MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -
La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) ha recordado que el efecto carcinógeno del tabaco se asocia con entre el 16 y el 40 por ciento de los casos de cáncer, participando como agente causal en hasta 12 tipos diferentes de tumores, según ha alertado con motivo del Día Mundial sin Tabaco que se conmemora este sábado 31 de mayo.
En concreto, recuerdan los oncólogos, el tabaco participa en el cáncer de pulmón, cavidad oral, faringe, laringe, esófago, estómago, cuello de útero, vejiga, riñón, páncreas y próstata, además de la leucemia mieloide aguda, lo que hace que "no fumar se considere en la actualidad como la mejor medida preventiva frente al cáncer".
El cáncer de pulmón es el más frecuente de todos ellos, cuyo consumo ha ido cayendo progresivamente desde finales de 1980, cuando alcanzó su punto máximo, y actualmente está en 36 casos por cada 100.000 hombres y año en los países de la Unión Europea.
Por el contrario, en las mujeres las tasas se han incrementado durante estos últimos años y se prevé que la tasa de incidencia para el año 2014 se sitúe en 14,1 casos por cada 100.000 mujeres.
Este aumento coincide con el descenso de las tasas de mortalidad por cáncer de mama, que cayeron más del 8 por ciento en 5 años a 14,5 por 100.000, por lo que el cáncer de pulmón "se convertirá en la primera causa de muerte en las mujeres en los próximos años" y muestra como "el hábito de fumar sigue siendo el determinante más fuerte de la mortalidad por cáncer".
Por ello, la SEOM ha insistido en la necesidad de seguir adoptando medidas para reducir el consumo de tabaco y ha celebrado el éxito de la Ley antitabaco, que ha logrado que la prevalencia de fumadores diarios pase del 26,2 por ciento de 2009 al 24 por ciento de 2011.
Asimismo, ha pedido no "excluir" los riesgos para la salud asociados al uso intencionado de los cigarrillos electrónicos, tanto los que contienen nicotina como los que no.
"Se trata de dispositivos que incitan al acto de fumar de la misma manera que el tabaco al realizar el mismo ritual en las mismas circunstancias sociales, por lo que pueden tener el efecto contrario de impedir el cese definitivo de su consumo, manteniéndose la adicción psicológica, y evitando las restricciones establecidas por la Ley antitabaco vigente en España", ha defendido.