MADRID 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de investigadores internacionales, liderados por la Escuela Icahn de Medicina en Monte Sinaí (Estados Unidos), ha descubierto que la mutación del gen no codificante RNU2-2, que hasta ahora había pasado desapercibido, es responsable de los trastornos del neurodesarrollo más comunes como la discapacidad intelectual, los trastornos del espectro autista, las enfermedades motoras y epilepsias.
Este descubrimiento ofrece "respuestas" y "esperanza" a miles de familias que llevan años buscando el diagnóstico de una serie de trastornos de base genética que se manifiestan en la primera infancia, y que pueden provocar situaciones altamente discapacitantes.
"Sabemos por años de experiencia en el apoyo a pacientes y familias con enfermedades genéticas raras que recibir un diagnóstico como este puede cambiar la vida y ser el primer paso para poner en marcha el apoyo y la atención adecuados", ha destacado el coordinador de la infraestructura IMPaCT-Genómica, Ángel Carracedo, que ha participado en la investigación junto con los programas de enfermedades raras no diagnosticadas ENoD-CIBERER y URDcat.
Tras ello, ha resaltado que la red de hospitales participantes en la infraestructura IMPaCT Genómica y otros programas de enfermedades no diagnosticadas pueden aprovecharse de estos "punteros" descubrimientos y mejorar "rápidamente" las tasas de diagnóstico a nivel local.
Los científicos han señalado que los avances en las técnicas de secuenciación del genoma completo y la exploración de regiones no codificantes en grandes cohortes de pacientes han supuesto reciente y gran avance en la genética de los trastornos del neurodesarrollo.
"Trabajar con datos genómicos de cohortes grandes de pacientes bien caracterizados fenotípicamente, con sistemas de análisis masivos y de intercambio de datos, brinda la oportunidad de acelerar el descubrimiento de nuevos hallazgos y validarlos rápidamente, como se demuestra en este estudio en el que colaboramos", ha señalado Carracedo.
El equipo de investigadores, a partir del descubrimiento del año pasado del síndrome RNU4-2/ReNU el año pasado, uno de los tipos monogénicos más comunes de los trastornos del neurodesarrollo, ha logrado identificar este nuevo síndrome relacionado que está causado por mutaciones en el gen no codificante RNU2-2.
Tras analiza los datos de miles de personas con trastornos del neurodesarrollo se han podido hallar nueve casos con mutaciones de novo en este gen, a los que se han sumado otros 16 casos fruto del análisis masivo de otras ocho colecciones de enfermedades raras no diagnosticadas.
La identificación de las mutaciones en RNU2-2 como nueva causa de los trastornos del neurodesarrollo es "especialmente notable" debido a que consolida la importancia biológica de estos genes en ese tipo de patologías, pues tienden a producirse espontáneamente en lugar de heredarse de los progenitores.
Por su parte, la colaboradora de la coordinación de ENoD-CIBERER e IMPaCT-Genómica, Beatriz Morte, ha expresado que este descubrimiento también posibilita nuevas investigaciones encaminadas a explorar los mecanismos moleculares subyacentes al trastorno.
La experta también ha explicado que los síndromes RNU4-2/ReNU y RNU2-2 comparten similitudes, pero que los pacientes con síndrome RNU2-2 suelen estar más afectados por la epilepsia.
"Se estima que la prevalencia del trastorno RNU2-2 es aproximadamente el 20 por ciento de la del síndrome RNU4-2/ReNU, uno de los tipos monogénicos más comunes de los trastornos del neurodesarrollo. Esto significa que debe haber miles de familias afectadas en todo el mundo", ha agregado.
Esta investigación ha servido igualmente para identificar una mutación distinta en RNU2-2 que tiende a aparecer en individuos no afectados a medida que envejecen, lo que puede tener implicaciones para las afecciones relacionadas con la edad.
Los programas españoles involucradas en el estudio son IMPaCT-Genómica, con cerca de 2.000 pacientes que provienen de todas las comunidades autónomas, y que es una iniciativa del Instituto de Salud Carlos III gestionada por el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), el Programa de Enfermedades no Diagnosticadas del CIBER de Enfermedades Raras (ENoD-CIBERER) y el programa de enfermedades no diagnosticadas de la Generalitat de Catalunya (URDCat). El estudio también ha contado con la colaboración de equipos de Reino Unido, Bélgica, Países Bajos e Islandia.