MADRID, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -
En pacientes con diabetes, la pérdida de la glándula que ayuda a lubricar el ojo puede ser un signo de niveles elevados de glucosa en sangre, según una investigación aceptada para su presentación en ENDO 2020, la reunión anual de la Sociedad Endocrina americana, que se publicará en una sección complementaria especial del 'Journal of the Endocrine Society'.
Las glándulas meibomianas en el párpado juegan un papel en la producción de película lagrimal y la estabilización de la película lagrimal.
"En este pequeño estudio, encontramos que la pérdida de las glándulas meibomianas se produjo con mayor frecuencia con hemoglobina A1c elevada, tal vez debido a microisquemia o daño a los pequeños vasos sanguíneos de los párpados", señala la coautora Gloria Wu, profesora adjunta de la Universidad de California.
"La pérdida de las glándulas meibomianas puede sugerir la necesidad de una prueba de A1c para rastrear los niveles promedio de glucosa en la sangre durante los últimos dos o tres meses y un control adicional en los individuos con diabetes", añade.
Las personas con diabetes a menudo se quejan de ojo seco y dolor ocular. Las imágenes infrarrojas del párpado pueden ayudar a caracterizar el ojo seco en personas con diabetes, y las nuevas técnicas de fotografía infrarroja recientemente han permitido fotografiar fácilmente las glándulas meibomianas.
Para estudiar la pérdida de la glándula meibomiana en pacientes con diabetes y ojo seco, Wu y sus colegas llevaron a cabo una revisión retrospectiva electrónica de la historia clínica de pacientes con diabetes tipo 2 y de pacientes que no tenían diabetes y fueron diagnosticados de ojo seco entre 2017 y 2019.
Los participantes tenían entre 18 y 90 años, y las personas con diabetes tenían niveles de A1c superiores al 5,7%. Los investigadores analizaron los niveles de A1c de los participantes y revisaron sus fotos infrarrojas de los párpados.
Para cada participante, los investigadores promediaron el porcentaje de las glándulas meibomianas que se perdieron en ambos ojos. De los 60 pacientes con diabetes, 35 de 37 con niveles de A1c superiores al 6,6% tenían más del 40 por ciento de pérdida de las glándulas meibomianas. En comparación, 12 de 23 pacientes con diabetes que tenían niveles de A1c más controlados de menos del 6,5% habían perdido menos de las glándulas meibomianas.
De los 60 pacientes control, 41 de 50 pacientes con niveles de A1c inferiores al 5,5% tuvieron una pérdida mínima de las glándulas meibomianas. Siete de 10 pacientes de control con niveles de A1c superiores al 5,6 por ciento tuvieron una mayor pérdida de las glándulas meibomianas.
"Puede ser útil revisar los párpados de las personas con diabetes que se quejan de ojo seco --señala Wu--. Es importante que las personas con diabetes y los miembros de su familia consideren que el ojo seco y la sensación dolorosa de arena en los ojos pueden significar que deben controlar su nivel de azúcar en la sangre y consultar a un oftalmólogo sobre la salud de sus ojos, incluidos sus párpados".
"Usamos una cámara infrarroja en este estudio, pero los pacientes pueden examinar sus propios párpados, usando configuraciones de selfie y blanco y negro en su teléfono inteligente --asegura--. Esta técnica ofrece a los pacientes y trabajadores de la salud, incluidos los de las clínicas de salud comunitarias y rurales, una forma más de controlar la diabetes".