La POP exige garantizar una educación inclusiva a los menores con enfermedad crónica o discapacidad

Archivo - Imagen de un aula con alumnos. - ISTOCK - ARCHIVO

MADRID 23 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Plataforma de Organizaciones de Pacientes (POP) ha exigido a las administraciones públicas garantizar los recursos necesarios para una educación inclusiva y equitativa en niños y adolescentes con enfermedad crónica o discapacidad, en el marco del Día Internacional de la Educación, que se conmemora este viernes.

A través de un comunicado, la POP ha apuntado los retos a los que se enfrentan estos menores en el ámbito educativo, motivados por la falta de coordinación entre este sistema, el sanitario y el social, las barreras informativas, el rechazo social, las dificultades de aprendizaje y la falta de recursos inclusivos.

Estos desafíos impactan de forma negativa en los menores, como refleja el 'Estudio del impacto social de la enfermedad crónica y discapacidad en la infancia y adolescencia', elaborado por la POP. Este documento señala que el 51 por ciento de los menores encuestados ha sufrido rechazo escolar y el 40 por ciento enfrenta problemas para continuar sus estudios debido a ausencias prolongadas.

"La falta de programas adaptados y personal docente especializado limita las oportunidades de aprendizaje de los niños y adolescentes con enfermedad crónica y discapacidad, afectando directamente a su desarrollo personal y académico", ha advertido la presidenta de la POP, Carina Escobar.

La organización ha lamentado a su vez la "baja integración" del colectivo con enfermedad crónica o discapacidad en los centros educativos, lo que limita su socialización con el resto de compañeros fuera del entorno escolar. El estudio también resalta los insuficientes recursos de los colegios para atender las necesidades sanitarias de los niños, pues el 66 por ciento de los centros de inclusión carecen de este tipo de servicios.

Por otra parte, la POP ha demandado la creación de guías accesibles sobre las diferentes patologías, la capacitación de los docentes en torno a estas y el fomento de redes de apoyo que ayuden a paliar y afrontar el impacto emocional que sufren la mayoría de familias después de recibir el diagnóstico.

"La educación es un derecho fundamental y se debe garantizar que ningún menor quede atrás debido a su condición de salud. Apostar por un sistema educativo más justo y coordinado es una responsabilidad compartida por todos los sectores de la sociedad", ha finalizado la Plataforma de Organizaciones de Pacientes.