MADRID, 18 Abr. (EUROPA PRESS) -
El director de la Unidad de Medicina Biológica y Antiaging de Vithas Internacional, Mariano Bueno, ha informado de que el origen de la candidiasis, una infección fúngica provocada por el hongo cándida albicans, en los hombres puede estar en el intestino.
"La candidiasis masculina produce síntomas molestos en los genitales, como sarpullido e irritación, picor o dolor al orinar o al mantener relaciones sexuales. La mayoría de afectados piensa que se trata de una enfermedad de transmisión sexual, sin embargo, no tiene por qué ser así, aunque pueda contagiarse por las relaciones sexuales", ha dicho el experto.
En este sentido, el doctor Bueno ha comentado que cuando la candidiasis se ha desarrollado en el intestino pueden existir determinados síntomas, como depresión o ansiedad, cansancio o confusión mental, ansiedad por comer dulces o hidratos de carbono, gases o hinchazón de la tripa exagerada tras las comidas, sudor nocturno, sueño tras las comidas, retención de líquidos o dolores articulares y musculares.
"Como se puede apreciar, se trata de síntomas de malestar inespecífico que, desde el punto de vista de la medicina tradicional no se relacionan con la candidiasis, pero que, desde la medicina biológica, tenemos muy en cuenta. La salud intestinal es uno de los dos fundamentos de la salud general de las personas y la candidiasis está, con frecuencia, relacionada con otras enfermedades", ha apostillado.
Por este motivo, el doctor ha subrayado la importancia de establecer un tratamiento individualizado y eliminar la enfermedad a nivel intestinal para evitar que pueda aparecer de forma reiterada. Para ello, ha abogado por establecer una dieta antifúngica, un estudio previo de la alteración de la mucosa y de la flora intestinal y el tratamiento local de las zonas afectadas por el hongo.
Finalmente, Bueno ha avisado de que existen una serie de factores de riesgo que pueden provocar una mayor proliferación de la cándida y que en el caso del hombre son el consumo de antibióticos para tratar una infección bacteriana, ya que actúan también sobre las bacterias sanas que mantienen la cándida bajo control; el uso de corticoides; la debilitación del sistema inmune por diversas enfermedades; la diabetes, ya que los niveles de glucosa en sangre más elevados promueven el crecimiento de la levadura y afectan a las defensas inmunitarias; la falta de higiene; y el uso excesivo de jabones y geles, así como la humedad en las zonas genitales.