MADRID, 16 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la NYU Langone Health y su Centro de Cáncer Perlmutter (Estados Unidos) ha demostrado que el monitoreo de los niveles sanguíneos de fragmentos de ADN desprendidos por células tumorales moribundas puede predecir con precisión la recurrencia del cáncer de piel. Los resultados se publican en 'The Lancet Oncology'.
El estudio demostró que aproximadamente el 80% de los pacientes con melanoma en estadio III que tenían niveles detectables de ADN tumoral circulante (ctDNA) antes de comenzar el tratamiento para suprimir sus tumores experimentaron una recurrencia. Los investigadores también encontraron que la enfermedad regresó más de cuatro veces más rápido en este grupo que en aquellos sin niveles detectables del biomarcador, y cuanto más altos eran los niveles, más rápido regresaba el cáncer.
DETECTAR LA RECAÍDA DEL CÁNCER CON UN SIMPLE ANÁLISIS DE SANGRE
"Nuestros hallazgos sugieren que las pruebas de ADN tumoral circulante podrían ayudar a los oncólogos a identificar qué pacientes con melanoma tienen más probabilidades de responder bien al tratamiento", relata la autora principal del estudio, la doctora Mahrukh Syeda. "En el futuro, estas evaluaciones podrían utilizarse de forma rutinaria en la clínica para orientar las decisiones de tratamiento", añade Syeda, investigadora científica del Departamento de Dermatología Ronald O. Perlman de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York.
El equipo de investigación también descubrió que casi todos los pacientes con niveles detectables de ADNct a los tres, seis, nueve o doce meses de tratamiento experimentaron recurrencia del melanoma. Por lo tanto, según los autores, si los fragmentos genéticos no son observables antes de la terapia, pero aparecen posteriormente, esto podría indicar un empeoramiento de la enfermedad.
RESULTADOS DEL MAYOR ESTUDIO HASTA LA FECHA SOBRE CTDNA EN MELANOMA
En el melanoma en estadio III, uno de los tipos más agresivos de cáncer de piel, las células tumorales se han propagado desde la piel hasta los ganglios linfáticos cercanos. Tras la extirpación quirúrgica de estos ganglios, según los autores del estudio, la recurrencia puede ser difícil de detectar con métodos de imagen comunes como radiografías y tomografías computarizadas, lo que ha impulsado la búsqueda de otras formas de detectar la actividad cancerosa en sus etapas iniciales.
Según Syeda, el seguimiento rápido del progreso del tratamiento y la capacidad de detectar signos de crecimiento del cáncer podrían ser útiles en una enfermedad tan peligrosa como el melanoma, que es notoriamente difícil de tratar una vez que se propaga a otras partes del cuerpo. La información temprana de un análisis de ADNtc podría salvar vidas, afirma.
Este método de ADNc funciona centrándose en las mutaciones más comunes del código genético de las células de melanoma. El ADN mutado se propaga a la sangre circundante a medida que las células se descomponen.
Investigaciones previas han demostrado que las pruebas de ctADN rastrean con precisión la progresión del cáncer colorrectal y de mama, entre otros. Además, en 2021, los autores del informe actual descubrieron que los niveles más altos de ctADN en pacientes con melanoma en estadio IV, que se ha diseminado por todo el cuerpo, se relacionaban con menores probabilidades de supervivencia. También descubrieron que los cambios en las mediciones de ctADN durante el tratamiento podrían utilizarse para identificar a los pacientes con mayores o menores probabilidades de supervivencia.
Su última investigación, publicada en la revista 'The Lancet Oncology', es la más grande hasta la fecha en evaluar el ctDNA como un predictor de recurrencia en pacientes con melanoma en estadio III, dice Syeda. Los resultados se obtuvieron en casi 600 hombres y mujeres que participaron en un ensayo clínico previo para el melanoma en estadio III.
IMPLICACIONES CLÍNICAS: HACIA UNA ONCOLOGÍA MÁS PERSONALIZADA Y PRECISA
El equipo de investigación utilizó muestras de sangre de participantes de un ensayo clínico en Europa, Norteamérica y Australia. Compararon las mediciones de ctADN con la evidencia clínica de recurrencia del cáncer. Su análisis estadístico tuvo en cuenta otros factores, además de la diseminación tumoral, que podrían afectar la recurrencia, como el sexo, la edad y el tipo de terapia.
Entre los hallazgos, los resultados mostraron que la evaluación de los niveles de ctDNA fue tan buena o mejor para predecir la recurrencia que otras pruebas experimentales que examinan el tumor en sí, como las que miden la actividad inmune dentro de un grupo de células cancerosas.
"A diferencia de los análisis estándar de células tumorales basados en tejidos, que solo pueden sugerir la probabilidad de recurrencia, las pruebas de ADN tumoral circulante brindan una medida clara y directa de la enfermedad en sí y pueden decirnos directamente que el melanoma ha regresado", comenta el autor principal del estudio y dermatólogo David Polsky,
Para abordar esto, los autores planean mejorar la sensibilidad de su prueba, añade Polsky, también profesor del Departamento de Patología de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York. También pretenden explorar, en un entorno clínico, si el uso del biomarcador para tomar decisiones terapéuticas puede realmente mejorar las probabilidades de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.
El apoyo financiero para el estudio fue proporcionado por Novartis Pharmaceuticals Corporation en East Hanover, NJ.