MADRID, 3 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un estudio de la Clínica Cleveland, en Estados Unidos, ha demostrado que, en pacientes con obesidad, la pérdida de peso previa lograda con la cirugía bariátrica se asoció con un 60% menos de riesgo de desarrollar complicaciones graves de la infección por COVID-19, según publican sus autores en la revista 'JAMA Surgery'.
Numerosos estudios han establecido que la obesidad es un factor de riesgo importante para desarrollar una enfermedad grave por una infección de SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, ya que la obesidad debilita el sistema inmunitario, crea un estado inflamatorio crónico y aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, coágulos de sangre y afecciones pulmonares, condiciones que pueden complicar la COVID-19.
El objetivo de este estudio era examinar si una intervención exitosa para perder peso en pacientes con obesidad antes de contraer la COVID-19 podría reducir el riesgo de desarrollar una forma grave de esta enfermedad.
"Los resultados de la investigación muestran que los pacientes con obesidad que lograron una pérdida de peso sustancial y sostenida con cirugía bariátrica antes de una infección por COVID-19 redujeron su riesgo de desarrollar la enfermedad grave en un 60 por ciento", explica el doctor Ali Aminian, autor principal del estudio y director del Instituto Bariátrico y Metabólico de la Clínica Cleveland.
"Nuestro estudio proporciona una fuerte evidencia de que la obesidad es un factor de riesgo modificable para la COVID-19 que puede mejorarse a través de una intervención de pérdida de peso exitosa", destaca.
Un total de 20.212 pacientes adultos con obesidad fueron incluidos en este estudio observacional. Un grupo de 5.053 pacientes con un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más que se sometieron a cirugía de pérdida de peso entre 2004 y 2017 fueron cuidadosamente emparejados 1:3 con pacientes no quirúrgicos, lo que dio lugar a 15.159 pacientes de control.
En comparación con los del grupo no quirúrgico, los pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica perdieron un 19% más de peso corporal antes del 1 de marzo de 2020, el comienzo del brote de COVID-19 en Cleveland.
Después del brote de COVID-19, los investigadores observaron cuatro resultados relacionados con el COVID-19: tasa de contraer la infección por SARS-CoV-2, hospitalización, necesidad de oxígeno suplementario y enfermedad grave, definida como una combinación de ingreso en la UCI, necesidad de ventilación mecánica o muerte.
Aunque la tasa de contraer SARS-CoV-2 fue similar entre los grupos (9,1% en el grupo quirúrgico y 8,7% en el grupo no quirúrgico), los participantes en el grupo de cirugía de pérdida de peso experimentaron resultados mucho mejores después de contraer COVID-19 en comparación con los del grupo no quirúrgico.
Los investigadores descubrieron que los pacientes que se habían sometido a una cirugía de pérdida de peso tenían un 49% menos de riesgo de hospitalización, un 63% menos de necesidad de oxígeno suplementario y un 60% menos de riesgo de desarrollar COVID-19 grave.
Aunque se desconocen los mecanismos subyacentes exactos, estos datos sugieren que los pacientes que se sometieron a una cirugía de pérdida de peso estaban más sanos en el momento de contraer una infección por SARS-CoV-2, lo que se tradujo en mejores resultados clínicos.
"Los sorprendentes hallazgos del presente estudio respaldan la reversibilidad de las consecuencias de la obesidad para la salud de los pacientes con COVID-19", afirma el autor principal del estudio, el doctor Steven Nissen, director académico del Instituto Cardíaco, Vascular y Torácico de la Clínica Cleveland.
"Este estudio sugiere que un énfasis en la pérdida de peso como estrategia de salud pública puede mejorar los resultados durante la pandemia de COVID-19 y futuros brotes o enfermedades infecciosas relacionadas --añade--. Se trata de un hallazgo muy importante si se tiene en cuenta que el 40% de los estadounidenses padecen obesidad".