patógenos Emergentes en Icahn Mount Sinai. "Esta plataforma no es solo una solución para la COVID-19, sino que también podría servir como marco para combatir otros microbios humanos que mutan rápidamente, como el VIH, y para la protección contra futuros virus emergentes, incluidos los virus de la gripe con potencial pandémico".
"El diseño flexible de AMETA permite que se adapte rápidamente para atacar una amplia gama de patógenos, lo que proporciona una solución ágil y dinámica para las infecciones emergentes. Nuestros hallazgos representan un gran paso adelante para superar el escape mutacional entre virus y microbios resistentes a los antibióticos", agrega el doctor Shi.
Gracias a su estructura modular, AMETA también permite una producción rápida y rentable de nuevas construcciones de nanocuerpos, lo que lo convierte en un candidato ideal para abordar futuras pandemias, afirman los investigadores. Los investigadores se están preparando ahora para realizar ensayos preclínicos adicionales y posibles ensayos clínicos para evaluar el potencial terapéutico de AMETA en diversas enfermedades.