MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un estudio ha demostrado que la obesidad puede afectar el momento de la pubertad en las niñas y que aquellas con exceso de grasa corporal desarrollaron senos completamente maduros más lentamente pero comenzaron su período antes, según publican sus autores en el 'Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism de la Endocrine Society'.
Estudios anteriores encontraron que las niñas con obesidad comienzan la pubertad y experimentan su primer período menstrual antes que las niñas con peso normal. Se desconoce si el exceso de grasa corporal puede alterar no solo el momento de la pubertad, sino también los niveles de hormonas reproductivas de una niña y el desarrollo de los órganos reproductivos como los senos, los ovarios y el útero.
"Descubrimos que a mediados o finales de la pubertad, las niñas con mayor grasa corporal total mostraron niveles más altos de algunas hormonas reproductivas, incluida la hormona estimulante del folículo (FSH), la inhibina B y hormonas masculinas como la testosterona. En algunas niñas con mayor grasa corporal, niveles más altos de testosterona se asociaron con ciclos menstruales irregulares, acné y exceso de vello corporal", señala la autora del estudio Natalie D. Shaw, del Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental (NIEHS), parte de los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de Estados Unidos.
"Al final de la pubertad, las niñas con mayor grasa corporal también mostraron un retraso en la maduración de los senos, según lo determinado por la ecografía de los senos, y una menarquia más temprana --añade--. No hubo diferencias en la maduración de los ovarios o el útero en función de la grasa corporal".
Los investigadores estudiaron a 90 niñas entre 8 y 15 años (36 con obesidad y 54 con peso normal) en el transcurso de cuatro años. Calcularon la grasa corporal total usando absorciometría de rayos X de energía dual (conocida como exploración DXA), rastrearon la pubertad usando la estadificación de Tanner, realizaron ecografías mamarias y pélvicas, midieron los niveles de hormonas en muestras de sangre y registraron la edad de cada niña en su primer período.
Los investigadores encontraron que las niñas con mayor grasa corporal total tenían diferencias en los niveles de hormonas reproductivas, desarrollaron senos maduros más lentamente y tuvieron su primer período antes que las niñas con menor grasa corporal total.
"Las consecuencias a largo plazo de estas diferencias en los marcadores de la pubertad merecen un estudio más a fondo", señala Shaw.