MADRID 15 Abr. (EDIZIONES) -
El término 'urticaria' proviene del latín 'Urtica', que significa 'ortiga', y esto es así porque las lesiones que se producen en una situación de urticaria son idénticas a las que tienen lugar en la piel tras el contacto con la ortiga, las famosas ronchas o habones.
"Esta planta la provoca por la liberación de una sustancia presente en sus hojas denominada 'histamina'. Dicha sustancia es la misma que segregan unas células de la piel denominadas 'mastocitos' que, junto con otras sustancias también liberadas, son las responsables últimas de las lesiones que observamos en la piel", mantiene la doctora Marta Ferrer Puga, médico especialista en Alergología de la Clínica Universidad de Navarra.
Según añade, esta liberación de sustancias por parte de las células de la piel puede producirse por múltiples causas, como una reacción alérgica, aunque muchas veces se activan por causas no alérgicas y que, en muchos casos, no se llegan a descubrir.
Así, mantiene en el 'Libro de las Enfermedades Alérgicas de la Fundación BBVA' que la urticaria se refiere a "un grupo de alteraciones de la piel que cursan con una erupción cutánea consistente en ronchas o habones, que generalmente se extienden por toda la superficie corporal, y se acompañan de un intenso picor".
Mientras, en una entrevista con Infosalus, el presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), el doctor Antonio Valero, sostiene que las urticarias se corresponden con un mecanismo de respuesta inmunológica del cuerpo, que puede ser agudo, aparecer de repente, o bien crónica, ya cuando una persona presenta ronchas durante más de 6 semanas seguidas.
"Generalmente, la urticaria aguda es desencadenada por alimentos, la persona come un determinado alimento, que posteriormente le da una reacción alérgica, y una de las manifestaciones es ésta, la urticaria, o bien por tomar un determinado medicamento también puede suceder esa respuesta alérgica. Normalmente, con un tratamiento con antihistamínicos o corticoides se suele resolver el episodio de urticaria", explica el especialista.
LA URTICARIA CRÓNICA, MUY MOLESTA PARA QUIEN LA PADECE
En el caso de la urticaria crónica, la doctora Ferrer indica que se trata de un tipo de urticaria especialmente molesta para el paciente, que consiste en la aparición prácticamente diaria de habones por todo el cuerpo, a veces acompañados de angioedema, y que tiene una duración de al menos un mes y medio.
Su causa y cómo se produce se desconocen a día de hoy, según reconoce la alergóloga, si bien advierte de que la principal razón reside en el propio organismo, y no está desencadenada por ningún factor externo. "En un 50% de pacientes se ha podido demostrar que se trata de un mecanismo autoinmune, esto es, que diferentes moléculas del propio organismo activan las células de la piel, que hacen que liberen histamina y se produzca la urticaria", señala.
Por otro lado, resalta que la urticaria crónica "no es reflejo de ninguna patología subyacente", tal y como demuestran todas las pruebas a que se somete el paciente, "que son siempre normales". De hecho, remarca que "en rarísimas excepciones existe una enfermedad concomitante".
Eso sí, mantiene que hay factores que pueden empeorarla, tales como situaciones de ansiedad, la toma de aspirina, o alimentos que liberan histamina 'per se' (ricos en especias, picantes, chocolate, fresas, entre otros).
En este punto, la experta de la Clínica Universidad de Navarra señala que para la urticaria crónica no existe tratamiento causal, y suelen emplearse tratamientos sintomáticos, aquellos que mejoran los síntomas, aunque no eliminan o cortan el mecanismo íntimo que lo produce.
"Precisamente por este motivo, al dejar el tratamiento reaparecen las ronchas. Esto no quiere decir que haya fracasado el tratamiento. Este tratamiento es precisamente eficaz cuando se sigue de una forma constante, a pesar de no tener habones. No hay que dejar de tomarlo cuando vemos que desaparecen las lesiones, pues vuelven a rebrotar y cada vez es más difícil controlarlas", advierte la doctora Ferrer.
Asimismo, subraya que lo positivo de esta enfermedad, que llega a desesperar al médico y al paciente en muchas ocasiones, "es que en la gran mayoría de los casos, tras varios años, la urticaria crónica desaparece por sí sola sin dejar ningún tipo de secuela".