MADRID, 19 May. (EUROPA PRESS) -
Los pediatras alergólogos han solicitado poder atender a los adolescentes con asma y alergia hasta que cumplan los 18 años, tal y como recomienda el II Plan Nacional Estratégico de Infancia y Adolescencia aprobado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, pero que, tal y como han lamentado, a menudo no se cumple.
Es una de las conclusiones de los expertos reunidos en el 41 Congreso de la Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergología y Asma Pediátrica (SEICAP), celebrado estos días en Zaragoza, y en el que han recordado la importancia de que los menores de edad con enfermedades crónicas como el asma, la más importante en esta etapa, sean atendidos por pediatras.
Hasta el momento, no todos los centros sanitarios españoles siguen la recomendación de Sanidad e, incluso, hay algunos donde a los 11 años los adolescentes son derivados al médico de adultos. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece la adolescencia como la etapa que transcurre entre los 10-11 años hasta los 19.
Y es que, a juicio de los pediatras alergólogos, los cambios que la enfermedad asmática infantil experimenta en la adolescencia motivan un conocimiento exhaustivo de la misma para que sean atendidos de manera especializada.
"Por eso es imprescindible que hasta los 18 sean atendidos en el ámbito pediátrico porque es donde ellos se sienten más cómodos y donde se les va atender de manera adecuada a su edad. Durante la adolescencia suele cambiar el modo de afrontar el asma, sobre todo al ser una enfermedad crónica, lo que puede suponer un problema para abordarla, tanto para el profesional como para el paciente", ha subrayado el coordinador del Grupo de Trabajo de Alergia en el Adolescente de la SEICAP, Antonio Martínez Gimeno.
El adolescente empieza así a adquirir responsabilidad sobre su patología, la que hasta el momento correspondía a los padres. "Esto supone un profundo cambio, tanto de sentimientos como de actitudes del adolescente, pues pasa a ser más autónomo e independiente, algo que muchas veces no entienden ni las familias, ni los pediatras, ni ellos mismos, pues en esta etapa suelen dejar más de lado sus problemas de salud", ha enfatizado el doctor, para asegurar que esta es una de las principales dificultades con las que se encuentran los pediatras alergólogos en la consulta y lo que pude condicionar el curso de la enfermedad.
CAMBIOS DEL ASMA EN LA ADOLESCENCIA
Dicho esto, Martín Gimeno ha comentado que en la adolescencia el asma sufre una serie de cambios que deben ser atendidos por el pediatra alergólogo, pues es quién mejor conoce su historia y quién mejor puede entenderle. En primer lugar, las infecciones respiratorias pierden importancia con respecto a la etapa infantil como desencadenantes y cobra más protagonismo la sensibilización a alérgenos como los pólenes, los ácaros u hongos.
"Además, es más prevalente el broncoespasmo inducido por ejercicio, lo cual puede influir en su relación con los demás, lo cual también arroja cambios emocionales importantes en esta etapa", ha apostillado. De hecho, según un estudio publicado este mes en 'The Journal of Asthma', los adolescentes con asma con comportamientos emocionales negativos y sentimientos tristes tienen un desarrollo más bajo.
Del mismo modo, el experto ha aconsejado educar al adolescente en el manejo de las técnicas de inhalación, la toma de medicación o la evolución de la patología, y que conozca las medidas de control ambiental, algo que en la etapa infantil ha sido responsabilidad de sus padres o cuidadores.
Asimismo, prosigue, en el ámbito de las alergias alimentarias también es preciso educar al paciente en las medidas de evitación y la correcta lectura de las etiquetas de los productos, algo que suelen descuidar. A este respecto, un trabajo publicado en la revista 'Journal of Advanced Nusing' concluye como es necesario respetar a los adolescentes como participantes activos en el manejo de anafilaxia inducida por alimentos.
Ante todo esto, el Grupo de Trabajo de Alergia en el Adolescente de SEICAP ha reclamado que haya criterios únicos de atención a estos pacientes para todas las comunidades autónomas y todos los centros sanitarios. "Una vez que se vaya a producir el cambio al médico de adultos, se tiene que hacer de manera organizada y mediante las llamadas consultas de transición, puestas ya en práctica en algunos hospitales como el 12 de Octubre de Madrid, donde los adolescentes son atendidos al mismo tiempo por el pediatra alergólogo y su futuro médico. De esta manera el primero tiene la oportunidad de ofrecer al segundo una amplia información sobre la historia clínica del paciente para que el cambio no sea tan brusco", ha zanjado.