MADRID, 22 Nov. (EDIZIONES) -
En el ojo todos tenemos dos lentes que son las que hacen que la imagen converja en la retina, es decir, que veamos claro. La retina (primera membrana o lupa que tenemos y que es una lente fija de en torno a 45 dioptrías); y luego se encontraría el cristalino. Se trata de una lente que va cambiando de forma enfocando distintas distancias.
"El cristalino es como una cámara de fotos. Enfoca desde 10 centímetros hasta el infinito en función de la edad del paciente, es decir, es una lente que cambia de forma. El cristalino con los años se hace rígido y pierde esa capacidad o plasticidad para cambiar de forma y en consecuencia también puede cada vez menos enfocar distintas distancias", explica en una entrevista con Infosalus el doctor Tañá, director médico de Oftalvist.
Así, señala que una persona que vea normal de lejos, 100% de lejos, para ver de cerca, para enfocar para leer, debe hacer un esfuerzo aproximado de 3 dioptrías, a los 10 años de edad se puede ejercer un esfuerzo de hasta 10 dioptrías, y a los 50 años de edad ese cristalino por estar rígido permite hacer un esfuerzo de una o una dioptría y media y es ahí cuando aparece la vista cansada o presbicia.
"Cuando el paciente va cumpliendo años con la graduación de lejos va perdiendo la capacidad de enfocar objetos de cerca; de forma que a los 60 el cristalino ha quedado rígido del todo y para enfocar una lectura necesita una graduación de 3,3 dioptrías", detalla.
PRINCIPALES SÍNTOMAS
Este oftalmólogo destaca que su principal síntoma, por tanto, sería la dificultad en la visión cercana. Dice que en torno a los 40 años se puede empezar a tener una sensación de cansancio, de fatiga, la persona se cansa más cuando se dedica a leer, y por la mañana al llegar al ordenador le cuesta enfocar al principio.
"Es frecuente que empiecen a aparecer dolores de cabeza cuando lleva un rato leyendo, y también por ejemplo se ve que para enfocar algo el brazo cada vez se hace más corto y para enfocar algo debes alejarte más de la lectura", añade.
Entre sus factores de riesgo, desde la Sociedad Española de Oftalmología apuntan que, como se trata de un proceso natural de envejecimiento, nadie está exento de desarrollarla; si bien el rango de edad de aparición depende de varios factores como:
·La genética de la persona.
·La actividad diaria a la que se dedique (no es lo mismo una persona que trabaja leyendo todo el día o en el ordenador que lo desarrollará antes, que uno que trabaja en el campo o es deportista profesional).
·Aspectos ópticos del ojo: los pacientes con miopía previa tienen tendencia a desarrollar presbicia más tarde que aquellos pacientes hipermétropes.
Así, es en torno a los 45 años de media cuando suele debutar la presbicia, según prosigue este oftalmólogo, al tiempo que advierte de que hoy en día no podemos prevenirla, y de hecho recuerda que han surgido muchos fármacos y todos han fracasado en este sentido.
Desde la Sociedad Española de Oftalmología precisan que la progresión de la presbicia iría hasta los 60 años de edad, momento en el que suele estar desarrollada y permanecer estable. De hecho, avisa de que algunos notan con el paso de los años cierta mejoría en la visión cercana, y que incluso ya no necesitan gafas para ver de cerca; "es lo que se llama 'segunda visión' y suele ser el síntoma inicial de desarrollo de catarata".
¿CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE SOLUCIONAR LA PRESBICIA?
Con todo ello, el director médico de Oftalvist resalta que la presbicia puede solucionarse igualmente a través de gafas, o bien mediante la cirugía para aquellos que no deseen llevarlas. La cirugía consiste en sustituir el cristalino por una lente artificial que tiene varios focos y siempre debe ser individualizada.
"El paciente con una gafa verá muy bien de cerca, pero hay pacientes que no quieren llevar gafas y, para ellos, hoy la opción quirúrgica consigue unos resultados excelentes, aunque con efectos secundarios. En una gafa el efecto secundario es que hay que llevar siempre una gafa, lo cual es a veces incómodo; y con la cirugía se soluciona el problema para siempre porque la presbicia deja de aumentar".
Entre los efectos secundarios de la cirugía, eso sí, cita el doctor Tañá un poco de deslumbramiento en torno a las luces, y luego que las lentes intraoculares no tienen un foco continuo.
Además, señala que otra de las ventajas de la cirugía de presbicia es que a partir de ella se pueden corregir también en la misma intervención defectos ópticos, como el astigmatismo, por ejemplo.
"También se pueden usar lentes de contacto que corrijan la visión de lejos y de cerca pero sin dar los mismos resultados que las lentes intraoculares. Cada vez se opera más gente de presbicia, sobre todo a partir de los 50, cuando la presbicia se nota más y los pacientes la notan mucho. Siempre tiene que valorarlo un oftalmólogo experto en la materia", sentencia el director médico de Oftalvist.