MADRID 19 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las personas trans y/o no binarias tienen un peor estado de salud autopercibida en comparación con el de la población general, según revela el estudio 'Transaludes: salud en personas trans y/o no binarias en España', liderado por un equipo de investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).
El documento, presentado este martes en el Ministerio de Sanidad, es el primero en España que analiza a nivel nacional el estado de salud, el uso de servicios sanitarios, el consumo de sustancias y las experiencias de discriminación en las personas trans y/o no binarias residentes en el país de 15 años o más edad.
Para ello, se han analizado las respuestas de 1823 personas a un cuestionario 'online' y anónimo. De estas, siete de cada 10 tenía entre 18 y 34 años, y la edad media de los encuestados fue de 26 años. El análisis descriptivo llevado a cabo a partir de los resultados ha dividido a los participantes en tres grupos en función de su identidad de género: transmasculinidades (34,9 por ciento), transfeminidades (22,8 por ciento) y personas no binarias (42,2 por ciento).
El 53 por ciendo de las personas participantes en el estudio refieren que su estado de salud es bueno o muy bueno. Sin embargo, al comparar estos resultados con los de la Encuesta Nacional de Salud, realizada por Sanidad por última vez en 2017, los investigadores han concluido que entre la población trans y/o no binaria hay un 40 por ciento menos de personas que tienen un estado de salud bueno o muy bueno en comparación con la población general.
Respecto al uso de servicios sanitarios, alrededor del 85 por ciento de los participantes había acudido en el último año al médico de familia y un porcentaje similar lo había hecho a atención especializada. Según explican los encuestados, la mayoría de estas consultas estaban motivadas por razones relacionadas con sus procesos de transición. Si se atiende a los datos de la Encuesta Nacional de Salud, la población trans y no binaria acude un 40 por ciento más que la población general a las consultas de medicina de familia.
En este punto, el estudio preguntó a los participantes sobre cuestiones de salud sexual y VIH, sobre lo que apunta que el 60 por ciento no se había realizado nunca una prueba de VIH, una cifra que es inferior entre los menores de 25 años. Entre los motivos, el 70 por ciento refiere una baja percepción del riesgo, la mitad argumenta que no se puede infectar y un 20 por ciento señala que está sano. Resulta llamativo que un 22 por ciento indica que nunca le habían ofrecido realizarse una prueba de VIH.
Preguntados en mayor profundidad sobre técnicas relacionadas con el VIH, menos de la mitad dice conocer cómo solicitar la profilaxis preexposición (PrEP) y tan solo un tres por ciento la ha utilizado en alguna ocasión. Respecto a la profilaxis post-exposición (PEP), menos de la mitad conoce qué es y su uso es también bastante discreto.
PROBLEMAS DE SALUD MENTAL
El estudio incluye un análisis detallado de la situación que experimentan las personas trans y/o no binarias en cuanto a su salud mental. Según recoge, a casi la mitad de participantes le han diagnosticado en los últimos 12 meses un cuadro de ansiedad; a un 40 por ciento, depresión; a un 14 por ciento, trastornos de conducta alimentaria; y a un 30 por ciento, otro tipo de diagnóstico relacionado con la salud mental. En torno al 60-70 por ciento de participantes afirma haber acudido a una consulta psicológica en el último año.
Si se compara con los datos de la Encuesta Nacional de Salud, algo sobre lo que los investigadores han pedido precaución dado que sus resultados corresponden a un periodo anterior a la pandemia y en el que no existía tanta vibilización en torno a este tipo de problemas, resalta que los diagnósticos de ansiedad son 11 veces más comunes en personas trans que en la población general, mientras que los de depresión son casi 17 veces más comunes.
Preguntados acerca del consumo de sustancias, cabe destacar el uso de tranquilizantes sin receta, que una de cada cuatro personas declara haber consumido alguna vez en la vida. Al hilo, se analizó si el consumo de sustancias había afectado a sus relaciones interpersonales o laborales, de lo que se concluye que la heroína y el cannabis son, entre sus usuarios, las sustancias que mayor consumo problemático provocan.
Por otra parte, más del 60 por ciento de transmasculinidades y personas no binarias refieren haberse autolesionado a lo largo de su vida, una cifra que desciende en caso de las mujeres trans. Si se atiende a las personas que se autolesionaron en el último año, lo hicieron una de cada cinco transfeminidades y una de cada cuatro transmasculinidades y personas no binarias.
Sobre ideación suicida, una de cada tres personas tuvo este tipo de pensamientos en el último año. Además, tres de cada cuatro personas transmasculinas, casi un 70 por ciento de transfemeninas y un 80 por ciento de las personas no binarias afirman haberlos tenido en algún momento de su vida. Respecto a los intentos de suicidio, algo más de una de cada tres personas había cometido algún intento de suicidio alguna vez en la vida.
Según se ha explicado durante la presentación del informe, se está estudiando la relación de la ideación suicida en el último año con las barreras en los procesos de transición. A este respecto, se han aportado algunos datos que no aparecen en el documento y que revelan que la ideación suicida en el último año aumenta en un 25 por ciento entre las personas que se encuentran este tipo de obstáculos respecto a los que no.
En concreto, las barreras encontradas para el cambio de nombre registral aumentan en un 25 por ciento las personas que tienen ideaciones suicidas, en el caso de las barreras para el cambio de sexo registral estas aumentan dichos pensamientos en un 33 por ciento. En cuanto a la transición hormonal, encontrarse con barreras, aumenta la ideación suicida un 57 por ciento, y este porcentaje aumenta hasta casi multiplicarlo por un 80 por ciento en el caso de aquellos que se encuentran con obstáculos para la transición quirúrgica.
ACCIONES CLAVE PARA BRINDAR SOLUCIONES
Tras la presentación del estudio se ha celebrado una mesa de debate en la que han intervenido el subdirector del Comisionado de Salud Mental del Ministerio de Sanidad, Paco González; el coordinador de área de la Subdirección General de Derechos LGTBI del Ministerio de Igualdad, Alberto Martín Pérez; la diputada de la Asamblea de Madrid Gimena González; y la directora de la División de Control de VIH, ITS, Hepatitis Virales; Julia del Amo.
Respecto a las acciones puestas en marcha por el Ministerio para paliar la situación de salud mental, Paco González ha destacado que en los planes que está elaborando Sanidad se incluyen líneas específicas de acción para población LGTBI trans y no binaria, con financiación para que las comunidades autónomas puedan empezar a poner marcha espacios seguros, así como espacios con formación en diversidad y con atención afirmativa.
Por su parte, Gimena González ha reivindicado la necesidad dl reconocimiento legal y administrativo de las personas no binarias en España, ya que ha subrayado que llevarlo a cabo "es viable". Según ha explicado "hay precedentes" de esto en otros países y también dentro de España, ya que se le reconoció la tercera casilla en su documentación a una persona con nacionalidad alemana que así la tenía en los documentos de origen.
Entre otras prioridades señaladas por la diputada, ha denunciado que es "absolutamente inverosímil, increíble, intolerable e inasumible" que el Sistema Nacional de Salud (SNS) no pueda modificar el nombre de un paciente en los sistemas informáticos. "Es absolutamente inasumible que incluso con el nombre en el DNI rectificado todavía tengan que pasar meses hasta que tu médico te empiece a llamar por tu nombre", ha aseverado.