MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
El número de personas afectadas por el hambre en el mundo aumentó hasta 828 millones en 2021, lo que supone un incremento de unos 46 millones desde 2020 y de 150 millones desde el estallido de la pandemia de COVID-19, según un informe publicado este miércoles por Naciones Unidas.
Tras permanecer relativamente sin cambios desde 2015, la proporción de personas afectadas por el hambre se disparó en 2020 y siguió aumentando en 2021, hasta alcanzar el 9,8 por ciento de la población mundial. Esto se compara con el 8 por ciento en 2019 y el 9,3 por ciento en 2020.
El documento revela que alrededor de 2.300 millones de personas en el mundo (29,3 por ciento) sufrían de inseguridad alimentaria moderada o grave en 2021, 350 millones más en comparación con antes del estallido de la pandemia de COVID-19. Casi 924 millones de personas (el 11,7 por ciento de la población mundial) se enfrentaban a una inseguridad alimentaria grave, un aumento de 207 millones en dos años.
La brecha de género en la inseguridad alimentaria siguió aumentando en 2021: el 31,9 por ciento de las mujeres del mundo sufría inseguridad alimentaria moderada o grave, frente al 27,6 por ciento de los hombres, una diferencia de más de 4 puntos porcentuales, frente a los 3 puntos porcentuales de 2020.
Casi 3.100 millones de personas no podían permitirse una dieta saludable en 2020, un aumento de 112 millones con respecto a 2019, lo que "refleja los efectos de la inflación de los precios de los alimentos al consumo derivados de las repercusiones económicas de la pandemia de COVID-19 y de las medidas puestas en marcha para contenerla".
La ONU estima que 45 millones de niños menores de cinco años sufrían emaciación, la forma más mortífera de malnutrición, que aumenta hasta 12 veces el riesgo de muerte de los niños. Además, 149 millones de niños menores de cinco años tenían retraso en el crecimiento y el desarrollo debido a la falta crónica de nutrientes esenciales en su dieta, mientras que 39 millones tenían sobrepeso.
Naciones Unidas apunta, no obstante, que se está avanzando en materia de lactancia materna exclusiva, ya que en 2020 casi el 44 por ciento de los niños menores de seis meses fueron alimentados exclusivamente con leche materna en todo el mundo. Sin embargo, esta cifra no alcanza el objetivo del 50 por ciento para 2030. "Es muy preocupante que dos de cada tres niños no se alimenten con la dieta mínima y variada que necesitan para crecer y desarrollar todo su potencial", explica.
De cara al futuro, las proyecciones indican que casi 670 millones de personas (el 8% de la población mundial) seguirán pasando hambre en 2030, incluso si se tiene en cuenta la recuperación económica mundial. Se trata de una cifra similar a la de 2015, cuando se lanzó el objetivo de acabar con el hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición para finales de esta década en el marco de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.