MADRID, 1 Feb. (EDIZIONES) -
Llevamos un par de meses en los que se está inoculando la tercera dosis de la vacuna frente a la COVID-19, con la sorpresa de muchos porque estar tercera inyección no siempre ha coincidido con la pauta vacunal inicial. ¿Por qué se hace así? ¿Es peor o mejor?
El Ministerio de Sanidad recuerda en este sentido que la mayor parte de las vacunas disponibles en España requieren de dos dosis para conseguir una respuesta inmune adecuada, si bien con el fin de restaurar la protección que se pierde con el tiempo y de proteger a aquellos cuyo sistema inmune no alcanza un nivel de protección adecuado, se administrarán dosis de recuerdo o dosis adicionales con vacunas de ARNm a ciertos grupos de población.
Entrevistamos en Infosalus al académico de Ciencias y coordinador del I Máster Universitario en Vacunas, al doctor José Antonio López Trigo. Es expresidente de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) y además durante años ha estado vinculado a la Universidad de Málaga, con responsabilidades en el área de Microbiología y de Salud Pública.
Este experto coincide en que la tercera dosis de refuerzo es necesaria en aquellas personas que no han tenido la infección de COVID últimamente porque en los estudios de observación de las poblaciones vacunadas se ha constatado una caída en anticuerpos con el paso del tiempo.
"No sabemos si es por las características de las vacunas empleadas o bien porque la inmunidad que confieren en contacto con el coronavirus no es muy duradera", sostiene este especialista, al tiempo que subraya que el beneficio esencial de la dosis adicional frente a esta infección es volver a reactivar el sistema inmune que se ha ido apagando con el paso del tiempo.
NO ES UN VIRUS BANAL Y HAY QUE VACUNARSE
Aquí insiste en la importancia de la vacunación, pese a que ómicron, en relación a la gravedad de síntomas, sea un 25% menos agresiva en cuanto a enfermedad grave o mortalidad que las variantes anteriores. "Esto no quiere decir que sea un virus banal. Es un virus menos agresivo en población vacunada, y que se contagia más porque los cambios que ha generado esta variante son fundamentalmente en las espículas del virus por donde se ancla a nuestras células, lo que ha hecho que el virus aprenda a esquivar anticuerpos neutralizantes", explica el doctor López Trigo.
Incide en que el 90% de los fallecimientos, cuadros de enfermedad grave, o de ingresos hospitalarios y en UCI se corresponde con personas que no estaban vacunadas en su inmensa mayoría. Por ello, lamenta que desde algunos sectores se esté "gripalizando" la infección de COVID-19 que, a su juicio, es banalizar sus efectos.
"No se corresponde con lo que estamos viendo por motivos clínicos, por nivel de ocupación en UCI y en camas hospitalarias, un nivel muy alto de mortalidad. También moralmente no podemos banalizar algo que está matando a tantas personas todavía a diario", advierte este especialista.
¿HABRÁ PREVISIBLEMENTE UNA CUARTA DOSIS?
Preguntado sobre si habrá una cuarta dosis, como algunos países ya están haciendo, el coordinador del I Máster Universitario en Vacunas sostiene que las dosis sucesivas solo tendrían razón de ser en aquellas personas con un compromiso del sistema inmune. "De inicio, los jóvenes, previamente sanas, con dos dosis y una infección con ómicron no es necesario que se sigan poniendo vacunas, al menos por ahora", subraya.
La cuarta dosis a población general entiende que no existirá, pero sí posiblemente en personas vulnerables. Confía en que igual en seis meses se pueda poner una vacuna diferente a las actuales, posiblemente esterilizante, es decir, que elimine el virus.
¿HAY MÁS EFECTOS SECUNDARIOS CON LA TERCERA DOSIS?
Por otro lado, el doctor refiere que estas terceras dosis no tienen por qué dar más efectos secundarios que las dos dosis anteriores: "No tiene por qué. Nuestro organismo va a responder siempre como responde a una vacuna (....) por ejemplo con fiebre, dolores musculares, escalofríos, sensación de cansancio. No se han descrito efectos adversos llamativos por ir aplicando dosis sucesivas".
Subraya, además, que la relación con fenómenos de trombosis "por fortuna" se ha dejado de describir. "No sabemos si no hay ese nivel de observación o que realmente en algunos casos hubo esa fatal coincidencia. No iría con miedo a ponerme la tercera dosis. Llevamos a los niños a ponerse tres dosis del sarampión, de la rubeola, y de las paperas en poco tiempo y tienen siempre esa misma reacción, o como con la vacuna de la gripe que nos la ponemos todos los años", sostiene el doctor José Antonio López Trigo.
En última instancia, este experto constata que las vacunas de refuerzo que se están inoculando en España, las terceras dosis, se están realizando con vacunas formuladas a partir de ARNm por cuestión de "disponibilidad": "Lo que sí es común que en las dos primeras inyecciones sí se pusieron de la misma marca, y la tercera es cuestión de disponibilidad".
Sobre las dosis de refuerzo ve con buenos ojos un posicionamiento lanzado por algunos inmunólogos, que ven acertado no utilizar esta tercera dosis en personas que hayan tenido la infección, y sí enviarlas a donde no hay vacunas. "Esto sería interesante porque para que esto deje de ser una pandemia y la convirtamos en otra cosa hay que vacunar a personas de todo el mundo. Si solo nos vacunamos en el primer mundo, el virus seguirá circulando y mutando porque los virus lo hacen así", sentencia este experto.