MADRID, 13 Sep. (EUROPA PRESS) -
La inscripción en los ensayos clínicos de cáncer de pulmón se redujo en un 43% durante la pandemia de COVID-19 en todo el mundo, según una investigación presentada en la Conferencia Mundial sobre Cáncer de Pulmón IASLC 2021.
Para evaluar el impacto que COVID-19 tuvo en 171 ensayos clínicos de cáncer de pulmón, la IASLC recopiló datos mensuales de inscripción y emitió una encuesta de 64 preguntas a los centros internacionales de ensayos clínicos, que incluían agencias gubernamentales y reguladoras, patrocinadores de la industria e investigadores de 45 países.
"La inscripción en ensayos clínicos disminuyó un 43 por ciento de 2019 a 2020, con la reducción más drástica entre abril a agosto de 2020 --informa Matthew Smeltzer, de la Universidad de Memphis, en Estados Unidos--. Aunque los casos mensuales de COVID-19 aumentaron consistentemente durante todo el año 2020, los centros de ensayo implementaron estrategias de mitigación, y el Impacto de COVID-19 en la inscripción del ensayo fue significativamente menor en octubre a diciembre en comparación con abril a junio de 2020".
Los problemas más frecuentes identificados por los encuestados fueron un menor número de pacientes elegibles (67%), la suspensión de los ensayos (60%), los cierres institucionales (39%), la disponibilidad del personal de investigación (48%) y el cumplimiento del protocolo (61%).
En general, el 26% de los centros informaron de interrupciones debidas a la infección por COVID-19 de los participantes en el ensayo y el 40% a la cuarentena relacionada con la exposición. Los investigadores de los ensayos clínicos también mencionaron que los retos específicos de los pacientes incluían el acceso al centro del ensayo (52%), la capacidad de viajar (60%) y la voluntad de visitar el centro (63%).
"Las preocupaciones de los pacientes incluían el miedo a la infección por COVID-19 (83%), la seguridad del transporte (38%), las restricciones de viaje (47%) y el acceso al laboratorio/radiología (14%)", añade Smeltzer.
Para responder a estos obstáculos, los investigadores utilizaron varias estrategias, entre ellas la modificación de los requisitos de seguimiento (44%), visitas de telesalud (43%), modificación de las visitas obligatorias (25%), pedido de medicamentos por correo (24%) y alteración de los calendarios de los ensayos (19%). Además, algunos centros permitieron la realización de pruebas de laboratorio (27%) y radiología (20%) en instalaciones ajenas al estudio, y unos pocos aplicaron procesos de consentimiento modificados (7%) o electrónicos (10%).
Muchos de los encuestados informaron de que creían que las estrategias de mitigación más eficaces eran el retraso de las visitas (65%), la monitorización a distancia (64%), el retraso de la evaluación (62%), los cambios en la Junta de Revisión Institucional (IRB) (62%), la monitorización remota de los síntomas (59%) o los diagnósticos (59%), y las visitas de telesalud (59%).
"La pandemia de COVID-19 creó muchos desafíos que causaron reducciones en la inscripción de ensayos clínicos de cáncer de pulmón. Se emplearon estrategias de mitigación y, aunque la pandemia empeoró, la inscripción en los ensayos comenzó a mejorar. Un enfoque más flexible -eliminando las barreras innecesarias- puede mejorar la inscripción y el acceso a los ensayos clínicos, incluso más allá de la pandemia", recomienda Smeltzer.