MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los pacientes con diabetes tipo 2 (DT2) con menor peso al nacer también muestran un mayor uso de fármacos para la diabetes que aquellos con peso normal al nacer, y un mayor número de comorbilidades, incluida la hipertensión arterial, en el momento del diagnóstico, según dos estudios publicados en la revista 'Diabetologia'.
El primer estudio, realizado por el doctor Rasmus Wibaek, del Centro Steno de Diabetes de Copenhague (Dinamarca), y del doctor Allan Vaag, del Centro Steno de Diabetes de Copenhague y de la Universidad de Lund (Suecia) incluyó a adultos de 30-60 años inscritos en la cohorte danesa Inter99 en 1999-2001 (examen basal), con información sobre el peso al nacer procedente de los registros de nacimiento originales de 1939-1971 y sin diabetes en el momento basal. Los registros de nacimiento se vincularon con datos a nivel individual sobre la edad en el momento del diagnóstico de diabetes.
Las tasas de incidencia de la diabetes tipo 2 por edad, sexo y peso al nacer se estimaron mediante modelos estadísticos, ajustando el estado de prematuridad al nacer, el orden de nacimiento (posición en el orden de nacimiento entre los hermanos), las puntuaciones de riesgo genético para el peso al nacer y la diabetes tipo 2, los antecedentes de diabetes materna y paterna, el nivel socioeconómico y el índice de masa corporal (IMC) en la edad adulta.
Los autores descubrieron que, entre los 4.590 participantes, se produjeron 492 casos incidentes de DT2 durante un seguimiento medio de 19 años. La tasa de incidencia aumentaba con la edad, era mayor en los participantes varones y disminuía linealmente con el aumento del peso al nacer; cada kg extra de peso al nacer se relacionaba con una reducción del 40% del riesgo de DT2, que se mantenía en los pesos al nacer más elevados.
En particular, la tasa absoluta de aumento de la incidencia de la DT2 con la edad era notablemente más pronunciada en las personas nacidas con un peso inferior al nacer que en las nacidas con un peso superior.
Los resultados sugieren que el efecto del peso al nacer en el riesgo de diabetes tipo 2 es distinto e independiente de la susceptibilidad genética a la DT2 y la adiposidad en la edad adulta, y que el bajo peso al nacer como indicador de un entorno fetal adverso tiene una importancia etiológica similar a la del genotipo.
En el segundo estudio, también del doctor Vaag y primer autor, el doctor Aleksander L. Hansen, del Steno Diabetes Center de Copenhague, y sus colegas, se analizaron los registros de matronas de 6866 individuos con T2D de la cohorte de diabetes tipo 2 del Centro Danés de Investigación Estratégica.
Evaluaron la edad en el momento del diagnóstico, las medidas antropomórficas (dimensiones corporales), las comorbilidades, la medicación, las variables metabólicas y los antecedentes familiares de T2D en individuos con el 25% más bajo de peso al nacer (menor de 3 kilos ) y el 25% más alto de peso al nacer (mayor de 3,7 kilos), en comparación con un peso al nacer de 3-3,7 kilos como referencia (el 50% medio de pesos al nacer 25%-75%), utilizando modelos estadísticos.
También se evaluaron las relaciones continuas en todo el espectro del peso al nacer. Se calcularon puntuaciones poligénicas ponderadas (PS) para la diabetes tipo 2 y el peso al nacer con el fin de evaluar el impacto de las predisposiciones genéticas.
Cada disminución de 1 kg en el peso al nacer se asoció con una edad de aparición de la diabetes 3,3 años más temprana, un IMC 1,5 kg/m2 inferior y un perímetro de cintura 3,9 cm menor. En comparación con el peso al nacer de referencia, un peso al nacer menos de 3 kilos se asoció a una mayor comorbilidad general, con un 36% más de probabilidades de tener 3 o más comorbilidades y un 26% más de probabilidades de tener una presión arterial sistólica superior a 155 mm Hg (hipertensión grave).
En comparación con el peso al nacer de 3-3,7 kilos (el peso medio al nacer en Dinamarca es de unos 3,4 kg), el peso al nacer menos de 3000 g se asoció a una edad más temprana en el momento del diagnóstico de diabetes tipo 2.
Los autores descubrieron que las personas con bajo peso al nacer tenían un riesgo un 28% mayor de ser diagnosticadas de diabetes tipo 2 con menos de 45 años (más probabilidades de ser diagnosticadas a una edad más temprana) y un riesgo un 30% menor de ser diagnosticadas con más de 75 años (menos probabilidades de ser diagnosticadas a una edad más avanzada).
El peso al nacer inferior a 3 kilos se asoció con la declaración de un menor número de personas con antecedentes familiares de diabetes tipo 2, con un ligero aumento (7%) de la probabilidad de no declarar ningún familiar afectado por diabetes tipo 2, pero una reducción del 33% del riesgo de declarar tres o más familiares con diabetes tipo 2.
Del mismo modo, un peso al nacer inferior a 3 kilos se asoció a un IMC más bajo, con un 12% más de probabilidades de pertenecer a la categoría de peso normal (IMC <25 kg/m2), que disminuía hasta un 43% de reducción del riesgo de padecer obesidad grave (IMC superior a 40). Las asociaciones entre el peso al nacer y el IMC en la edad adulta fueron completamente lineales en todo el espectro de peso al nacer.
Otros factores relacionados con un menor peso al nacer fueron una menor prevalencia de enfermedades neurológicas asociadas a la diabetes y un 33% más de riesgo de utilizar tres o más fármacos hipoglucemiantes.
El bajo peso al nacer definido clínicamente (inferior a 2,5 kilos) produjo asociaciones más fuertes, y un mayor peso al nacer se asoció con características que reflejaban un menor peso al nacer en direcciones opuestas. Esto concuerda plenamente con las asociaciones lineales observadas entre el peso al nacer y los resultados clínicos más relevantes.
"En conjunto, los dos estudios proporcionan un fuerte apoyo a las siguientes conclusiones --indican los autores--: un entorno fetal adverso reflejado por el bajo peso al nacer es un factor de riesgo fuerte y no genético no sólo de desarrollar diabetes tipo 2 per se, sino además para el desarrollo de un subtipo relativamente más grave de diabetes tipo 2,con un inicio más temprano de la enfermedad, más complicaciones y comorbilidades, así como con una mayor necesidad de atención clínica y tratamientos médicos".
"El impacto del bajo peso al nacer parece independiente del de la genética y la obesidad, razón por la cual las personas con bajo peso al nacer tienen un riesgo relativamente mayor de padecer diabetes de tipo 2 para cualquier aumento dado del IMC --prosiguen--. Esto, a su vez, explica el hallazgo de un IMC más bajo en sujetos con bajo peso al nacer en el momento de aparición de la diabetes tipo 2".
Por tanto, sugieren que el bajo peso al nacer debería considerarse un criterio de cribado de la diabetes de tipo 2 con la misma importancia que los antecedentes familiares positivos de diabetes.
En particular, subrayan, "como indica el estudio de Wibaek, ni las personas con bajo peso al nacer ni aquellas con un alto riesgo genético de diabetes tipo 2 tienen en realidad un riesgo absoluto especialmente alto de desarrollar diabetes tipo 2 si son capaces de mantener un IMC normal a lo largo de su vida. Por último, dentro de la era de la medicina de precisión, el bajo peso al nacer tiene el potencial de ser utilizado como un marcador para guiar la atención clínica y el tratamiento en la diabetes tipo 2", concluyen.