MADRID, 30 Jun. (EDIZIONES) -
En las películas nos han descrito los partos como momentos maravillosos, que lo son, y donde el bebé siempre llora. Pero luego, la realidad, no tiene por qué ser como nos lo han pintado en la ficción. Hay muchos niños que no lloran al nacer, y eso no es sinónimo de que algo vaya mal.
Según explica en una entrevista con Infosalus Claudia Garcia Gijon, medico interno residente de Pediatria del Hospital Universitario Principe de Asturias (Alcala de Henares, Comunidad de Madrid) no siempre que un bebe nace tiene que llorar. El llanto no lo es todo, afirma, si bien dice que si es cierto que este signo indicaría que el pequeño ha sido capaz de manejar bien el liquido que tenia dentro de los pulmones.
Es más, sostiene que puede ser normal que el bebé no llore si el resto de los datos que se obtienen al observar al pequeño, como el color, la respiracion, o la frecuencia cardiaca, entre otros factores, estan bien. El llorar no lo es todo, aunque es cierto que tenemos mucho terreno ganado, insiste.
La medico interno residente de Pediatria del Hospital Universitario Principe de Asturias interpreta que llorar en el parto significa un inicio favorable de la respiracion del bebe. Es su primera manera de comunicacion. Dentro del utero estan rodeados de liquido amniotico y al salir al exterior esos pulmones tienen que vaciarse de liquido y empezar a respirar. Cuando lloran observamos que son capaces de utilizar ese aire para respirar y para llorar. El llanto es tranquilizador, pero como decimos no es el unico dato en el que nos fijamos, agrega.
García Gijón sostiene que cuando nace un bebé, los profesionales que asisten el parto se fijan sobre todo en el llanto y en el tono del bebé, aunque también le prestan atención al color, o a los movimientos del mismo, por ejemplo: Valoramos como se va adecuando al mundo exterior.
LOS PARTOS NO SON IDÍLICOS
En este contexto, la doctora resalta que los partos en la mayor parte de las ocasiones los describen como idilicos, cuando generalmente son momentos dificiles. Biologicamente, las mujeres estamos disenadas para ello, pero eso no quiere decir que estos no requieran de una atencion de personal especializado para que en caso de que algo no saliera como en las peliculas se pueda atender lo mas rapido posible, agrega.
Ahora bien, por norma general, sí subraya que para aquellas madres que siguen las instrucciones de los profesionales sobre cuando y como empujar se les suele hacer mucho mas llevadero el parto. Obviamente, no sabemos que puede pasar, pero debemos confiar en que los que estamos dedicados a esto nos formamos dia a dia para que, en caso de no ir bien, podamos atenderlo adecuadamente, aclara.
En este contexto, recuerda que la mayor parte de los bebés recién nacidos no necesitan reanimación, o de necesitarla, ésta es muy superficial. Entonces se haria una estimulacion frotando levemente su piel o se podria necesitar una minima aspiracion de secreciones. Pero hay un pequeno porcentaje que precisa otro tipo de reanimacion mas intensa, como cuando ocurre algun evento que compromete el bienestar del recien nacido, mantiene.
Aquí menciona qué son las cunas de reanimacion, por norma necesarias en aquellas situaciones en las que la adaptacion del bebe no sea la adecuada o se tenga la sospecha de que hay algun evento que pueda comprometer el bienestar del bebe.
Según describe, en ellas se calienta al bebe, se evalúa que tal respira, que color va adquiriendo y ademas permite a los profesionales que controlan el parto el poder aspirar secreciones o poder asistirle respiratoriamente con oxigeno si lo necesitase.
Es importante que la familia este bien informada antes del parto y que sean conscientes de que supone un proceso que debe ser asistido siempre por profesionales, que puedan atender en un entorno adecuado, no solo a la madre en caso de una complicacion, sino tambien al recien nacido. Para ello es fundamental la disponibilidad de un pediatra con formacion en Neonatologia, asi como de una unidad neonatal, porque la inmediatez y nuestra rapidez de actuacion puede ser determinante para los bebes, sentencia la miembro del Hospital Príncipe de Asturias.