MADRID 11 Mar. (EUROPA PRESS) -
Oftalmólogos de Clínica Baviera aseguran que el glaucoma, una enfermedad ocular caracterizada por la pérdida de visión como consecuencia de un daño en el nervio óptico, en la mayoría de los casos no provoca síntomas hasta fases avanzadas, por lo que se estima que la mitad de los afectados podrían estar sin diagnosticar.
Con motivo del Día Mundial del Glaucoma, que se celebra el próximo 12 de marzo, los oftalmólogos de Clínica Baviera recuerdan la importancia de revisarse la vista una vez al año a partir de los 50 años, de forma que se pueda realizar un diagnóstico precoz del glaucoma y evitar así su evolución y consecuencias.
Además de la edad, existen una serie de factores de riesgo que pueden predisponer a su desarrollo, tales como la miopía alta, la hipertensión ocular, tener antecedentes familiares de glaucoma, tener diabetes o hipertensión arterial o haber sufrido un traumatismo ocular.
"Dentro de estos factores destaca el aumento de la tensión o presión intraocular", explica el doctor director médico de Clínica Baviera, el doctor Gonzalo Muñoz. "Una tensión ocular normal oscila entre os 12 hasta los 21 mm Hg, aunque la cifra puede variar de una persona a otra. Por encima de los 21 mm Hg es cuando existe riesgo de padecer glaucoma ya que esa alta presión puede causar daños en el nervio óptico", detalla el experto.
Sin embargo, el doctor Gonzalo Muñoz precisa que "no todo los casos de glaucoma presentan presiones intraoculares elevadas, por lo que hay que estar muy atentos a los demás factores".
"VISIÓN DE TÚNEL"
"La pérdida de visión provocada por el glaucoma se suele producir de forma muy lenta y suele afectar primero a la visión periférica (lateral), llevando a lo que se conoce como visión de túnel o visión en cañón de escopeta", explica el experto.
"Además, estos síntomas no suelen hacerse patentes hasta que el nervio óptico no está seriamente afectado y los daños causados son irreversibles por lo que son fundamentales la prevención y el diagnóstico precoz", añade.
En cuanto a su tratamiento, desde Clínica Baviera señalan que dependerá de las características de la enfermedad, del paciente y del momento en el que se haya diagnosticado.
"Como el factor común en gran parte de los glaucomas es la presión intraocular elevada, la gran mayoría de tratamientos están dirigidos a controlarla. Por eso, el tratamiento farmacológico con colirios hipotensores suele ser el primer paso para tratarla", indica el doctor Muñoz.
"No obstante, en algunos casos puede ser preciso emplear cirugía láser (trabeculoplastia) o cirugía convencional (esclerectomía no perforante) con el fin de crear una nueva vía de drenaje que ayude a rebajar la presión intraocular que sufre el paciente", concluye el director médico de Clínica Baviera.