MADRID, 29 May. (INFOSALUS) -
El tabaquismo constituye un hábito que provoca adicción, si bien su capacidad adictiva depende de la genética de cada persona. Por ello, en muchos casos la atención médica es la única solución para abandonar el hábito con garantías de éxito.
DÍA MUNDIAL SIN TABACO
En cualquier caso, la primera condición para abordar la deshabituación tabáquica es que la persona debe estar concienciada de que desea dejar de fumar. Ningún enfermo dejará este hábito si lo intenta obligado por factores externos, como las presiones de sus familiares o el ahorro que puede conseguir, asegura el doctor Carlos Villasante, responsable de la nueva Unidad de Deshabituación Tabáquica del Hospital Nisa Pardo de Aravaca.
Según explica, para llegar a esta determinación, el enfermo atraviesa varias fases:
1- Me gusta fumar.
2- Me planteo que tengo que dejarlo.
3- Me conciencio de que tengo que dejarlo.
4- Lo dejo.
En una Unidad de Deshabituación Tabáquica se ofrece al paciente un plan de tratamiento en el que se comprueba cuál es la motivación que le ha llevado a plantearse dejar de fumar (normalmente relacionada con la salud y la calidad de vida), se analiza su grado de dependencia física (mediante la medición de la capacidad física, monóxido y oxigenación de la sangre) y psicológica, y se establece el tratamiento, con sus consiguiente seguimiento.
El doctor Villasante justifica la existencia de estas unidades en el hecho de que, aunque hay personas que efectivamente pueden dejar de fumar de manera relativamente sencilla con su fuerza de voluntad, otros tienen que recurrir a un tratamiento para poder controlar su dependencia de la nicotina.
"El tabaco es un oxidante muy potente, por lo que envejece con celeridad el organismo: la piel (pierde luminosidad y firmeza), los pulmones (se desarrollan enfisemas), las arterias (se generan problemas cardiovasculares) y las células (pudiendo degenerar en cáncer)" indica el doctor Villasante, si bien apostilla: "la buena noticia es que, al dejar de fumar, percibimos numerosos beneficios de forma rápida".
El experto recuerda nueve beneficios de abandonar el tabaquismo, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce como una enfermedad:
1.- A los 20 minutos la presión arterial y la frecuencia cardiaca vuelven a la normalidad.
2.- A las 8 horas los niveles de nicotina y monóxido de carbono de la sangre disminuyen a la mitad.
3.- A las 24 horas el monóxido de carbono desaparece del organismo y los pulmones comienzan a expulsar mucosidad y demás residuos del tabaco.
4.- A las 48 horas los sentidos del gusto y el olfato mejoran considerablemente.
5.- A los 3 días mejora notablemente la capacidad del esfuerzo, es más fácil.
6.- A partir de las 2 semanas mejora la circulación.
7.- A partir de los 3 meses mejoran los problemas respiratorios.
8.- A partir de los 5 años, los riesgos de sufrir un infarto son aproximadamente la mitad que el de una persona que haya seguido fumando.
9.- A partir de los 10 años, el riesgo de padecer cáncer de pulmón es la mitad que el de un fumador, el riesgo de sufrir un infarto se equipara al de una persona que no haya fumado nunca.
NUEVE CONSEJOS
Para conseguirlo, el experto recomienda nuevo consejos útiles que ayudarán a olvidarse poco a poco del tabaco:
1.- Tirar todos los cigarros, los paquetes vacíos y los ceniceros.
2.- Lavar la ropa, las toallas y otras prendas que huelan a tabaco. Limpiar la casa y el coche a conciencia, y abrir las ventanas para ventilar.
3.- Acudir al dentista para hacerse una limpieza dental y eliminar las manchas de nicotina.
4.- Mantenerse en forma.
5.- Como con tentempiés saludables y probar alimentos nuevos. Beber mucha agua y evitar el café o el alcohol.
6.- Respirar hondo.
7.- Evitar los lugares que inciten a fumar.
8.- si aparecen ganar de fumar, llamar a un amigo.
9.- Aficionarse a cosas nuevas en interesantes.