MADRID, 17 Mar. (EDIZIONES) -
El sobrepeso se ha convertido en especie de tabú o de problema en donde la gente no lo habla. La obesidad y los atracones hasta hace poco no se consideraban como un problema a nivel psicológico.
Precisamente, un estudio realizado por la consultora fieldwork.Quality para Allurion, empresa dedicada a fomentar la pérdida de peso mediante la utilización de un balón gástrico, recoge que siete de cada 10 encuestados (73%) cree que sentirse satisfechos con su peso actual es vital para su salud mental.
Además, este análisis incide en que entre los problemas psicosociales que los participantes relacionan con el sobrepeso destacan factores como la depresión, la inseguridad, o la baja autoestima (84%); dificultades para conciliar el sueño, el empeoramiento de la vida sexual, o problemas para obtener empleo (76%).
Apunta igualmente al aislamiento social (75%); y el 76% afirma que existe discriminación hacia la gente obesa. Pero no queda todo ahí porque el 87,3% de la muestra analizada ha ganado más peso en los dos años desde el comienzo del confinamiento por el virus SARS-CoV-2.
En una entrevista con Infosalus, la psicóloga Isabel Rojas-Estapé afirma que la obesidad tiene un impacto "muy importante" en la salud mental de la persona y se trata de un problema circular. Dice que las personas con sobrepeso tienen baja autoestima. Vivimos en el siglo XXI de la imagen, y el físico y el peso en este caso señala que son siempre una primera impresión y en personas con sobrepeso algo que genera inseguridad.
"Esto afecta a la salud mental. 'Psicológicamente no soy suficiente', y esa voz interior nos machaca por el físico y nos genera más ansiedad. Vamos generando índices de cortisol, por lo que esa voz sostenida en el tiempo genera bajones de ánimo, y esto produce que la persona con sobrepeso esté peor, con mayor labilidad emocional, y todo esto me lleva a tener más atracones, a refugiarme más en la comida; y por tanto al estilo de vida, cuesta mucho más el poder salir o relacionarse y por tanto más sobrepeso. Por tanto, el sobrepeso y la obesidad a día de hoy son un problema que no solo afecta a nivel psicológico, sino también a nivel social, emocional, y personal", agrega.
Entre los problemas específicos de salud mental que puede ocasionar el sobrepeso, esta especialista apunta a la ansiedad, que sostenida en el tiempo puede dar lugar a la depresión, así como a otros trastornos de personalidad, que llevan por ejemplo a que una persona con obesidad le cueste relacionarse con el resto, eviten las acciones sociales, o eventos donde haya que comer, por ejemplo.
LA COMIDA INFLUYE EN NUESTRO ESTADO ANÍMICO
Aquí recuerda que la comida es uno de los factores que más influye y afecta en nuestro estado anímico: "La comida y el estado anímico son un binomio siempre. Están muy ligados y relacionados. Normalmente la comida en el caso del sobrepeso es una vía de escape, es esa conducta que el ser humano tiene en sus momentos malos".
Por eso, defiende Rojas-Estapé que a la hora de abordarlo no tanto hay que atacar el tema de la comida, que también, sino el qué me lleva a tener atracones y a que estos sean mi vía de escape. "Aquí hay que analizar lo que rodea a la persona, el ambiente, las personas, si son tóxicas, por qué tengo yo esta conducta y qué me hace tener esos atracones. Hay infinidad de emociones que pueden generar esos atracones", agrega.
La encuesta realizada por Allurion desvela en este sentido que casi la mitad de los encuestados (47,3%) considera que el sobrepeso es ante todo un problema de salud, frente al 26,7% que lo percibe como una cuestión estética.
Respecto a los factores que más influyen en el sobrepeso, el 59% lo atribuyen principalmente a comer a deshoras, el 49% al estilo de vida, el 46% a comer en exceso a la hora de las comidas, el 39% a la falta de ejercicio, el 31% al consumo comida basura, y el 19% al propio metabolismo.
DEPRESIÓN Y OBESIDAD SUELEN IR DE LA MANO
Precisamente, la Asociación Americana de Psicología (APA por sus siglas en inglés) va en esta línea y advierte de que "la obesidad es uno de los problemas de salud más graves y de más rápido crecimiento", y considera que si no se actúa por tratar los problemas emocionales que conducen a comer en exceso la persona podría enfrentarse a problemas en el largo plazo.
Al mismo tiempo, señala que, con frecuencia, la obesidad se acompaña de depresión, y una puede influir sobre la otra: "La depresión puede causar y ser resultado del estrés, el cual, a su vez, puede causar un cambio en sus hábitos alimenticios y actividades. Muchas personas con problemas emocionalmente agotadores comienzan, sin darse cuenta, a comer demasiado de las comidas equivocadas o abandonan el ejercicio. En poco tiempo esto se convierte en un hábito difícil de cambiar".
Por eso, la psicóloga Isabel Rojas-Estapé defiende que el apoyo psicológico es "fundamental" a la hora de perder peso. Habla de que las tres necesidades básicas de la persona en psicología son tres: el sentirse querido, el sentir cada uno su valía, y la seguridad. Recuerda que, por ejemplo, una persona con sobrepeso o con obesidad en muchas ocasiones tiene serias dificultades para atarse los zapatos, de forma que es algo que le va lastrando y puede llegar a deprimirle, provocarle grandes bajones de ánimo.
"Los psicólogos y psiquiatras ayudamos a recuperar esas tres necesidades básicas y al mismo tiempo ayudamos al estado emocional, a la persona a que se conozca y vea qué le hace comer así, cómo cambia su estado de ánimo cuando come, cómo actúa en actos que conlleva el comer. "Es una ayuda el acompañamiento o la terapia en aquellas personas a las que les afecta mucho el tema de la comida. No solo es fundamental sino que lo recomiendo enormemente", agrega.
EL NIÑO CON SOBREPESO
Un punto importante sobre el que Rojas-Estapé llama la atención es el caso de los niños con obesidad y sobrepeso, una situación que, por desgracia, y con frecuencia, puede generarles un trauma fruto del bullying, de no ser aceptados en juegos, de ser más torpes ante determinadas situaciones.
"El niño que tiene sobrepeso también tiene una vida emocional y cuando lo sufre es necesario el ayudarle a sanar, con la comida, de forma que no será un problema que perdure en el tiempo, y por ejemplo cuando sea adolescente tenga una construcción de la identidad distorsionada, 'no valgo', 'no sé', 'nadie me quiere', una voz interior que le machaca y que en la edad adulta desembocara en una mala calidad de vida, en mala autoestima, en tener mayor ansiedad o depresión a la larga. Es un tema que de pequeños hay que trabajar, no tanto por el hecho de la comida, sino por la emoción que genera en ellos para que esté mejor de cara al futuro", insiste esta experta.
RECOMENDACIONES DESDE LA ESFERA DE SALUD MENTAL
Así con todo, esta psicóloga recomienda a una persona con sobrepeso o con obesidad que, si tiene la oportunidad, que acuda a terapia. "Hay muchas personas con sobrepeso a las que les cuesta mucho por vergüenza, por el qué dirán. Pero no es tanto hacer, sino conocer qué le hace a esa persona el tener esos atracones, y en esto puede ayudar, y mucho, la terapia", agrega.
Si no dice que puede ser útil el que la persona se conozca porque "quien se conoce llega a comprender". En la consulta dice que hace mucho hincapié en el hecho de que cuando uno se comprende se alivia. "Ver cuál es su momento malo, con qué personas o situaciones le llevan a comer y así le será más fácil el poder cambiar esa conducta", aclara. Asimismo, Rojas-Estapé ve clave el evitar la soledad, "muy propio de las personas con sobrepeso", lo que a la larga, según avisa, les hace sentirse mucho más tristes.