MADRID, 3 Jun. (EDIZIONES) -
Desde hace años disponemos de una forma sencilla de medir la masa ósea: la 'densitometría', un tipo de 'radiografía' que mide el calcio y otros minerales en los huesos. Comparando el resultado obtenido de la medición en cada paciente con la máxima masa ósea ('pico de masa ósea' que se alcanza sobre los 30 años), la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido tres conceptos densitométricos: normalidad, osteopenia, y osteoporosis.
"Cuando esta cifra está entre -1 y -2.5 desviaciones estándar se considera que existe una 'osteopenia'. Si el valor es inferior a -2.5 desviaciones estándar se trata de 'osteoporosis'; y valores superiores a -1 desviación estándar es normal la densidad ósea. Una osteopenia significa que no es normal la cantidad de masa ósea, sin llegar al concepto de osteoporosis, que sería un grado más elevado de falta ósea", aclara en una entrevista con Infosalus el miembro de la Sociedad Española de Reumatología (SER), el jefe del Servicio de Reumatología y Metabolismo Óseo del Hospital General Universitario de Valencia, el doctor Javier Calvo Catalá.
El también miembro de la International Bone & Mineral Society (ISBM) recalca así que cuando se detecta la osteopenia, "este estado previo a la osteoporosis al realizar una densitometría", se deben iniciar una serie de medidas higiénicas que eviten empeorar y, por tanto, pasar a la osteoporosis.
"Recomendaremos dieta rica en derivados lácteos, hacer ejercicio apropiado a cada edad, evitar tóxicos (alcohol, café y tabaco), y normalizar los niveles bajos de vitamina D tan frecuentes en la población, añadiendo otras medidas farmacológicas en los casos necesarios, generalmente, suplementos de calcio y de vitamina D", agrega el especialista.
A la hora de sospechar de osteopenia, el reumatólogo mantiene que se deben valorar factores de riesgo que puedan ocasionar una baja masa ósea: antecedentes familiares de osteoporosis y de fractura de cadera en la madre o fracturas en el paciente, así como delgadez, vida sedentaria, baja ingesta de lácteos, exceso de tóxicos (café, tabaco y sobre todo alcohol), diversas enfermedades (artritis reumatoide, enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa, celiaquía entre otras), aparte de algunos tratamientos, sobre todo corticoides e inhibidores de aromatasa (fundamentales en el tratamiento de cáncer de mama).
"No existen síntomas sugerentes. La osteoporosis es conocida como la 'epidemia silenciosa' puesto que no produce ningún síntoma, salvo si aparecen alguna fractura, que es la consecuencia de la osteoporosis. Por tanto, la osteopenia tampoco produce síntoma alguno que nos permita su diagnóstico", reconoce el doctor Calvo Catalá.
Con ello, remarca que el diagnóstico solo puede obtenerse mediante la realización de una densitometría y valorando los niveles que hemos comentado anteriormente. Preguntado sobre si convendría que todo el mundo alguna vez en su vida se realizase una densitometría ósea, el doctor mantiene que está demostrado que no es costo-efectivo realizarla a toda la población.
"No aporta beneficios. Debemos realizarla a los pacientes con los factores de riesgo que ya hemos comentado previamente. En estos casos, sí que se ha demostrado la eficacia y eficiencia, pues evitaremos no solo la progresión, sino que valorando estos factores de riesgo, a veces deberemos iniciar tratamientos 'anti osteoporosis', ya que un número importante de fracturas se presentan en personas con osteopenia, no solo con osteoporosis", argumenta el miembro de la Sociedad Española de Reumatología.
¿CUÁL ES A DÍA DE HOY EL TRATAMIENTO?
En cuanto al tratamiento, el jefe del Servicio de Reumatología y Metabolismo Óseo del Hospital General Universitario de Valencia afirma que a los pacientes no se tratarán nunca solo por una densitometría baja (osteopenia u osteoporosis), sino que se tienen que valorar los factores de riesgo: "Es útil la aplicación de un índice de la OMS, denominado 'índice de FRAX', del que se dispone en Internet y que valora estos factores de riesgo, valorando el riesgo de fractura a 10 años".
Es por ello, según subraya, que a veces se trate a pacientes con osteopenia y riesgo de fractura, mientras que en otras ocasiones, pacientes con osteoporosis no precisan tratarse y bastará con adoptar las medidas higiénicas antes citadas.
Además de estas normas no medicamentosas, el doctor Calvo Catalá resalta que a día de hoy se disponen de tratamientos "casi a la carta", y algunos de ellos evitan la pérdida de hueso (bifosfonatos y denosumab), mientras que otros aumentan la formación ósea (Teriparatida y próximamente el romosozumab).
"Antes de iniciar el tratamiento pactaremos con el paciente la vía que prefiere (para aumentar la adherencia): oral, subcutánea o intravenosa, siendo importante también valorar si existen otras enfermedades que puedan contraindicar algunos fármacos (insuficiencia renal, hiperparatoidismo, entre otras patologías)", subraya.
En última instancia, y preguntado sobre si en el día a día podemos prevenir esa pérdida de masa ósea que nos lleva a la osteopenia, y en último lugar a la osteoporosis, el reumatólogo mantiene que al tratarse de enfermedades que generalmente se detectan en la edad adulta, aunque se inician en la infancia o adolescencia, lo fundamental es la prevención.
"Las medidas que vamos a exponer evitarán la pérdida de masa ósea, pero serán aconsejables de forma continua en pacientes con baja masa ósea. Desde pequeños debemos plantear unas medidas de vida sana: evitar la vida sedentaria, hacer ejercicio regularmente, y dieta rica en lácteos. Se trata de unas medidas que debemos mantenerlas a lo largo de la vida, acoplando siempre el ejercicio a la edad y a las preferencias de la persona. Así, el baile, los bolos, etc., pueden ser importantes, además de mejorar las relaciones sociales tan importantes en personas de más edad. Es indispensable evitar exceso de tóxicos, sobre todo alcohol, pero también el tabaco y en menor medida el café y el té", recalca el doctor Calvo Catalá.
A su vez, el jefe del Servicio de Reumatología y Metabolismo Óseo del Hospital General Universitario de Valencia destaca que en las mujeres es conveniente el aumentar los cuidados expuestos a partir de la menopausia, ya que el déficit de estrógenos típico de esa etapa es una de las causas importantes de la osteoporosis.
"Valorar a los pacientes con enfermedades que con frecuencia se asocian a osteoporosis y que ya hemos comentado, de la misma forma que controlaremos los tratamientos que disminuyen la masa ósea, sobre todo los corticoides e inhibidores de aromatasa, aunque hay otros fármacos que también actúan negativamente: anticoagulantes, antiepilépticos, entre otros", agrega.
Eso sí, el reumatólogo finaliza la entrevista advirtiendo de la importancia de considerar que muchas fracturas se producen en pacientes con osteopenia, no solo cuando ya existe osteoporosis. "En la actualidad ha cambiado el concepto de osteopenia y de osteoporosis, así como el de su tratamiento: hay que valorar siempre los factores de riesgo, que son los que nos indicarán el tratamiento adecuado, y recordar que el objetivo siempre será evitar fracturas, consecuencia de la disminución de la resistencia ósea que engloba no solo la cantidad, sino también la calidad ósea", sostiene.
Ve importantísimo igualmente el constatar cuando ha existido una fractura por fragilidad, que es la que se produce por pequeños traumatismos o caídas, pues estas 'fracturas centinela' deben servirnos para estudiar y tratar al paciente, pues se incrementa mucho el riesgo de nuevas fracturas.