Los PFAS considerados "más seguros" de los envases alimentarios siguen siendo peligrosos

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Archivo - Compra, supermercado, carrito, saludable. - CHRIS WHITEHEAD - Archivo
Publicado: miércoles, 29 marzo 2023 7:39


MADRID, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un nuevo estudio sugiere que las sustancias sustitutivas perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) anunciadas como seguras para su uso en el envasado de alimentos se descomponen en PFAS tóxicas que se filtran a nuestros alimentos y al medio ambiente, según publican los investigadores en la revista 'Environmental Science & Technology Letters'.

Debido a los riesgos de exposición conocidos por el uso de moléculas de PFAS más pequeñas, como PFOA y PFOS, en materiales en contacto con alimentos, muchas empresas han pasado a utilizar PFAS poliméricos más grandes para hacer que sus envoltorios, cuencos y otros envases de comida rápida sean repelentes al agua y la grasa. Estos PFAS poliméricos se promocionan como alternativas "más seguras", inertes y demasiado pesadas para escapar de los productos.

Sin embargo, este estudio aporta la primera prueba de que los PFAS poliméricos utilizados en los envases alimentarios se descomponen en moléculas más pequeñas que siguen siendo nocivas y pueden filtrarse en los alimentos y el medio ambiente.

"Está claro que los polímeros no son el resquicio inocuo con el que contaba la industria de los PFAS --afirma Marta Venier, coautora y profesora de la Universidad de Indiana (Estados Unidos)--. Su uso en el envasado de alimentos sigue provocando que los PFAS nocivos y persistentes contaminen los alimentos que comemos y, una vez desechados, nuestro aire y agua potable".

Los investigadores analizaron 42 envoltorios y cuencos de papel recogidos en restaurantes de comida rápida de Toronto (Canadá). Un PFAS que se sabe que es tóxico-6:2 FTOH (alcohol fluorotelómero 6:2)-fue el compuesto más abundante detectado en estas muestras. Los PFAS poliméricos de las muestras pueden transformarse en este compuesto, aumentando así la exposición del consumidor al mismo.

Los investigadores descubrieron que la concentración de PFAS disminuía hasta un 85% tras almacenar los productos durante dos años en condiciones normales (a temperatura ambiente y en la oscuridad). Gran parte de estas pérdidas correspondían a la descomposición de los PFAS poliméricos añadidos a los envases de comida rápida. Estos resultados contradicen las afirmaciones de que los PFAS poliméricos son inmóviles y no crean riesgos de exposición.

Algunas moléculas más pequeñas de PFAS se han asociado a una amplia gama de daños graves para la salud, desde el cáncer a la obesidad, pasando por resultados COVID-19 más graves, y contaminan el agua potable de muchos millones de personas.

Sólo se ha analizado la toxicidad de una pequeña parte de los miles de PFAS, y todos ellos (incluidos los polímeros) son extremadamente persistentes en el medio ambiente o se descomponen en PFAS extremadamente persistentes, señalan.

Estas preocupaciones han llevado a 11 estados de Estados Unidos a prohibir los PFAS en la mayoría de los envases de alimentos, y grandes cadenas como McDonalds y Chick-fil-A se han comprometido a estar libres de PFAS para 2025.

"Se ha avanzado mucho en la eliminación de los PFAS, incluidos los polímeros, de los envases de comida rápida en Estados Unidos --reconoce Arlene Blum, coautora y directora ejecutiva del Green Science Policy Institute--, pero este estudio pone en duda la seguridad de los PFAS poliméricos para muchos de sus usos".

Según defiende, "la mejor medida para proteger a nuestros hijos y a las generaciones futuras es eliminar cuanto antes toda la clase de PFAS de todos los usos no esenciales, desde los envases alimentarios hasta los chubasqueros".

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