SEVILLA 22 May. (EUROPA PRESS) -
Un equipo científico de la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), la Universidad de Granada y el Servicio de Control de Mosquitos de la Diputación de Huelva ha analizado mediante técnicas moleculares la presencia de parásitos de la malaria aviar en el mosquito común, concluyendo que es mayor a medida que aumenta la distancia a marismas y ríos.
El estudio, publicado en la revista 'iScience', se ha realizado en diferentes localidades de Sevilla, Huelva y Cádiz con diferentes tipos de uso de suelo para comprobar si las características del hábitat determinaban la presencia de parásitos de la malaria aviar, según ha recogido el CSIC en un comunicado.
El equipo analizó alrededor de 16.500 mosquitos agrupados en más de 750 muestras de mosquito común (Culex pipiens). En total, se encontraron parásitos en aproximadamente el 30% de las muestras y se identificaron hasta 13 linajes genéticos diferentes de parásitos de la malaria aviar del género Plasmodium, lo que sostiene el papel "fundamental" de esta especie como transmisora de un amplio rango de linajes de este género de parásitos.
"Encontramos una mayor riqueza de linajes genéticos en zonas naturales que rurales, lo que sugiere que las características del hábitat tienen un alto impacto en la diversidad de parásitos que circulan en los mosquitos en el sur de España", explica Martina Ferraguti, primera autora del estudio e investigadora Ramón y Cajal en la Estación Biológica de Doñana. Se constató, además, que la prevalencia y riqueza de Plasmodium en mosquitos era mayor cuanto mayor era la distancia a marismas y ríos.
EL MOSQUITO COMÚN, CLAVE EN LA TRANSMISIÓN DE LA MALARIA AVIAR
El mosquito Culex pipiens es una especie común en España y está involucrado en la transmisión de diferentes patógenos. Los estudios sobre las dinámicas de transmisión de los parásitos de la malaria aviar ayudan a entender aquellos factores ambientales que determinan la epidemiología de enfermedades de transmisión vectorial en la naturaleza.
Josué Martínez de la Puente, uno de los firmantes del artículo, señala que los estudios llevados a cabo destacan "un papel principal del mosquito común como vector de los parásitos de la malaria aviar". Estos parásitos circulan naturalmente en la naturaleza, infectando a las aves mediante la picadura de los mosquitos. La malaria aviar afecta a la salud de las aves, a su éxito reproductivo y a su probabilidad de supervivencia, pero no suponen ningún peligro para la salud de las personas.
Los resultados, obtenidos en el contexto de proyectos de investigación financiados por la Junta de Andalucía (P11-RNM-7038), el Organismo Autónomo Parques Nacionales (PN2022-2945) y el programa Leonardo de la Fundación BBVA, suponen un paso "fundamental" para conocer cómo las características ambientales afectan la epidemiología de los parásitos transmitidos por mosquitos.