MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -
Un nuevo estudio de la Northwestern University es el primero en descubrir que las bacterias que viven en el polvo doméstico pueden propagar genes de resistencia a los antibióticos. Aunque la mayoría de las bacterias son inofensivas, los investigadores creen que estos genes podrían propagarse potencialmente a los patógenos, haciendo que las infecciones sean más difíciles de tratar.
"Esta evidencia, en sí misma, no significa que la resistencia a los antibióticos esté empeorando --puntualiza Erica Hartmann, profesora asistente de ingeniería ambiental en la Escuela de Ingeniería McCormick de la Northwestern University y directora del estudio--. Es solo un factor de riesgo más. Es una cosa más de la que debemos tener cuidado".
Según publica en la revista 'PLOS Pathogens', una bacteria puede compartir sus genes utilizando cualquiera de los dos métodos: división, que es el equivalente a tener un bebé, o transferencia horizontal de genes.
El método principal para diseminar genes de resistencia a antibióticos entre especies, la transferencia horizontal de genes ocurre cuando una bacteria hace una copia de sus genes y los intercambia con un vecino.
Las bacterias pueden compartir muchos tipos diferentes de genes, siempre que los genes tengan segmentos móviles de ADN. Hartmann y su equipo fueron los primeros en descubrir que los genes de resistencia a los antibióticos en los microbios del polvo tienen capacidades móviles.
"Observamos que las bacterias vivas tienen genes transferibles de resistencia a los antibióticos --explica Hartmann--. La gente pensó que este podría ser el caso, pero en realidad nadie había demostrado que los microbios en el polvo contienen estos genes transferibles".
Aunque es raro que los patógenos vivan en el polvo interior, pueden hacer 'autostop' en los hogares y mezclarse con las bacterias existentes.
"Un no patógeno puede usar la transferencia horizontal de genes para dar genes de resistencia a antibióticos a un patógeno --explica Hartmann--. Entonces el patógeno se vuelve resistente a los antibióticos".
A la pregunta de por qué las bacterias comparten genes, Hartmann responde que no pueden soportar el estrés de estar adentro. El ambiente interior puede estar demasiado seco y frío sin suficiente comida, por ejemplo, o puede ser espolvoreado ocasionalmente con soluciones antimicrobianas. Por elli, Hartmann recomienda quitar el polvo con un paño húmedo en lugar de usar soluciones antimicrobianas, que pueden hacer que las bacterias sean más resistentes a los antibióticos.
"Los microbios comparten genes cuando se estresan --precisa Hartmann--. No están equipados para manejar el estrés, por lo que comparten elementos genéticos con un microbio que podría estar mejor equipado".